Stefan Herheim dirige ‘Peter Grimes’ de Benjamin Britten en la Bayerische Staatsoper

                                                             Grimes Bayerische Staatsoper Por Luc Roger

Mientras el público toma asiento en la Bayerische Staatsoper de Múnich para una representación de Peter Grimes de Britten, capta su atención desde el escenario una sobria construcción de madera con una bóveda de cañón que recuerda el casco de un barco. El efecto de la perspectiva subraya las importantes dimensiones de esta ‘mise en abyme’ y conduce la mirada hacia el fondo, donde se encuentra un escenario cerrado por un telón. A la derecha hay un atril naranja, el único color que llama la atención, en contrate con el marrón claro de la madera natural y el gris de la cortina. Una ventana lateral aporta la luminosidad de un sol matutino. Una única puerta de entrada con un ojo de buey permite el acceso al recinto. Al retirarse el gran telón rojo, los espectadores se integran de facto en la acción que va a tener lugar; lo que se va a representar allí es también su historia.

Detalla de la escenografía de Peter Grimes, firmada por Silke Bauer (c) Luc Roger – Bayerische Staatsoper 2022

Una vez que la orquesta ha afinado, se oyen los sonidos del mar. Los gritos estridentes de las gaviotas, los silbidos del viento, el rugido del oleaje rompiendo contra las rocas. Esto es sorprendente, pues conociendo el poder evocador de la música de Britten, uno se pregunta qué pueden aportar estos sonidos. Sin embargo, al mismo tiempo, como la ausencia de telón, ayuda a integrar al público, transportándolo a la orilla del mar, en la acción. Y hacia el final de la ópera, el auditorio se iluminará como para recordarles a los asistentes que ellos también forman parte de la aldea que ha marginado a Grimes.

Con Peter Grimes, el director noruego Stephan Herheim hace una entrada triunfal en la Ópera de Múnich con un enfoque apasionado de la obra basado principalmente en la música: violonchelista de formación, hace de esta el medio dramático decisivo: su puesta en escena se inspira en -según sus palabras- «la eficacia, la economía y el teatro musical de Britten«. Siendo así, su lectura de la obra es también lo más cercana posible al libreto de Montagu Slater, en el que el misterio de Peter Grimes no ha sido resuelto. El nombre de Peter Grimes conlleva la ambigüedad que el texto de la ópera se niega a resolver: el primer nombre es el del apóstol, una roca sobre la que se asienta la iglesia, la comunidad, pero el apellido “Grimes” evoca la suciedad (“grime” significa “mugre” en inglés). La cuestión es de dónde viene esa suciedad: ¿es inherente al personaje, de su propia hechura, o proviene de la reivindicación popular que lo desprestigia y lo convierte en el chivo expiatorio de los males de la comunidad y del mundo? El segundo grumete y Peter Grimes van vestidos con el mismo traje, pero el del inocente huérfano es de un blanco impoluto mientras que el de Grimes está roñoso de innumerables suciedades.

El prólogo del primer acto comienza con una especie de juicio público: tras la investigación judicial que ha llevado a cabo, el alcalde del pueblo, Swallow, declara ante la asamblea del pueblo reunida que Peter Grimes no tiene la culpa del fallecimiento del mozo de su barco. Este murió de sed al cabo de tres días a la deriva tras una tormenta. Pero el rumor del asesinato crece. Al final de la ópera, tras la muerte de un segundo aprendiz, ninguno de los pocos aliados de Grimes puede atemperar el clamor público y detener la persecución que se produce. Y el poderoso Balstrode, otrora su defensor, incita a Peter a suicidarse diciéndole que se haga a la mar y hunda su barco. La obra termina con un suicidio asistido. El rumor ha prevalecido sobre la justicia. Grimes Bayerische Staatsoper

Stuart Skelton en el papel de Peter Grimes (c) Wilfried Hösl – Bayerische Staatsoper 2022

A diferencia de la mayoría de los directores, Stefan Herheim no intenta hacer un retrato psicológico de Peter Grimes que lo defina como un homosexual, un pedófilo o un hombre brutal, sino que se interesa mucho más por el fenómeno del comportamiento normativo y gregario de la multitud de aldeanos que convierten a Peter en una víctima expiatoria. El director convierte al coro en el protagonista de la ópera. El público está en el centro de la representación, mecido y arrastrado por los movimientos de sus tormentas interiores. Stefan Herheim logra suntuosos movimientos coreográficos que siguen los vuelos musicales como si los aldeanos, reunidos en la cubierta de un barco, fueran llevados de un lado a otro por un violento vaivén. Grimes Bayerische Staatsoper

