Orliński ¡Aleluya!

                                                                             Orliński  Por Pablo Álvarez Siana

No cabe duda de que los contratenores son las nuevas estrellas del canto y las discográficas de siempre, que aún se mantienen, siguen vendiendo en formato físico además del digital, siendo los recitales el primer escaparate. Los Conciertos del Auditorio han ofertado dentro de su abono para esta temporada uno específico con las tres voces más mediáticas (a precios de 86€ y 74€), arrancando con el argentino Franco Fagioli (1981) el pasado 22 de enero, prosiguiendo con el francés Philippe Jaroussky (1978) el 26 del mismo mes y finalizando este 21 de abril con el polaco Jakub Józef Orliński (1990) –aunque la actuación de este último estaba prevista para abril de 2020, en pleno confinamiento y con cancelaciones mundiales–.

Con presencia de muchos aficionados jóvenes que se decantaron por esta nueva opción en La Viena española, donde el Barroco tiene incluso ciclo propio, cada uno de los conciertos ha mostrado las grandes diferencias no ya vocales, sino de estilo, repertorio y acompañamiento, donde cada uno de los protagonistas se mueve más seguro y hasta “comercial”, como bien han entendido sus sellos discográficos; tres contratenores de nuestro tiempo que la renacida ópera barroca parece haber colocado entre las figuras vocales mundiales y que las redes sociales han acercado a nuevos públicos, con un lleno en Oviedo que demuestra la buena salud, incluyendo muchas mascarillas por precaución.

El afamado Orliński alterna la escena con recitales variados y grabaciones muy laureadas. Anima Aeterna es su tercer disco con arias y motetes del siglo XVIII, lanzado en octubre del año pasado precisamente con Il Pomo d’Oro (ILPDO), y siendo este cierre del abono “especial” el inicio de su gira española, que lo llevará a Oviedo, Madrid y Barcelona. La presentación en vivo nunca suena como en estudio ni desde casa. El directo es siempre irrepetible, y además se sustituyeron unas piezas por otras a fin de compensar las ausencias del coro o de la soprano Fatma Said, presentes en el CD (que tiene hasta una edición especial en el renacido formato de LP, aunque sea grabación digital).

El recital se desenvolvió según el formato habitual, alternando obras vocales y sólo dos instrumentales, para comprobar de nuevo la calidad de ILPDO bajo la dirección y el clave de Corti, más allá del necesario descanso en este tipo de actuaciones. Orliński siempre lo da todo y los instrumentistas brillaron tanto en el Concerto a quatro en do menor de “Il Buranello” como en la Ouverture à 7 ZWV 188 de Zelenka con todo el orgánico, conformando el perfecto acompañamiento en este repertorio tras el trabajo previo a la grabación. Pero evidentemente la figura esperada fue el contratenor polaco de principio a fin. Se gustó y enamoró con su voz de contratenor contralto y color homogéneo en todos los registros, técnica a medida, de volumen algo corto en el grave pero siempre mimado por Corti e ILPDO. Posee unos agudos aterciopelados, agilidades perfectas, proyección ideal y una dicción clara que pudimos comprobar con los sobretítulos, también traducidos, de estas páginas sacras bellísimas. Además fue generoso al dejarnos tres propinas o quedarse a firmar discos sin prisa y fotografiándose con quien quiso.

Jakub Józef Orliński e Il Pomo d’Oro en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo

Siempre seguro, dominando la escena, contagiando la felicidad del encuentro esperado, descubriéndonos cuánto repertorio queda aún por disfrutar, con el fragmento del “Gloria” de la Misa a cinco voces del maestro de capilla del rey de Portugal Davide Perez (1711-1778), Orliński ya puso todas las cartas sobre la mesa con unos melismas exquisitos. La orquesta de plantilla, perfecta, con un continuo de muchos quilates, antes del aria del oratorio Il fonde della salute aperto dalla grazia nel calvario K293 de J. Fux (1660-1741), donde la viola sonó paralela a la voz (emulando al barytón ausente), melodía maravillosa para un texto del Viernes Santo aún cercano que siempre remueve nuestro interior de “pecador contrito”.

