Paquito D’Rivera estrena obra en el Palau con la OSV

Paquito D’Rivera estrena obra en el Palau con la OSV
Paquito D’Rivera estrena obra en el Palau con la OSV

El clarinetista cubano de jazz Paquito D’Rivera magnetizó al público que llenaba el Palau de la Música Catalana con su Cape Cop Concert acompañado por el pianista Pepe Rivero y la Orquesta Sinfónica del Vallés bajo la dirección del valenciano Vicent Alberola

Hay conciertos que son un éxito por la taquilla que recaudan, otros con un nivel musical que toca la excelsitud, otros cuyo resultado es mejor no recordar, otros con programas equivocados y las más raras de las veces conciertos donde hay un buen feeling especial desde antes de la primera nota hasta la salida del público de la sala.

El sábado pasado pudimos vivir uno de esta última rara especie. Había mucha expectación e incluso colas como raramente se ven en el Palau de la Música para acceder este concierto programado en doble dirección dentro del Ciclo Simfònics al Palau y el 47 Festival de Jazz de Barcelona patrocinado por Voll-Damm.

El programa tenía un fuerte acento americano ya que todos los compositores procedían de ese gran continente lleno de música vital y con influencias mútuas incluyendo el guiño de hacia nuestro continente con Un americano en París.

Gerswhin abrió la velada con su Obertura Cubana donde el genio estadounidense se deja envolver por los ritmos y melodías que no le dejaron dormir, según escribió, en las vacaciones que pasó en La Habana durante dos semanas en 1932, y donde destacó el solo de clarinete del solista titular Toni Galán con su timbre aterciopelado y su gran musicalidad que contrastó con el ritmo desbordante de una percusión y metal entregados a hacernos mover ya de nuestros asientos.

Este homenaje de USA a Cuba se vió devuelto con la obra que Paquito D’Rivera escribiera en 2009 para el Cape Cod Music Festival del Estado de Rhode Island y que se interpretó por primera vez en nuestro país y en Europa con el compositor como solista de clarinete en este concierto. Obra que mezcla las tres raíces de la formación del compositor, la latina de sus orígenes, la clásica de su formación y la jazzística de su principal dedicación.

Paquito D’Rivera estrena obra en el Palau con la OSV
Paquito D’Rivera estrena obra en el Palau con la OSV

Obra de gran virtuosismo no sólo para el clarinete sino también para el piano que figura igualmente como solista y que estuvo interpretado por su compatriota Pepe Rivero.

Esta obra en cuatro partes a modo de pequeños homenajes nos muestra microatmosferas musicales la primera evocando el mundo del swing y de las bigbands como la de Benny Goodman a quien está dedicada para descender en el segundo al cono sur con “Bandoneón” más intimista y que dará paso al gran solo que es su guiño a la música cubana con “Lecuonerias” en homenaje al gran compositor cubano Ernesto Lecuona y que fue un momento de verdadero virtuosismo instrumental para acabar con “Chiquita Blues” otro momento de verdadero perfume jazzístico en diálogo de piano y clarinete de alto voltaje.

La obra fue premiada con grandes aplausos y provocó la sorpresa del concierto al ofrecerse como bis el Concierto para clarinete de Arti Shaw, compositor estadounidense que curiosamente huyo de la presión del presidente McCarthy refugiándose en la localidad gerundense de Begur durante cinco años hasta 1960. En esta ocasión la obra fue interpretada por dos clarinetistas de excepción en dúo y batalla amigable constante, el solista Paquito D’Rivera y el director del concierto, gran clarinetista, Vicente Alberola que fue el encargado de tocar el agudísimo do con que acaba este breve y virtuoso concierto.

La segunda parte se abrió con el célebre poema sinfónico Un americano en París donde el equilibrio orquestal sufrió algún revés al sobrepasar en decibelios el metal al resto de la orquesta. Como final se ofreció la Conga del fuego nuevo compuesta por el mexicano Arturo Márquez para el cambio de milenio en 1999 donde nuevamente brillaron los diferentes solistas y concertino, destacando al trompeta solista Carlos Megías que supo dar el aire que necesita esta música caliente.

El público premió con tanta intensidad el buen trabajo de la orquesta y del director valenciano Vicent Alberola, de gesto preciso y expresivo, que se vieron obligados a repetir acompañados de las palmas y bravos del público la última pieza comentada.

Todo un concierto en el que la calidad, la calidez y la alegría no enturbiaron la tristeza de los últimos atentados de París sino que reforzaron el sentimiento con el que Paquito D’Rivera lo expreso al decir en su pequeño parlamento “Ellos podrán matarnos a nosotros, pero no a la música”.

Robert Benito

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