En su nuevo disco para Deutsche Grammophon, la soprano francesa Patricia Petibon se convierte en “la bella excéntrica” con una incursión en un inhabitual repertorio alejado del mundo operístico, como de vez en cuando nos tiene acostumbrados. Con la naturalidad y el desparpajo inherentes a su verdaderamente singular personalidad musical, la cantante gala nos asombra esta vez con una selección de canciones francesas de finales del siglo XIX y primera mitad del XX, en su mayoría destinadas para el ámbito del music hall.
Eclecticismo es la palabra que mejor define la estética general de las canciones de espíritu francés aquí recogidas y las maneras de interpretar esos diferentes estilos por Petibon, la cual siempre hace alarde de su técnica vocal fetiche alejada de todo operismo, la ausencia de vibratto, a la que acompaña una innata musicalidad y una encomiable capacidad para recrear los textos de una forma realista y verosímil que la acercan en muchos casos al deleitoso terreno de la más pura fantasía.
Estructurando el disco mediante bloques dependiendo de la temática a la que hacen referencia las miniaturas seleccionadas, Petibon se vale de la colaboración de su pianista habitual, Susan Manoff (además del soporte para las cuatro manos de David Levi), la que convierte la audición del disco en una auténtica pista de baile mediante pequeñas piezas pianísticas de carácter lúdico pertenecientes al genio de la excentricidad musical francesa por antonomasia, el enfant terrible Erik Satie, que salpican aquí y allá el compacto, como la propia “fantasía seria” La Belle Excentrique (entre can cans y ritornelos) que da título al disco, a la de Sports et Divertissements, y piezas autónomas como La Statue de bronze o Désespoir agréable.
Una genial particularidad de este disco es que la invención y el sentido del humor de los intérpretes del mismo les ha llevado a introducir una serie de brevísimos interludios musicales que sirven de argamasa sonora a cada bloque de canciones, describiendo, con ecos del estilo irónico de Satie, a cinco de las más afamadas bailarinas del Moulin Rouge, algunas de ellas de asombrosa facultad contorsionista, con nombres tan estrambóticos y no menos descriptivos como Gavrochinette, Lili Jambes-en-l’air, Nini Pattes-en-l’air, Rayon d’or o La Goule (cuyo compañero era Valentin le Désossé, aquí también inmortalizado). Esta originalidad convierte el disco en un espectáculo de auténtica locuacidad sonora.
De Satie no sólo encontramos sus piezas pianísticas, sino que además se incluyen su siempre celebrada canción amorosa a ritmo de vals “Je te veux” y la hilarante “Allons-y, Chochotte!” (destinadas para la cantante Paulette Darty), en ambas Petibon está acompañada por el chelo de Christian-Pierre La Marca y en la segunda por la voz de su gran amigo el director teatral Olivier Py, al igual que en la que da el pistoletazo de salida a este espectáculo discográfico, “Jolie môme”, de un gran valor de la chanson française como es Léo Ferré (aquí arregladas por Aleksandar Sedlar y con el acordeón de David Venitucci y la percusión de François Verly) en las cuales asistimos a múltiples e inéditas transformaciones vocales por parte de la soprano francesa (voz de pecho en “Jolie môme” o timbre “algodonado” en “On s’aimera”) con las que parece divertirse muchísimo. Siguiendo la estela de la canción amorosa de Satie antes aludida, de Ferré se inserta “On s’aimera”, con el acompañamiento de Nemanja Radulovic al violín, que completa el equipo de colaboradores instrumentales de Petibon en este trabajo discográfico.
La francesa sigue jugando con su elástica voz en el bloque dedicado a las canciones de corte infantil con aportaciones de Manuel Rosenthal con acompañamiento instrumental de percusión para ofrecerlas bajo nuevos revestimientos sonoros: sus Canciones de Monsieur Blue, que inmortalizan al elefante del jardín de las plantas, al perro Fido y al viejo camello del zoo, además del “Ba, be, bi, bo, bu” de Poulenc, que menciona al mismísimo Gato con Botas, bajo un texto de Maurice Carême. Ciertamente es una satisfacción descubrir otro tipo de creación musical de Rosenthal aparte de por la que es universalmente conocido, el famosísimo ballet La Gaité parisienne basado en populares temas de Jacques Offenbach, como es en este caso la composición de canciones, de las cuales se halla otro clima más poético y mistérico en títulos como Rêverie o Pêcheur de lune, extraídas de Trois Poèmes de Marie Roustan.
Francis Poulenc es el autor del que se hallan más canciones, de una increíble variedad expresiva y estilística. Para Petibon, Poulenc es el compositor más exigente aquí recogido, debido a la incomodidad vocal que crea combinando escritura típicamente de chanson con estilos folclóricos. De su pluma se hallan pespunteadas por el disco auténticas joyas que Petibon revive desde su sentido pleno de la evocación y la melancolía francesas: “Hier”, “Voyage à Paris”, “Hôtel” o “Chanson d’Orkenise”, canciones que en palabras del propio compositor, son el perfecto equivalente musical al estilo poético de Apollinaire. El contrapunto lo ponen la cómica “Tragique Histoire du petit René y Les gars qui vont à la fête”.
El bloque más íntimo y poético se halla en las dos canciones de Gabriel Fauré, uno de los magos del claroscuro (“Spleen” y “En sourdine” sobre textos de Paul Verlaine) y otro par de Reynaldo Hahn con nombres de mujer y escritura clásica (“Pholoé” y “À Chloris”). Petibon también ha deseado incluir la aportación de una única mujer compositora, Francine Cockenpot (1918-2001) por medio de su “Automne (Colchiques dans les prés)”, canción de 1943 en arreglo de David Moreau.
Si desean pasar un rato divertido con ciertos respiros para la ensoñación y la delectación, disfrutarán con este disco de esencia netamente francesa. Para conseguirlo ahí se encuentra el arte, que a nadie deja indiferente, de la sin igual Patricia Petibon.
La Belle Excentrique. Patricia Petibon (soprano). Susan Manoff y David Levi (piano), Olivier Py (voz). Piezas para piano y canciones de Satie, Ferré, Poulenc, Rosenthal, Fauré, Hahn y Cockenpot. Deutsche Grammophon, 2014.
Germán García Tomás @GermanGTomas