‘Nueve suertes de mujer’: Zarzuela en las venas

                                                            Nueve suertes de mujer Por Federico Figueroa

“Zarzuela es nombre de mujer”, nos dijo Silvia Abascal nada más empezar el espectáculo en forma de viaje al interior de los sentimientos de las muchas mujeres que habitan el género lírico hispano por excelencia. Los textos poéticos de Juan Marchán, en la rotunda voz de la actriz madrileña, sirvieron de hilo conductor entre diferentes romanzas que transitan por la alegría y la tristeza, el amor y el dolor, la nostalgia, la liviandad, lo que somos. Nueve suertes de mujer

Inscrito dentro del ciclo de Conciertos del Teatro de la Zarzuela, Nueve suertes de mujer fue una fiesta de nueve piezas y dos propinas a piano solo en la que las tres anfitrionas se lo pasaron en grande. A modo de preludio, Rosa Torres-Pardo no abrió el paladar con una estupenda interpretación de la Danza No. 1 de La vida breve (M. De Falla) para dar paso a la presentación de la mujer viajera con “De España vengo” de El niño judío en la exuberante voz de Nancy Fabiola Herrera, aun un tanto fría, pero que logró desplegar todo su poderío y seducción en la siguiente romanza, la bellísima “Cuando está tan hondo” de la zarzuela El barquillero de Ruperto Chapí.

Rosa Torres-Pardo al piano, la mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera y la actriz Silvia Abascal (c) Elena del Real

El de Villena también es el autor de La chavala, de la que Herrera nos ofreció la sentía romanza “Fue mi mare la gitana”, antes de poner el ritmo en el cuerpo del público con la siguiente pieza, “A una jitana presiosa” de la zarzuela La alegría del batallón de José Serrano, que bordó con desparpajo y gracia. Del compositor de Sueca, que junto a Chapí fue el que más presencia tuvo en el programa, también nos ofreció “Vuelven las horas lejanas” de Los de Aragón y una emotiva versión de “¿Qué te importa que no venga?” de Los claveles, que arrancó una gran ovación. Nueve suertes de mujer

Antes de llegar a este punto, Herrera, en perfecta complicidad con Torres-Pardo, había dado buena cuenta de la célebre romanza “Al pensar en el dueño de mis amores” de Las hijas de Zebedeo. Tras estas siete romanzas, llegó el momento de mayor lucimiento para Torres-Pardo, que nos sirvió una soberbia interpretación de “El Pelele” de Enrique Granados, perteneciente a sus Goyescas. Al concluir la pieza, la cara de satisfacción de la pianista lo decía todo, aunque se limitó a recibir con gran modestia el entusiasta aplauso de los asistentes, plagado de vítores.  Nueve suertes de mujer

Por su parte, Abascal, que ya había hecho suyo el texto desde el arranque, hizo fluir el caudal de emociones hacia la ligereza y picardía intrínseca del tango de la Menegilda, “Pobre chica” de La Gran Vía, y la canción de Sul, “Son las mujeres de Babilonia” de La corte de Faraón. Este cambio de registro hacia lo cómico-sicalíptico resultó algo extraño, pero para entonces Nancy Fabiola Herrera ya tenía a todo el mundo metido en el bolsillo y fue celebrada con la misma satisfacción.

Rosa Torres-pardo y Nancy Fabiola Herrera (c) Elena del Real

Como “propina”, y quizá como prueba de lo mucho que ha viajado la Sra. Zarzuela,  ofrecieron la romanza “Mulata infeliz” de la zarzuela María la O de Ernesto Lecuona. El público conectó  y se emocionó genuinamente con esta pieza y con todas las demás que dieron forma al recital, cumpliéndose así la máxima del texto de Marchán: “La música es una respiración compartida”. Y sí, también tenía razón en lo otro: la zarzuela es un pedazo de señora que merece todo el respeto. El respeto que esta noche se le dio desde el texto, la música y la interpretación. El público celebró a las tres artistas con gran alborozo.

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Madrid. Teatro de la Zarzuela. 5 de abril de 2022. Nueve suertes de mujer. Obras de P. Luna, R. Chapí, J. Serrano, F. Chueca, J. Valverde y V. Lleó. Texto de Juan Marchán. Nancy Fabiola Herrera, mezzosoprano; Rosa Torres-Pardo, pianista; Silvia Abascal, actriz.

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