Los conciertos de la Hispanic Society son una de esas joyas culturales que pugnan por alcanzar el sitio que merecen en el ingente panorama artístico-musical de Nueva York. El pasado jueves pudimos asistir a ´Selva Musical´, el primer concierto de la temporada de la Hispanic Society, con los conjuntos Meridionalis y Momenta Quartet y el guitarrista barroco Adam Cockerham, bajo la dirección de Sebastián Zubieta.
Mientras la Hispanic Society of Ameirca completa la renovación integral de su sede en Manhattan, sus tesoros musicales salen al encuentro de los neoyorkinos. Desde 2010, cada año se organiza una serie de conciertos gratuitos que recuperan y ponen en valor lo mejor de la Hispanic Society Music Collection. En
la temporada 2019-2020, la directora de programas Mencía Figueroa propone tres veladas musicales con el sugerente título ´Transatlantic Baroque: Baroque Spanish Poets & Composers On Both Sides Of The Atlantic´. El tríptico se ofrece bajo la batuta de Sebastián Zubieta, director musical de la Americas Society, con artistas internacionales, de España, Estados Unidos y Sur América.
Desde su creación en 1904 por Archer M.Huntington, la Hispanic Society of America ha conseguido completar su museo en Nueva York con más de 800 pinturas de los mejores pintores españoles, 6.000 obras en papel y mil esculturas de todas las épocas; su impresionante biblioteca es la más completa en obras hispánicas fuera de la península ibérica con más de 15.000 obras anteriores a 1701 y unos 200.000 manuscritos desde el siglo XII hasta hoy.
La biblioteca de la American Academy of Arts and Letters, cuyo edificio es paredaño con la Hispanic Society, acogió obras de Enriques de Valderrábano, Antonio Martin y Coll, Pietro Cerone, da Palestrina, Fernando Ferandiere, Gaspar Sanz y Francisco Valls.
Por separado, cada obra remitía a la época de su creación, suponía una pequeña cata en el universo de su autor, y eran explicadas por Zubieta con su pasión contagiosa. Todas juntas, sonaron como una jungla deliciosa de infinidad de matices barrocos. Las piezas interpretadas a la tiorba y la guitarra por el especialista Adam Cockerham introducían las evoluciones del conjunto de cuerdas Momenta, para después dejar el testigo a las voces de Meridionalis. Pese a la brevedad del concierto, hubo tiempo para mucho: las dulces melodías para guitarra de Gaspar Sanz y Fernando Fernandiere, los enigmas musicales encontrados en el Melopeo y Maestro de Pietro Cerone, la dulce sencillez que esconde los misterios de los sonetos de Valderrábano o la desinhibida espiritualidad de Martín y Coll.
Todo ello servido por Zubieta y sus músicos con un enorme respeto a la obra y los autores, que dejan que la música hable al espectador, creando esta estupenda Selva Musical en la que tuvimos la suerte de perdernos. Por su calidad y el entusiasmo de sus organizadores, los conciertos de la Hispanic Society so hoy el paradigma de lo que toda institución de divulgación cultural debería ser. Confiamos en que prosigan en esta senda, y que los dos conciertos que faltan para completar el ciclo continúen maravillando a los que se acercan a ellos.
Carlos Javier López