Súbita de María Berasarte: mezcla de influencias

Súbita de María Berasarte: mezcla de influencias
Súbita de María Berasarte

La mezcla de influencias que Súbita de María Berasarte afronta, desde una personalísima óptica, en este trabajo, da como resultado un original disco en el que las reminiscencias del flamenco, el fado o la música latinoamericana son continuas.

Súbita de María Berasarte nos presenta esa variedad, esa mezcla de influencias, muy bien arropada por un buen conjunto de músicos, en la que la sutilidad a la hora de cantar, la delicadeza, la relajante tranquilidad, rota sólo en momentos muy concretos, y la búsqueda de una agradable musicalidad son las ideas constantes. Con un bonito timbre, Berasarte canta durante casi todo el disco editado por Duradisc en sotto voce o a media voz, y sólo en momentos puntuales la artista luce una mayor potencia. Junto a ella, el buen hacer de José Luis Montón y José Peixoto en las guitarras, Fernando Júdice en el bajo acústico y José Salgueiro en la percusión, junto con las colaboraciones puntuales de Gorka Hermosa y Pedro Santos en el acordeón, Filipe Dias en el clarinete y Ana Isabel Dias en el arpa, dan forma a este proyecto, en el que los distintos estilos de los artistas así como las variedad en las piezas seleccionadas, convergen en un trabajo serio que nos muestra la mezcla de influencias de María Berasarte.

Lo heterogéneo de Súbita, lo variado, la mezcla de influencias de María Berasarte, siempre bajo la personal visión de la cantante y sus músicos, va desde los aires flamencos de piezas como La Fiesta de José Luis Montón, las canciones de Joaquín Calderón, a la América Latina de la famosísima Piensa en mí de Agustín Lara o de la hermosa canción Palhaco del brasileño Egberto Gismonti, pasando por el fado y la influencia portuguesa de José Peixoto en canciones como Que nome posso ter y la música vasca de Txoria txori de Mikel Laboa.

Si es destacable el bonito timbre de Berasarte y su musicalidad, no menos destacable es el trabajo de sus acompañantes, adquiriendo un gran protagonismo la guitarra, tanto la flamenca de Montón como la clásica de Peixoto, bien por separado o bien en las piezas en las que ambas participan juntas. Igualmente es destacable el trabajo de Júdice y Salgueiro y la personal aportación del acordeón. La variedad mencionada provoca sonoridades diversas como la armonía más tradicional, la cadencia andaluza o la armonía modal de piezas como MS o Palhaco.

Lo cierto es que, dentro de esta mezcla de influencias de Súbita de María Berasarte, la personalidad de la cantante es más que evidente, en unas interpretaciones en las que priman la expresividad, lo melódico, lo sutil, la sensación de melancolía y la tranquilidad, desde una búsqueda de la musicalidad a partir de la sencillez y la delicadeza.

Emilio Lacárcel Vílchez