Segundo reparto de Madama Butterfly: la diferencia entre lo bueno y lo excepcional

Segundo reparto de Madama Butterfly
Segundo reparto de Madama Butterfly

El Teatro Real ha programado dos repartos para esta Madama Butterfly, que, como de costumbre, hay que considerarlos como alternativos, al ser los precios de las localidades idénticos en ambos casos. Sin embargo, la diferencia de calidad ha sido importante, como ha sido también el resultado artístico de la representación, que ha quedado por debajo del día anterior, aunque el resultado global ha sido bueno.

La nueva Cio Cio San era la soprano china Hui He, cuya actuación hay que considerarla como convincente. La voz es más amplia que la de Ermonela Jaho, con toques más dramáticos y hasta adecuados para algunos pasajes, pero no llega al nivel de emoción que pudo ofrecer la soprano albanesa el día anterior. Podemos hablar de una buena interpretación de la geisha, aunque la diferencia entre lo bueno y lo excepcional sea importante. A diferencia de la última vez que la vi en personaje, elimina ahora el temible sobreagudo de su entrada en escena.

El tenor italiano Andrea Caré no pasó de la corrección en la parte de Pinkerton. La voz es adecuada y resulta atractiva, pero en más de una ocasión se le ve un tanto forzado y tampoco es un modelo de expresividad.

La mezzo-soprano catalana Gemma Coma-Alabert lo hizo bien en Suzuki, aunque la voz queda claramente por detrás en cuanto a calidad comparada con la de Enkelejda Shkosa.

Segundo reparto de Madama Butterfly
Segundo reparto de Madama Butterfly

El barítono Luis Cansino fue un más bien modesto Sharpless. Su interpretación fue correcta, pero en más de un momento la voz no llegaba con claridad a la sala.

La otra novedad del reparto fue la presencia de Scott Wilde como Zio Bonzo. La voz es amplia, pero con claros signos de fatiga. Junto a él repitieron actuación Tomeu Bibiloni en Yamadori y Marifé Nogales en Kate Pinkerton.

El Teatro Real ofrecía una entrada de alrededor del 95 % de su aforo. Seguramente, hubo venta de entradas a última hora para jóvenes a precios reducidos, ya que las localidades libres por la mañana estaban ocupadas por jóvenes aficionados. El público ofreció una calida recepción a los artistas, siendo los mayores aplausos para Hui He y Marco Armiliato. Los demás no fueron mucho más allá de la cortesía.

La representación comenzó puntualmente y tuvo una duración de 2 horas y 56 minutos, incluyendo un intermedio. Duración musical de 2 horas y 17 minutos. Siete minutos de aplausos.

El precio de la localidad más cara era de 214 euros, habiendo butacas de platea desde 204 euros. La entrada más barata con visibilidad costaba 35 euros.

José M. Irurzun