PONTIGGIA DEJA LA DIRECCION ARTÍSTICA DE LA OPERA DE LAS PALMAS
Ulises Jaén le sustituye como coordinador en un nuevo modelo de gestión participado por el Ayuntamiento y la Fundación Auditorio-Teatro, que incluye el cierre de los Talleres de Opera.
Mario Pontiggia, aplaudido director artístico, escenógrafo y director de escena de las temporadas de Amigos Canarios de la Opera (ACO) dejará estas funciones a finales del próximo septiembre, de común y amigable acuerdo con la directiva de la entidad. En condición de coordinador artístico asumirá parte de esas funciones Ulises Jaén, esposo de la soprano valenciana Isabel Rey, que acaba de impartir un cursillo de canto en las dependencias del Museo Poeta Domingo Rivero, de Las Palmas de Gran Canaria.
Es éste uno de los puntos más destacados del profundo cambio del modelo de gestión que aborda ACO a resultas de la pérdida de aportaciones públicas sobrevenida con la crisis económica. La minoración continuada de los presupuestos y la voluntad de mantener un digno nivel de calidad, acumula hasta hoy un déficit de 380.000 euros que es urgente enjugar actuando sobre las causas que lo provocan. Esas causas son de índole exclusivamente artística por vincularse primordialmente al mantenimiento de los talleres de producción teatral que han hecho posible el estreno absoluto de escenografías de nivel europeo, con vestuarios igualmente originales de gran empaque. Dolorosamente, estos talleres quedarán clausurados por su coste anual y su incidencia en el capítulo de gastos generales que se va cubriendo con la recaudación mensual de unos 40.000 euros procedente del pago aplazado de cuotas de los abonados.
A partir de la temporada de 2015, que hará el número 48 de las celebradas con rigurosa continuidad anual desde el año 1967, se pondrá en práctica el sistema de alquiler que en la actualidad practican la gran mayoría de las casas de ópera del mundo. Posibilita tarifas muy asequibles por amortización sucesiva de los costes de producción. A título de ejemplo, el alquiler a Palma de Mallorca de los celebrados decorados y vestuario completos del «Otello» de Verdi, programado para el año próximo, costara 20.000 euros, además de los honorarios del director de escena y su asistente, y los portes de ida y vuelta.
El cambio de gestión se extiende a un acuerdo, por ahora verbal, de colaboración y producción con el Ayuntamiento de Las Palmas y la Fundación Auditorio-Teatro, que evitará la repetición de los problemas registrados hasta las vísperas mismas del primer telón de 2014. A punto estuvieron de provocar la cancelación de la temporada y fueron superados por una decisión de última hora del alcalde Juan José Cardona. En adelante, las temporadas no serán exclusivamente de ACO, sino de ACO-Fundación Auditorio-Teatro.
Los títulos programados para 2015 son «Otello», «Don Pasquale» de Donizetti, «Fausto» de Gounod y «Madama Butterfly» de Puccini. Además, están muy avanzadas las negociaciones para un concierto fuera de abono de la estelar mezzosoprano Elina Garança, una de las grandes divas internacionales de la actualidad, en el Auditorio Alfredo Kraus en junio de dicho año, como cierre de las funciones de temporada. En este caso, la contratación sería de la Fundación Auditorio-Teatro, como también la recaudación de taquilla.
La dimisión de Mario Pontiggia, extraordinario profesional de la gestión y admirado artista en la creación de nuevas producciones, no significa un alejamiento definitivo de ACO, pues prestará sus servicios en reposiciones de sus mejores logros -por ejemplo, la «Butterfly»- y en la puntual dirección escénica de títulos en que coincidan su interés personal y el de la renovada asociación. También será muy sensible el cierre de los Talleres de producción de decorados y vestuarios, que durante muchos años han sido justo título de orgullo de ACO al propiciar una gran autonomía creativa y ser importante escuela para los interesados en las artes del teatro. En círculos allegados a la directiva se vive esta transición con sincero sentimiento, aunque es de general consenso la necesidad de ahorros significativos, reducir el déficit hasta su eliminación y garantizar con ello la continuidad indefinida de las temporadas de Las Palmas, sólidamente consolidadas en el mapa operístico español y prestigiosas en el extranjero. El imperativo categórico es la crisis económica, sin más circunstancias coadyuvantes.
OW