Philip Glass: «La ópera es el rey, la reina, el príncipe y la princesa del arte». Estreno mundial en el Teatro Real el 22 de enero

  • Ha presentado su ópera ‘El americano perfecto’ sobre Disney
  • Glass compara la figura de Walt Disney con la de su propio padre
Ampliar fotoPrimeras imágenes de la partitura de la ópera 'El americano perfecto', a la dcha, Philip Glass retrado en el Teatro RealPrimeras imágenes de la partitura de la ópera ’El americano perfecto’, a la dcha, Philip Glass retrado en el Teatro RealJAVIER DEL REAL/TEATRO REAL

JON BANDRÉS Madrid 10.01.2013No tiene hoy por hoy ninguna duda. Philip Glass (Baltimore, 1957), uno de los compositores más famosos del planeta -por óperas como Einstein on the beach y bandas sonoras como Mishima y Las horas- y reconocibles (por sus estructuras repetitivas de su música, o lo que se suele denominar ‘minimalismo’) tiene claro que la ópera es el género más completo. En estos días, ensaya por las mañanas su próxima ópera ‘The perfect american’ (El americano perfecto) en el Teatro Real  y saca tiempo para terminar unos estudios para piano que inició hace ya mucho años.

«En la ópera tenemos música, texto, imágenes y movimiento, es decir los cuatro elementos...la ópera es la reina de las artes y además implica siempre un trabajo de equipo en el que todos aprendemos de los demás», aseguraba esta mañana en el Teatro Real, ante un reducido grupo de periodistas, y bajo la mirada complacida de su director artístico, Gerard Mortier.

Fue precisamente Mortier el urdidor de este último proyecto operístico de Glass que verá la luz el próximo día 22 de enero, y que ha despertado una enorme expectación internacional. No todos los días Glass estrena una ópera, ni todos los días nace una ópera sobre uno de los personajes más célebres de la historia contemporánea, conocido por niños mayores de los cinco continentes: Walt Disney.

Mortier le hizo llegar a Glass la novela homónima de Peter Stephan Jungk que relata con crudeza y sentimiento los últimos meses de la vida del creador de personajes animados como Mickey Mouse, Blancanieves o el pato Donald. Un personaje «conservador» y «visionario», como lo define Glass. Y que poseía lo que todos los personajes que le han interesado en su carrera ( como Gandhi a quien dedicó la ópera ‘Satyagraha’) poseen: «los pies en el barro y la cabeza en las nubes».

Preguntado acerca de si la visión que se da del personaje es simpática, antipática o indiferente, Glass contestaba afirmando que Disney fue un personaje de su época y ha llegado a compararlo con su propio padre, que, ha añadido «no era una mala persona». También le compara -en el terreno artístico, profesional- con Jean Cocteau y Andy Warhol.

Un artista, un dibujante, Warhol, Licoln… y un tren

Además, Disney -ha recordado Glass- fue uno de los primeros en utilizar la música clásica en sus películas (gracias a él, y al orquestador Leopold Stokowski, muchos escucharon por primera vez a Dukas o a Beethoven).

Puesto que tradicionalmente la ópera ha combinado arte y entrenimiento, una ópera sobre Disney, ha concluido Glass, es absolutamente pertinente. Y ésta nueva ópera, ‘El americano perfecto’ , que como toda ópera tiene que tener «su propio y singular lenguaje» retrata más los sentimientos de Disney que los hechos de su vida.

una ópera sobre Disney es absolutamente pertinente

En cuanto al libreto, Glass ha contado que él aparecen como en el libro personajes de carne y hueso como de Dantin (el dibujante despedido, antagonista de Disney), Andy Warhol, o el niño que ocupa la cama contigua a la de Disney en el hospital, a quien le confiesa: «yo nunca hice un dibujo pero sin mí no existirían ninguna de las películas». E incluso el autómata de Lincoln con quien el mago de los sueños mantiene un curioso y entrecortado diálogo.

En cuanto a la propia partitura, Glass ha explicado que no ha querido utilizar música popular estadounidense y que las únicas referencias que deberíamos encontrar son a su propia obra anterior. Para crearla pensó primero en Warhol: «el lenguaje musical que describiera a Warhol debería servir para describir a Disney», ha explicado. El resultado: «un lenguaje armónico contundente que utiliza colores primarios y rasgos disonantes (…), aunque como saben mi música es tonal»

Glass ha elogiado la calidad del coro titular del Teatro Real y ha desvelado uno de sus números en el que el coro enuncia los nombres de las ciudades (las estaciones de tren que apasionaban a Disney)  que separan Missouri-donde el creador vivió su infancia- y la costa este, donde desarrolló su carrera. «Algo muy hermoso para un estadounidense como yo»