La lograda escenografía de Silke Bauer, con su bóveda en forma de concha, funciona como un amplificador de sonido que subraya la potencia del coro y refleja mejor el canto, cuyas palabras son a menudo muy comprensibles. Un decorado único que, gracias a una ingeniosa maquinaria y al juego de cortinas, puede ampliarse o reducirse para adaptarse al lugar de la acción: puede transformarse en una iglesia o en una cabaña, en un pub-lupanar o en un salón comunitario. El escenario del palco recibe a los jurados del tribunal o se repliega para convertirse en una zona de baile para una fiesta popular. Cuando se abre el telón del escenario, la pared del fondo se cubre con vídeos de Torge Møller, que muestran la magia mística del cielo o el eclipse de un sol que es envuelto por la luna, la fascinación de las riquezas del mar con el frenesí de sus bancos de peces o el terror de una tormenta.

Serge Dorny y la Ópera de Múnich han recurrido a la ayuda de especialistas en la música de Britten. El director de orquesta británico Edward Gardner, un britteniano empedernido, está maravilloso al frente de la Bayerisches Staatsorchester.  Su grabación de Peter Grimes para Chandos es una referencia. Su dirección sensible y concentrada restablece perfectamente el tempo y los colores de la partitura. Nos explica con precisión la arquitectura de la obra y nos adentra en el caleidoscopio marino de una música que sigue las fluctuaciones del mar, nos hace escuchar los gritos de los pájaros mientras se sumerge en las siniestras profundidades del alma humana, su pequeñez, sus terrores y sus desbaratadas esperanzas. Grimes Bayerische Staatsoper

Un momento de ‘Peter Grimes’ de Stephan Herheim(c) Wilfried Hösl – Bayerische Staatsoper 2022

Stuart Skelton aporta su experiencia al personaje de Grimes, uno de sus papeles característicos. Maneja con una gran belleza lírica y una intensa espiritualidad la célebra aria del final del primer acto «Ahora la Osa Mayor y las Pléyades»: Peter entra en la taberna durante una terrible tormenta, el público ya está tenso, y su tranquila tonada no hace más que exacerbar las tensiones. Stuart Skelton parece esquivar las trampas de esta aria con la dulzura de sus notas repetidas en la zona del passaggio. La interpretación de Rachel Willis-Sørensen en el papel de Ellen Orford se puede calificar de todo un éxito: la gran soprano estadounidense expresa con una sensibilidad abrumadora el amor, la devoción, las dudas y las veleidades del alma de la maestra que espera salir de su viudez. La dolorosa «Aria del bordado», que interpreta con una increíble precisión, es uno de los momentos más conmovedores de la noche. El poderoso barítono Ian Paterson se impone con facilidad al punzante y furioso coro, que por lo demás resulta magnífico. Claudia Mahnke interpreta a una tía segura de sí misma en su calidad de dueña del bar, rodeada por dos provocativas sobrinas con minifalda y coletas de caballo interpretadas por Lindsay Ohse y Emily Pogorelc.  El grumete está interpretado por el joven y talentoso Jakob Biber, que muestra una calidad y una delicadeza interpretativa que hace arder el escenario. Grimes Bayerische Staatsoper

Cuando cayó el telón, el público permaneció un momento en silencio antes de estallar en aplausos. Y es que el Peter Grimes de Stefan Herheim interpela. Subraya con razón los fallos de una sociedad que se permite estigmatizar y condenar a muerte a una persona sin llegar a tomar la medida de su mezquindad y su anquilosamiento. Esta ópera mística, que Peter recorre como un fantasma cuyos malogrados sueños se ahogan en el abismo, propone un viaje espiritual hacia atrás que conduce a la desesperación y la depresión.

Peter Grimes podrá verse en vídeo a la carta hasta el 9 de abril de 2022 en la página web Staatsoper.tv y el 9 y 12 de julio de 2022. Grimes Bayerische Staatsoper

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Bayerische Staatsoper, 10 de marzo de 2022. Peter Grimes, nueva producción de la Bayerische Staatsoper. Música de Benjamin Britten y libreto de Montagu Slater. Stuart Skelton (Peter Grimes), Rachel Willis-Sørensen (Ellen Orford), Iain Paterson (capitán Balstrode), Claudia Mahnke (Auntie), Kevin Conners (Bob Boles), Robert Murray (Rev. Horace Adams), Brindley Sherratt (Swallow), Lindsay Ohse (sobrina primera), Emily Pogorelc (sobrina segunda), Jakob Biber (pequeño marinero). Orquesta y Coro del Teatro. Dirección musical: Edward Gardner. Dirección de escena: Stefan Herheim.

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