‘Rodelinda’ en el Met, el triunfo del caballo en Nueva York

                                                         Rodelinda en el Met Por Carlos J. López Sánchez

Hace apenas tres siglos que Georg Friedrich Handel compuso su Rodelinda, Regina De’ Longobardi y es seguro que en la mente del genio alemán no estaban las posibilidades que su nueva ópera seria tendría en la Metropolitan Opera de Nueva York en 2022. Que los programadores del Met recuperen esta Rodelinda una vez más obedece no sólo a la necesidad de amortizar la inversión de una producción de dimensiones considerables para una ópera barroca, sino también al interés artístico de complementar el cartel de la temporada con un título del s. XVIII y de traer el barroco a un teatro pensado para óperas de mayor formato.

Un momento de ‘Rodelinda’ de Handel (c) Ken Howard / Met Opera 2022

La producción de Stephen Wadsworth no es nueva. Los aficionados de Nueva York la pudieron ver por vez primera a finales de 2004, con Renée Fleming y Stephanie Blythe, entre otros, a las órdenes del propio Harry Bicket. Después de las reposiciones de 2006 y 2011, regresa hoy igual de mala, pero acaso algo más añeja y descafeinada. La acción se traspasa del medievo original a la época del Milán barroco, contemporáneo a Handel. Pese a que Wadsworth mimetiza así la música con lo visual, el libreto y su dimensión histórica se ven ninguneados en este innecesario salto de mil años. Así, no se entiende bien quién es Rodelinda, ni por ende ninguno de los demás personajes, que por momentos aparecen como malos actores intentando hacer veraz un texto que hace aguas a la luz de la puesta en escena. Rodelinda en el Met

Flavio, el hijo de los soberanos longobardos, está siempre presente como testigo mudo y protagonista inopinado de la acción. Su alucinada expresión de incomprensión ante muchas de las escenas de la ópera era, a fe cierta, compartida por gran parte del público neoyorkino, que se vio obligado a dilapidar su atención en una escenografía fallida pese a su lujo y vistosidad. En Nueva York, empero, se sigue aplaudiendo este tipo de pastiches monumentales y abigarrados, con desfile de caballo percherón y carrusel de maquinaria escénica incluidos.

Otro momento de ‘Rodelinda’ de Handel (c) Ken Howard / Met Opera 2022

En cuanto a la música, pocos peros se le pueden poner al refinado gusto de Harry Bicket, que le saca brillo a la partitura de Handel para hacerla sonar fresca y expresiva, llena de colores y matices, sin caer en la afectación o el efectismo. Esa elegancia se transmite desde el foso a los solistas, muy bien arropados por el maestro inglés. Fue realmente un lujo disfrutar de la profundidad dramática del continuo, cuidado al extremo por la mano atenta de Bicket, que supo cuándo liberar la creatividad de sus músicos y cuándo ceñir la línea orquestal en un todo limpio y natural. Rodelinda en el Met

El elenco vocal cumplió con nota su cometido. Destacó por las prestaciones de su voz la soprano sudafricana Elza van der Heever, muy segura y asertiva en el rol protagonista. Su potente presencia escénica coadyuvó a la espectacularidad de su actuación, que tan solo se vio enturbiada por una emisión demasiado abierta en el primer acto, si bien sus intervenciones encontraron caminos más cuidados durante el resto de la obra. De nuevo aciertan los programadores recurriendo a un instrumento con arrestos, tal vez algo alejado de la ortodoxia de la vocalidad haendeliana, pero acorde a las dimensiones del Met. Toda una evolución desde la Rodelinda originaria de Fleming, cincelada y poética, a la contemporánea de van der Heever, audible, ancha y pasional.

Elza van den Heever (Rodelinda), Iestyn Davies (Bertarido) y Sasha Cooke (Eduige) en ‘Rodelinda’ de Handel (c) Ken Howard / Met Opera 2022

No le fueron a la zaga los solventes contratenores. Anthony Roth Constanzo estuvo impecable como Unulfo, con precisión láser en las agilidades y una línea de canto que aunaba el cuidado idiomático con expresivas inflexiones, necesarias en un personaje que debe vertebrar la acción. Iestyn Davies fue un Bertarido menos ágil en el adorno y más comedido en lo actoral, pero de bello timbre y elegante presentación.

Enamoró con la belleza de su sonido y la voluptuosidad de su línea de canto la mezzo texana Sasha Cooke, que tuvo un desempeño brillante en la noche del estreno. La artista parece lista para papeles de mayor envergadura. Rodelinda en el Met

El bajo barítono checo Adam Plachetka demostró su versatilidad como Garibaldo, en una actuación sólida y creíble. Plachetka es un gran actor y su voz tiene una calidad sorprendente en un cantante de su juventud. El artista lo canta todo bien y sigue cosechando buenos resultados en Nueva York. No lo veremos cantar un papel que le venga grande, pues Plachetka parece comprender que el tiempo está de su parte y no se deja arrastrar hacia papeles para los que su voz no está aún preparada.

Sasha Cooke como Eduige en ‘Rodelinda’ de Handel (c) Ken Howard / Met Opera 2022

Por su parte, la actuación del tenor americano Paul Appleby como Grimoaldo no pasó de discreta, pese a su buena disposición. Inseguro en el apoyo y borroso en las agilidades, hurtó a la ópera el malvado pretendiente al trono, si bien dejó detalles de estilo en una media voz acariciada desde el foso.

La Metropolitan Opera no falló a los amantes del barroco con la elección de Harry Bicket. El maestro inglés es siempre una apuesta segura en este repertorio. En cuanto a lo visual, baste subrayar que lo más celebrado a la salida del público fueron el estoicismo y las hechuras del caballo en escena. Rodelinda en el Met

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Metropolitan Opera de Nueva York, a 11 de marzo de 2022. Rodelinda, reina de Lombardía, ópera seria en tres actos con música de Georg Friedrich Händel y libreto en italiano de Nicola Francesco Haym. Dirección Musical: Harry Bicket. Orquesta y coro de la Metropolitan Opera (director del coro: Donald Palumbo). Producción: Stephen Wadsworth, Diseño escénico: Thomas Lynch, Vestuario: Martin Pakledinaz, Iluminación: Peter Kaczorowski. Continuo: Jory Vinikour (clave), Kari Jane Docter (Chelo), Daniel Swenberg (Tiorba/Laud), John Lenti (Tiorba/Guitarra Barroca). Reparto: Elza van der Heever (Rodelinda), Paul Appleby (Grimoaldo), Adam Plachetka (Garibaldo), Sasha Cooke (Eguide), Iestyn Davies (Bertarido), Anthony Roth Constanzo (Unulfo), Brandon Chosed (Flavio).

Opera World Rodelinda en el Met