Estas notas corresponden al segundo de los repartos generales programados, que en lo que a las féminas se refiere ha sido el más adecuado de los tres ofrecidos, aunque en esta ocasión no haya aparecido por el teatro el público triunfalista de la tarde anterior.
Para el archivo diré que sigue siendo la producción escénica de Davide Livermore y la dirección musical de Roberto Abbado, que en esta ocasión ha sido más viva que la víspera.
La americana Angela Meade ha sido la nueva Norma y hay que decir que vocalmente es la más adecuada de las tres que han pasado por el escenario del Teatro Real. La voz no está sobrada de calidad, pero es amplia en el centro, sonora por abajo y fácil por arriba, tanto como para intercalar un sobreagudo no escrito al final del dúo con Pollione In mia man al fin tu sei. Por otro lado, ha sido la única que ha sido capaz de ofrecer agudos en perfectos pianísimos. Hasta aquí no es difícil entender que yo diga que ha sido la más adecuada de las sopranos que han cantado estos días Norma en el Teatro Real. Para ser una Norma excepcional le falta trabajar más la interpretación, que resulta excesivamente plácida y hasta algo inexpresiva. Indudablemente, su figura no le ayuda, pero, si mejorara en el aspecto interpretativo, sería una Norma casi de referencia hoy en día.
El tenor italiano Roberto Aronica fue el nuevo Pollione y su actuación me resultó un tanto irregular. Le encontré monótono durante el primer acto, tanto en su escena de salida como en el dúo con Adalgisa e incluso en el terceto que pone fin a dicho acto. Sin embargo, su actuación mejoró notablemente en la escena final, donde cantó de manera más convincente que lo que lo había hecho hasta entonces.
Plenamente convincente la Adalgisa de la mezzo soprano italiana Veronica Simeoni, que cantó siempre con gusto y dando gran intención al texto. La verdad es que hemos tenido en estos días tres convincentes Adalgisas y la italiana no ha quedado por debajo de ninguna de las sus otras dos colegas.
Simón Orfila fue un sonoro Oroveso. Le he encontrado con la voz más basta que en otras ocasiones. Repitieron actuación Antonio Lozano (Flavio) y María Miró (Clotilde)
El Teatro Real estaba una vez más casi lleno. El público pareció disfrutar con la representación, aunque fue mucho más comedido en sus aplausos que en la Norma de Mariella Devia, especialmente a escena abierta. En los saludos finales las mayores ovaciones fueron para Angela Meade y Veronica Simeoni.
La representación comenzó puntualmente y tuvo una duración de 2 horas y 55 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 2 horas y 26 minutos, es decir 6 minutos más corta que la noche anterior con Mariella Devia. Seis minutos de aplausos.
El precio de la localidad más cara era de 214 euros, habiendo butacas de platea al precio de 204 euros. La entrada más barata con visibilidad costaba 35 euros.
José M. Irurzun