XXVIII Temporada de Ópera, Teatro Municipal de Palma de Mallorca
Domingo, 23, 26, 28 febrero, 2 de marzo de 2014.
Arropado por una bella, lujosa y efectiva producción dentro del más puro estilo tradicional procedente del Teatro Villamarta de Jerez y apostando por un reparto en su mayoría mallorquín, Rigoletto, de Giuseppe Verdi, una de las óperas más queridas del gran público, ha sido el segundo título escogido por el Teatro Principal de Palma de Mallorca en esta, su XXVIII Temporada lírica.
Dirección vibrante y de gran intensidad la del maestro José María Moreno. Encomiable su rigor constructivo y lógico en la planificación de los tempi, realizó una labor clara y equilibrada, mostrando nervio y seguridad, obteniendo un excelente rendimiento de la orquesta, banda de música en el primer acto y del coro, que sonaron maravillosamente bien a lo largo de toda la obra. Genaro Sulvarán, si bien es un barítono de buena línea, fraseo nítido y preciso, (toda la parte lírica fue irreprochable), la construcción del personaje resultó algo desdibujada y monolítica. En el primer acto se echó en falta una expresividad más desprendida para delinear mejor la parte más bufa y satírica del personaje. Rigoletto tiene una tesitura amplia pero además es de una enorme complejidad psicológica, si bien en los dúos con su hija Gilda hubo algo de calor en las frases más sensibles, una dosis más desgarradora en el segundo pero al final de tercer acto hubiese sido necesario dotar de más humanidad al personaje.
Josep Bros, volvía a reencontrarse después de 22 años con el libertino y seductor Duque de Mantua en este mismo escenario, pues fue aquí donde lo debutó . Voz suave, dúctil, estupendo de línea y noble de acento. Gilda, tradicionalmente es un papel de lucimiento para sopranos de coloratura en el primer acto, pero no es un rol netamente virtuoso, el personaje empieza a crecer en el segundo acto, y el paso de niña a mujer ha de notarse, y a partir de ahí el drama va in crescendo hasta el final, y el personaje no se sostiene sólo con una bonita voz y cuatro gorgoritos. Maia Planas, sin ser una soprano ligera, sin poseer una voz netamente verdiana, y sin los medios más idóneos para encarnar a Gilda, gracias a su porte frágil, aspecto candoroso e inteligencia musical supo hacerse con el personaje desde el primer momento dotándolo de gran credibilidad. Aunque anduviese algo justa en las agilidades que requiere el “Caro nome”, su interpretación fue ganando tantos para culminar en un tercer acto cargado de plena emoción.
Pablo López, resolvió su Sparafuccile con buen oficio y buena interpretación escénica, no así la mezzo Frédérique Sizaret, muy apurada como Maddalena, notas graves poco ortodoxas y un angustioso engolamiento que desmereció la grandiosidad escénica del tercer acto. Muy solvente Antonio Aragón como Borsa, y simplemente correctos Miguel Sola como Monterone y Bartomeu Bibiloni como Marullo.
Rigoletto: Genaro Sulvaran
Il Duca: Josep Bros
Gilda: Maia Planas
Sparaffucile: Pablo López
Maddalena: Frédérique Sizaret
Antoni Aragón: Borsa
Bartomeu Bibiloni: Marullo
Miguel Sola: Monterone
Dirección Musical: José María Moreno
Cor del Teatre Principal de Palma
Orquestra Simfònica de les Illes Balears
Dirección Escénica: José María Moreno
Una producción del Teatro Villamarta de Jerez.
Juan Carlos Reyes