Sorpresa revolucionaria: la Iphigénie en Tauride de Pavia

Iphigénie en Tauride de Pavia  Por Bernardo Gaitán

Un artista que redefinió el teatro de su tiempo y uno de esos personajes adelantados a su época, ese fue Christoph Willibald Gluck. Como es bien sabido, el compositor alemán revolucionó literalmente el mundo lírico proponiendo una reforma a la ópera seria.  En el manifiesto publicado en 1769 expresó sus intenciones de “eliminar todos aquellos abusos que han distorsionado la ópera italiana durante demasiado tiempo y que han convertido en ridículo y molesto el más espléndido de los espectáculos”, teniendo como objetivo «devolver a la música su verdadera tarea de servir a la poesía a través de su expresión, y seguir las situaciones de la trama, sin interrumpir la acción ni asfixiarla bajo la superfluidad inútil de los ornamentos”.

Hija de esta reforma fue la transparente y delicada Iphigénie en Tauride de 1779. Un título muy arriesgado de montar, pues al no pertenecer al género belcantista, ni francés, ni alemán, ni italiano, si no se comprende el concepto gluckiano, puede acabar en fiasco. Por fortuna el estreno de la nueva producción de OperaLombardia en el Teatro Fraschini de Pavia no sufrió esta suerte. Todo lo contrario, contó con un gran equipo de creativos que hicieron de un título no tan representado mundialmente una verdadera joya lírica digna de la que presumir.

Teatro Fraschini de Pavia – Iphigénie en Tauride                                                           (c) Alessia Santambrogio 2021

El aplauso más sonoro se lo merece Emma Dante. La regista siciliana propuso una versión contemporánea completamente lógica y llena de pasión. Utilizó elementos clásicos pero con una concepción moderna. Mientras el telón se levantaba, unas telas rojas emulando olas de sangre se movían agitadas, por detrás un templo viviente aparecía lentamente. Seis mujeres encarnando a las cariátides recibían a Iphigénie en el templo de Diana y al mismo tiempo ilustraban con una ingeniosa coreografía lo que describe la tenebrosa introducciónGrands Dieux! soyez-nous secourables’.

La versión minimalista de Dante resultó sumamente ágil y entretenida, pues comprendió perfectamente el concepto que buscaba Gluck, haciendo de una tragedia lírica una fuente de verdadero placer visual. La propuesta se fortaleció con los vestuarios de época firmados por Vanessa Sannino y una sobria pero concisa iluminación de Cristian Zucaro.

En el foso de la orquesta, el talentoso Diego Fasolis, quien tan solo una decena de días antes del estreno fue llamado casi de emergencia para montar el complejo título. El director suizo demostró poseer una batuta experimentada para este repertorio. Sus tempi fueron precisos, sus adornos muy discretos y el control de la orquesta simplemente perfecto. Cuidó siempre el volumen de los instrumentistas para no cubrir nunca a los cantantes, a quienes acompañaba moviendo los labios al hilo del texto, evidenciando conocer de memoria la partitura.

Iphigénie en Tauride – Diego Fasolis (dir. musical)                                                         (c) Alessia Santambrogio 2021

Fasolis colocó detrás del escenario a las percusiones, un punto clave durante el coro de los escitas ‘Il nous fallait du sang’ y el ballet sucesivo, ambos llenos de ritmo. Por otro lado, a los tres trombones que pide la partitura los situó en un palco a la vista del público. Estas decisiones crearon un dinamismo sonoro muy interesante.

La Orchestra I Pomeriggi Musicali demostró estar conformada por avezados músicos, que fueron capaces de seguir hasta los más minúsculos requerimientos de Fasolis, en particular en el ‘Air Marqué’ del primer acto. Por su parte, el siempre entonado y correcto Coro OperaLombardia, dirigido por Massimo Fiocchi Malaspina, tuvo un óptimo desempeño.

La noche fue conquistada por la encumbrada mezzosoprano Anna Caterina Antonacci interpretando el rol protagónico de Iphigénie. La cantante ferrarese es poseedora de una elegante voz, siempre timbrada y armónica. Los colores de la Antonacci inspiraron nostalgia en ‘Ô toi, qui prolongeas mes jours’ y arrancaron suspiros en ‘Ô malheureuse Iphigénie!’, ambas arias aplaudidas por su extraordinaria interpretación tanto musical como escénica.

Iphigénie en Tauride – Anna Caterina Antonacci                                                             (c) Alessia Santambrogio 2021

El rol de Orestes, el hijo de Agamenón, fue encarnado por el barítono local Bruno Taddia, quien posee unos agudos engolados y entubados pero con un registro medio intenso y armónico. Gracias a su interpretación adecuadamente histriónica ofreció un rol sumamente convincente.

Por otra parte, el tenor Mert Süngü, quien dio voz a Pylade, fue la contraparte de su amigo Orestes. El cantante turco tiene agradables agudos y un sonoro registro central, mientras que escénicamente simplemente cumple. En ‘Ah! mon ami, j’implore ta pitié!’ fue justamente aplaudido y en ‘Divinité des grandes âmes!’ hizo un bello dueto con el oboe; gran interpretación de dos de las arias más famosas de la ópera.

En los roles secundarios nuevamente hubo un balance; el barítono genovés Michele Patti interpretó un Thoas, rey de Táuride intenso actoralmente pero con dificultades en sus agudos. Por su parte la soprano italo-mauritana Marta Leung encarnó a Diane con lindos y sonoros agudos.

Esta nueva producción de Iphigénie en Tauride recorrerá otros 3 teatros del circuito lombardo en lo que resta del año, Brescia y Como en noviembre y Cremona en diciembre. Una verdadera delicia de título que ojalá visite más ciudades italianas además de la tournée programada.

Teatro Fraschini de Pavia – Iphigénie en Tauride                                                           (c) Alessia Santambrogio 2021

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Teatro Fraschini de Pavia, 31 de octubre de 2021, Iphigénie en Tauride, música de Christoph Willibald Gluck y libreto de Nicolas-François Guillard. Iphigénie, Anna Caterina Antonacci; Oreste, Bruno Taddia; Pylade, Mert Süngü; Thoas, Michele Patti; Diane/Una mujer griega, Marta Leung; Primera Sacerdotesa, Luisa Bertoli; Segunda Sacerdotesa, Erica Rondini; Un Scita, Alessandro Nuccio; Ministro del templo, Ermes Nizzardo. Orchestra I Pomeriggi Musicali di Milano y Coro de OperaLombardia. Director musical, Diego Fasolis. Maestro del coro, Massimo Fiocchi Malaspina. Directora de escena, Emma Dante. Escenografía, Carmine Maringola. Vestuario, Vanessa Sannino. Iluminación, Cristian Zucaro. Coreógrafo y maestro de armas, Sandro Campagna. Nueva coproducción de Teatri di OperaLombardia. Iphigénie en Tauride de Pavia