Esbjörn Svensson, líder de E.S.T, fue uno de esos soplos de aire fresco para el arte de las musas.
Pianista de «jazz» ( su música abría nuevas puertas), amante de Bach y Bartok, improvisador nato y grandísimo músico, que nos dejó en 2008, a los 44 años, mientras practicaba el submarinismo.
Estaba a la cabeza de E.S.T, una formación en trío junto con el contrabajista Dan Berglund y el baterísta Magnus Öström. Comenzaron su andadura en la década de los 90, en su Suecia natal, para ir poco a poco expandiéndose hasta llegar a coronar la cima del jazz europeo, y sin duda, reconocidos en todo el mundo como uno de los grandes tríos del género.
En este tipo de formato la palabra jazz siempre ha sido hermana, pero ésta vez era usada como bandera de la libertad musical. Basta con escuchar piezas como Tuesday wonderland, Seven days of falling o Goldwrap para darse cuenta de que, las etiquetas, cuando se habla de música, son algo completamente superfluo.
Con impresionantes directos en los que improvisaban incluso el repertorio, de manera que en ocasiones se miraban preguntándose realmente qué vendría a continuación, haciendo participe al público de esos momentos.
Para hacerse una idea del grado de profundidad al que llegaba Esbjörn, baste decir que al haber finalizado la pieza le era imposible comunicar a los espectadores cuál era el título de la misma, ¡ya que lo había olvidado!
En definitiva, un gran artista al que por suerte, gracias a sus excelentes grabaciones, podemos seguir escuchando, aunque se haya deslizado en el infinito.
Danols