En su primer álbum en solitario, para el sello Ibs Classical y con el título P’ra você, la soprano Raquel Lojendio y Chiky Martín desde el piano, lo consagran enteramente a la canción sudamericana de concierto donde Heitor Villalobos, Alberto Ginastera y Carlos Guastavino son los autores que adquieren mayor protagonismo. La cantante tinerfeña, una artista en continuo ascenso con un amplio repertorio y una presencia destacada en los teatros españoles, transmite toda la melancolía, el anhelo y la nostalgia que atraviesa estos pentagramas hermosos, refinados y encantadoramente melódicos.

El viaje da inicio en Brasil con dos canciones de Jayme Ovalle (Modihna y Azulao), Carlos Pagliuchi (con su sentimental A Casinha Pequenina) y la sensual y balanceante Tonada pra voce de Óscar Lorenzo Fernández. Pero si nos agrada mucho la fonética portuguesa y el sentimentalismo brasileño, que Villalobos erige a los más altos niveles en ejemplos como Melodía sentimental y la quejumbrosa Cançao do Marinheiro, no dejan menos indiferentes las canciones en español de Ginastera, con creaciones como Triste, Zamba y Arrorró, en las que introduce leves concesiones a la atonalidad, o las de mayor raíz popular como Canción de la luna lunanca y la conocida Canción al árbol del olvido, a ritmo de deliciosa vidalita.
Quizá con Guastavino, del que se recoge la mayor selección, la sencillez y la belleza se acentúan, un compositor que es toda una autoridad en la canción argentina por lo cuidado, honesto y directo de su expresión musical. Así, aquí hallamos pequeñas joyas como Cuando acaba de llover, El Sampedrino, La Tempranera, Pueblito, mi pueblo, Bonita rama de sauce o La rosa y el sauce, concluyendo con la archiconocida Se equivocó la paloma que versionó nuestro Joan Manuel Serrat. En todo este recorrido la vocalidad de la canaria se mueve con entera facilidad y soltura, exhibiendo su acostumbrado timbre cálido y aterciopelado. La cantante articula con esmerada dicción y resalta la verdad expresiva de cada texto, confiriendo ese delicioso aire de abandono a las notas de Ovalle y dramatismo a las de Villalobos, transitando por un registro central que requiere ocasionales exigencias en el agudo y donde muestra sus dotes de gran artista. Una auténtica delicia para disfrutar con las esencias y fragancias de América del Sur que la soprano Raquel Lojendio transmite con todo su encanto vocal y entrega emocional, secundada con complicidad y atención al detalle por Chiky Martín desde el piano.
Germán García Tomás