Tras el concierto preclásico y casi vivaldiano de B. Galuppi (1706-1785), solamente con la cuerda, muy equilibrada, más el continuo de órgano, chelo, fagot y contrabajo, vendría el compositor con la obra que abre el CD homónimo del recital: Jan D. Zelenka (1679-1745) con su motete para el Domingo de Resurrección Barbara dira effera ZWV 164, donde el bohemio adopta el estilo italiano desde la corte de Dresde. Orliński, como el famoso destinatario Domenico Annibali, el castrato italiano con poder equiparable al de Farinelli en España, daría lo mejor de su arte desde un aria casi operística, con la fagotista a la par en extensión, virtuosismo y exigencia, intenso recitativo intermedio y esplendoroso Alleluia final que siempre resulta hermoso en la voz del polaco, además de bien cantado con esa base instrumental de ILPDO en su línea de calidad y contención al servicio del solista.

La segunda parte se abría con el Salve sis, Maria del florentino Francesco B. Conti (ca. 1681-1732), una “arietta per la Madona Santissima” exuberante en agilidades y saltos por los que Orliński transitó con un dominio total en perfecto entendimiento y diálogo con los instrumentos, bien llevados desde el clave por Corti. Enlazó sin pausa con el solo de tiorba delicadísimo para comenzar el lamento “Giusto Dio” del oratorio La Giuditta, una joya del portugués Francisco António De Almeida (1702-1755) en el mejor estilo italiano con la voz aterciopelada del polaco, que remataría este inicio desde un tempo reposado y tesitura ideal para el aria “D’ogni colpa la colpa maggiore”, del austriaco Johann Georg Reutter “El Joven” (ca. 1708-1772), perteneciente a su oratorio para la Semana Santa La Betulia liberata. Si el libreto de Metastasio –que utilizaría también Mozart– alude a las virtudes teologales, Orliński cantó con las tres: Fe en este repertorio, Esperanza de seguir sacando a la luz obras excelsas, y Caridad entendida como “amor desinteresado que surge de darse a los demás”, algo que en el polaco siempre es así. Orliński

De nuevo Zelenka, esta vez instrumental, con todo el orgánico (incluyendo los dos oboes) de ILPDO para esta suite inspirada e imbuida del “dios Bach”, antes de las dos últimas arias: “A che si serbano” del oratorio Maria Vergine al Calvario para el Viernes Santo, obra del italiano muerto en Lisboa Gaetano Maria Schiassi (1698-1754), nueva demostración del buen hacer de Orliński con agilidades precisas y claras unidas a la dramatización del texto donde San Juan se desespera ante Cristo crucificado. Destacable el violín segundo y la total compenetración entre voz y “ensemble” que fue lo más aplaudido, siendo bisada como tercera propina.

El mejor remate para este inolvidable concierto no podía ser otro que G. F. Haendel (1685-1759) y su Antífona en re menor HWV 269 “Amen, Alleluia”, un tesoro para alto y órgano al que se fueron sumando la tiorba, un chelo y el órgano más el contrabajo para el alemán nacionalizado inglés en el estilo italiano, la universalidad musical cantada, llena de melismas en una vocalización para poner en valor el excelente momento del cantante polaco, entregado a esta música cada vez más actual.

Todavía nos regalaría tres propinas donde no faltó tampoco Vivaldi con el aria de Il giustino “Vedrò con mio diletto cuimbre”, una delicia más antes del bis citado.

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Auditorio Príncipe Felipe, Oviedo, jueves 21 de abril de 2022, 20:00 horas. Conciertos de Auditorio: “Anima Aeterna”. Obras de Davide Pérez, Johann Joseph Fux, Baldassare Galuppi, Jan Dismas Zelenka, Francesco Bartolomeo Conti, Francisco Antonio de Almeida, Georg Reutter der Jüngere, Gaetano Maria Schiassi y G. F. Haendel.

Jakub Józef Orliński (contratenor), Il Pomo d’Oro, Francesco Corti (clave y dirección).

IL POMO d’ORO: Violines I: Evgenii Sviridov, Elfa Run, Matilde Tosetti. Violines II: Anna Dmitrieva, Veronica Boehm, Mauro Spinazze. Violas: Giulio D’Alessio, Maria Bocelli. Violonchelos: Kristina Chalmovksa, Angela Lobato. Contrabajo: Riccardo Coelati Rama. Órgano: Deniel Perer. Tiorba: Jonas Nordberg. Oboes: Roberto de Franceschi, Aviad Gershoni. Fagot: Andrea Bressan. Clave y dirección: Francesco Corti.

Opera World Orliński