Un año más, y ya van cuatro, hemos tenido el honor de entregar los Premios Voces del Año, que en esta edición han recaído en: Saioa Hernández, mejor voz femenina del Año, Carlos Cosías, como mejor voz masculina del año, Luis Cansino, premio especial a la trayectoria profesional, y la nueva categoría que hemos implantado en esta edición, el Premio a la Voz de Oro, que ha recaído en el insigne tenor Don Pedro Lavirgen.
Córdoba, ciudad amante de la lírica, nos ha acogido maravillosamente, y queremos agradecer la buena disposición que la ciudad y sus instituciones han mostrado para que esta fiesta de la lírica española pudiese celebrarse en esta hermosa y mágica ciudad.
Amigos de la Lírica tiene por finalidad principal el desarrollo y potenciación de las grandes voces líricas que tiene nuestro país; que entendemos que no gozan de toda la relevancia e importancia que merecen por su calidad actual, por su trayectoria histórica y por el trabajo tan constante y profesional que realizan nuestros artistas líricos. Es contradictorio y contraproducente para la buena salud de la lírica en España, que nuestros artistas líricos triunfen en todo el mundo y que en cambio, dentro de nuestras fronteras, veamos cómo los grandes teatros y las temporadas líricas que en los mismos se celebran, se olvidan de nuestros artistas, dando prioridad, preferencia y relevancia a artistas extranjeros que, en bastantes ocasiones, no gozan ni de la calidad ni de la brillante trayectoria profesional que ostentan nuestros cantantes. Entiéndase bien que no estamos en contra de las grandes figuras de la lírica internacional, sino todo lo contrario, pero no nos parece que sea una política madura y seria que casi todos los papeles principales se destinen a artistas de fuera; sobre todo cuando esas temporadas están financiadas en gran medida con fondos públicos de todos los españoles. Esperemos que el trabajo de entidades como la nuestra, con el apoyo que estamos recibiendo del mundo lírico español, y las actividades que estamos realizando, sean el germen para que en un futuro próximo se le dé en España a los artistas líricos españoles el papel y la relevancia que ostentan en el panorama internacional.
Buena muestra de esa calidad ha sido el ejemplo que nos han trasladado los premiados, tanto a lo largo del año pasado como en la propia gala de entrega de premios Voces del Año. Saioa Hernández nos ha lo merecido del premio otorgado, interpretando Luisa Miller, el Vissi d’arte y la romanza de Los Claveles; su voz amplia y llena de matices, que le está llevando a triunfar en los grandes teatros del mundo, acompañada de las grandes voces de la lírica internacional, merece un mayor protagonismo dentro de nuestros teatros, y que estamos seguros que una vez superada la sordera de algunos, ocupará el lugar que le corresponde por su calidad. De Carlos Cosías, poco nuevo podemos decir que no se haya visto acreditado por sus éxitos en los teatros españoles a lo largo de una carrera impecable; su forma de emisión, que refleja una gran técnica y un dominio de grandes recursos vocales, ha destacado (a pesar de encontrarse efectado por los efectos del invierno y de los bruscos cambios de temperatura en estos días) en su interpretación del “Lamento di Federico”, derroche de buen gusto y elegancia en el canto, sin estridencias ni artificios ajenos a la pureza técnica del canto, y en su “Bella enamorada”, con la que emocionó a todo el público asistente. De Luis Cansino, su propia vida y los éxitos obtenidos a lo largo de su amplia carrera, hablan por sí mismos, sin que haya nada que añadir. Una vez más acreditó cómo una voz de barítono, sustentada en una técnica muy depurada y apoyando sus interpretaciones en una gran fuerza expresiva e interpretativa, son las recetas para el éxito; y la humildad y un trabajo constante y con rigor son los ingredientes para un éxito prolongado en el tiempo. Una voz en esplendor y en plena madurez que, unida a su gran experiencia sobre las tablas, nos brindará muchas noches de triunfos, y para los aficionados grandes momentos de disfrute.
Un momento muy especial de la noche ha sido la concesión del Premio a la Voz de Oro a Don Pedro Lavirgen; así, escrito con el Don delante, por caballero y señor del canto lírico. En Amigos de la Lírica creemos firmemente que hay artistas cuya trayectoria, sus vidas, su ejemplo, sus éxitos y sus voces, han dejado de ser simples méritos o referencias históricas, para convertirse en “patrimonio cultural inmaterial” de todos los españoles. Hay grandes cantantes líricos cuyo arte perdurará por los siglos venideros, y entre ellos nadie duda de que si alguien ha ganado ese espacio por mérito propio es Don Pedro Lavirgen. Cantante entre los cantantes y maestro entre los maestros.
Sus nietas, Marta y Pilar, recibieron en nombre de su abuelo este premio tan especial, ya que un problemilla de salud impidió a última hora a Don Pedro asistir a este acto que tanta emoción y tanta ilusión le ha provocado. Las palabras que Don Pedro escribió para este momento han sido emocionantes y han llegado al corazón de todos los presentes. Una vez más dejó claro, no sólo su gran humildad y su grandeza como persona de bien, sino su inmenso amor por esa gran mujer que es el sustento y apoyo de su vida y de su canto, su hermosa Paquita; musa de su canto, de su arte y de su ser.
Su Carmen, la ópera por la que siempre será recordado, sirvió para homenajear al Maestro de Oro. Juana Castillo, esa gran soprano dramática cordobesa con la que ha compartido varias veces el escenario, (premio a la trayectoria profesional en la III Edición de los Premios Voces del Año), y con la que ya retirado de los escenarios cantó su última Carmen, le dedicó una Habanera de gran belleza y sentimiento, la que tantas veces admiró a Don Pedro. Luis Cansino, uno de los alumnos predilectos del maestro Lavirgen, le agasajó con un “Toreador” lleno de la vehemencia y fuerza que Don Pedro imprimía a su canto. Y Don Pedro, Don José, se hizo presente en el Gran Teatro cuando el aire de Córdoba se perfumaba de los sonidos de esa Flor que será irrepetible y única.
Durante toda la gala los artistas estuvieron acompañados al piano por el joven y brillante pianista Diego Rivera. Con Bach dejó claro, desde el primer momento, sus grandes cualidades como concertista, a pesar del nerviosismo que genera la participación en eventos de esta importancia. Acompañó a los artistas en toda esta larga y variada gala sin buscar el protagonismo, con delicadeza y con sencillez; al servicio de los artistas. Le auguramos un brillante futuro.
En Amigos de la Lírica somos inconformistas; la IV Edición de los Premios Voces del Año nos ha llenado de satisfacción, pero ya estamos trabajando para que la V Edición sea mejor. Aunque he de reconocer que cada año que pasa nuestros cantantes líricos españoles hacen que la toma de decisiones en los premios sea más difícil, pues tenemos una pléyade de artistas que merecen el premio y todos los reconocimientos.
José M. Grande Morlán, Pte. Amigos de la Lírica