Obituario. Rita ShaneObituary. Rita Shane

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Ayer jueves 9 de octubre de 2014, falleció en Nueva York la soprano y maestra de canto Rita Shane, una de las grandes voces americanas de los años 70. Shane, nacida en 1936, desarrolló su carrera como soprano dramática de coloratura fundamentalmente en el Metropolitan Opera House de Nueva York, donde desde su debut en 1973 como Reina de la Noche en La Flauta Mágica (Mozart) cosechó sus mayores éxitos como cantante interpretando algunos de los más grandes roles escritos para su cuerda: Óscar (Un ballo in maschera), Musetta (La bohème), Gilda (Rigoletto), Violeta (La Traviata) o Lucia (Lucia di Lammermoor). En Europa se prodigó con menos frecuencia dejando para el recuerdo una Arabella en la Scala (1969-1970), un aclamado Erwartung de Schoenberg en 1972 bajo la dirección de Michael Gielen en el Festival de Salzburgo, y ese mismo año en Viena Les Huguenots junto a Nicolai Gedda, interpretación que quedó inmortalizada en un CD editado actualmente por el sello Opera D’oro. Así mismo grabó una Juive junto a Richard Tucker (Historical Recording Enterprises), un disco con arias de Händel y otro que incluía los Brentano Lieder de Richard Strauss.

Tuve el gran honor de conocer a Rita Shane, primero como alumno y después como amigo, en la Eastman School of Music (Rochester, NY), donde ella formaba parte del claustro de profesores desde 1989. No voy a entrar a desgranar cuestiones sobre su técnica de canto (recomiendo a todo aquel que esté interesado en ello que lea el capítulo dedicado a Rita Shane por Jerome Hine en su libro Great Singers on Great singing) ya que no era una profesora de canto al uso. Ella era, ante todo, una cantante. Seguía siendo una diva, en el buen sentido de la palabra, pese a estar retirada hacía casi tres décadas. A sus alumnos nos enseñaba precisamente a ser cantantes y músicos, con todos los matices que pueden albergar estos términos. Estas enseñanzas, no tan habituales en el mundo del canto como se desearía, las considerábamos de alto valor, especialmente viniendo de un persona que había cantado en algunos de los teatros con los que todos soñábamos algún día pisar. Sirva de muestra de su sentido común y experiencia una entrevista para The Post-Gazette de Pittsburgh en 1982 donde, tras más de 400 interpretaciones de la Reina de la Noche, dijo: “La Reina ha sido mi amiga, pero también mi enemiga”, aludiendo al encasillamiento que sufren algunos cantantes en determinados roles y la dificultad para obtener nuevos papeles cuando esto sucede.

Rita Shane

El cáncer se ha llevado a Rita Shane, pero siempre nos quedará en el recuerdo su sonrisa perenne, su sentido del humor, su amor por el canto y la enseñanza del mismo, superado solo por el que tenía por su familia y sus amigos. En la Eastman School of Music se va a establecer un fondo de becas que llevará su nombre para poder seguir ayudando a los estudiantes de canto a los que dedicó gran parte de su vida. Descansa en paz querida Rita.

 

Enrique Lacárcel

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Rita Shane, the renowed soprano and singing teacher, passed away October 9th, 2014, in New York. Being one of the great American voices of the 70s Shane, born in 1936, developed her career as a dramatic coloratura soprano primarily in the Metropolitan Opera House in New York where, since her debut in 1973 as Queen of the Night in Mozart’s The Magic Flute, achieved her greatest success as a singer performing some of the greatest roles written for her chord: Oscar (Un ballo in maschera), Musetta (La Bohème), Gilda (Rigoletto), Violetta (La Traviata) and Lucia (Lucia di Lammermoor). In Europe she was often less lavished, although she left some performances to remember as Arabella in Scala (1969-1970), a most acclaimed Schoenberg’s Erwartung in 1972 under the Michael Gielen’s conduction at the Salzburg Festival, and that same year in Vienna with Les Huguenots along Nicolai Gedda, a performance that was immortalized on a CD –currently edited by Opera D’oro label–. She also recorded with Richard Tucker (Historical Recording Enterprises), an álbum consisting in the Handel arias Juive, and another album including Richard Strauss’s Brentano Lieder.

I had the great honor of meeting Rita Shane, first as a student and then as a friend, at the Eastman School of Music (Rochester, NY), where she was a member of the faculty since 1989. I will not point here anything out about her singing techniques (I recommend to anyone who is interested in this topic to read the chapter by Jerome Hine about Rita Shane in his book Great Singers on Great singing) because she was not an ordinary teacher. She was, first and foremost a singer. She was still a diva, in the best sense of the word, despite being withdrawn for already three decades. She taught her students to be just singers and musicians, with every nuance these term can host. These teachings, not as common in the singing world as they ought to be, we considered them of great value, especially coming from a person who had sung in some of the theaters we all had dreamed about. May it be of use a simple of her common sense and experience in an interview with The Pittsburgh Post-Gazette in 1982 where, after more than 400 performances as the Queen of the Night, she said: «The Queen has been my friend but also my enemy» alluding to typecasting suffered by some of the singers in some roles and the difficulty in obtaining new roles when this happens.

Rita Shane

Cancer has taken Rita Shane, but her perennial smile will always remain in our memories, her sense of humor, her love for singing and the teaching of it, only overcome by the love she had for her family and friends. Eastman School of Music is going to establish a scholarship fund that will bear her name in order to continue helping singing students, to which she devoted much of her life. Rest in peace, dear Rita.

 

Enrique Lacárcel