Cuando todo está en sus sitio las cosas funcionan debidamente. Y esto es lo que ha ocurrido con la ópera Roberto Devereux de Donizetti en Bilbao dentro de la Temporada de ABAO en el Euskalduna.
Roberto Devereux no es una de las ópera más habituales de Donizetti en los teatros y no es comprensible por cuanto ofrece una partitura magnífica con novedades muy interesantes en la forma compositiva del músico de Bergamo.
La producción proviene de la temporada de1998 de Las Palmas de Gran Canaria aunque con mejoras que la adaptan al gran teatro bilbaíno. La firma Mario Pontiggia que realiza un gran trabajo con la actuación de los intérpretes. La escena es sencilla pero suntuosa y elegante, aunque incluye algún elemento decorativo anacrónico.. El vestuario es bellísimo.
Vocalmente no se puede pedir más. Anna Pirozzi encarno a la reina Elisabetta de forma admirable. Posee una voz adecuadísima para el personaje; voz potente y muy expresiva y facilidad para la coloratura. Gregory Kunde cantó un Roberto con plenitud. Este tenor todo terreno nunca decepciona si bien en unas ocasiones está mejor que en otras, cosa normal. Aquí estuvo mucho mejor que en Madrid en la misma ópera. Las variaciones que introdujo en las cabaletas fueron de gran belleza. Alessandro Luongo encarnó al Duque de Nottinghan con un volumen de voz más que suficiente, con muy buena proyección y expresividad. Elegantísimo y musical con un magnífico legato. Silvia Tro Santafé estuvo espléndida, también bastante mejor que en Madrid. Es una artista en alza que gana en cada interpretación. Correctos los secundarios.
La dirección musical corrió a cargo del maestro Josep Caballé Doménech quien dirigió con intensidad y matices a la Orquesta Sinfónica de Euskadi que respondió muy bien a las indicaciones del maestro. Correcto el Coro.
El público bilbaíno tan amante de las buenas voces respondió con entusiasmo los números cerrados y especialmente al final de la representación.
Francisco García-Rosado
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