Una de las principales características de R. Strauss, G. Mahler y R. Wagner es la sublimidad con la que utilizan la orquesta, sin embargo, en esta ocasión vamos a comentar un repertorio completamente a capella gracias a BR Klassik y al Chor des Bayerischen Rundfunks.
Cuando leí el nombre de los tres compositores cuyas obras integran el disco de BR Klassik, automáticamente pensé en amplísimas orquestas y la genial maestría con la que estos autores manejan esa formación, pero se trata de un trabajo íntegro a capella, en el que los tres compositores son interpretados, ya sean piezas originales o arreglos, por el Chor des Bayerischen Rundfunks, dirigido por Peter Dijkstra.
El disco comienza con Der Abend op.34 Nr.1 de Richard Strauss, pieza que, lejos de la gran majestuosidad de algunas piezas del músico alemán, nos acerca, a capella, a un faceta más intimista del mismo. Y precisamente el intimismo tan propio de la Música de Gustav Mahler está presente en Die zwei blauen Augen y en Ich bin der Welt abhanden gekommen que, gracias al excelente arreglo de Clytus Gottwald, no pierden la personalidad, la atmósfera introvertida que sugiere la música del compositor bohemio pese a ser una versión a capella.
De nuevo la música de Richard Strauss aparece en el disco Drei Männerchöre nach Gedichten von Friedrich Rückert, en cuyas tres piezas podemos escuchar, a capella, una música llena de delicadeza en algunos momentos, de alegría en otros, siempre desde la gran habilidad con la que el músico alemán maneja el coro y con la riqueza armónica que caracteriza al mismo.
Richard Wagner está presente en este disco, gracias a otro magnífico arreglo para coro a capella de Clytus Gottwald, con tres fragmentos de Tristan e Isolda en los que hay que destacar que la atmósfera mágica que evoca magistralmente Wagner en su ópera no se ve deteriorada en esta curiosa versión. In Treibhaus, Träume y el célebre Isoldes Liebestod son los fragmentos ofrecidos por un coro que consigue transmitir esas sensaciones tan especiales que el músico alemán creaba, lirismo y solemnidad, recogimiento y fuerza en esa música armónicamente excelsa y llena de expresividad.
El disco concluye volviendo a la música de Richard Strauss, en concreto a Hymne op.34 Nr.2, pieza en la que, de nuevo a capella, Strauss parece inspirarse en épocas pasadas pero sin perder su identidad, lírica e intimista en algunos momentos y grandiosa y enérgica en otros.
La música de estos tres geniales compositores del ámbito germano tiene a un brillante ejecutante en el Chor des Bayerischen Rundfunks, espléndidamente dirigido por Peter Dijkstra. Las voces, perfectamente compactadas, son el vehículo, a capella, para realizar matices perfectamente trabajados, con una afinación sobresaliente y una interpretación que transmite de forma convincente la personalidad artística de estos músicos tan difíciles de ejecutar con buen nivel. No puedo dejar de recomendar este disco, tanto a los aficionados a la música de estos tres artistas, como a los aficionados a la música coral, en cuyo repertorio no suelen estar presentes obras de esta etapa romántica y post-romántica que, sin embargo, son aquí ofrecidas a un alto nivel.
Emilio Lacárcel Vílchez