El sello Decca ha publicado The greatest video game music-choral edition, las bandas sonoras de los vídeo juegos más conocidos. Partiendo de mi absoluta ignorancia en el mundo de los vídeo juegos, desde este gran desconocimiento, sí puedo decir que algunas de las piezas que se incluyen en este C.D. pertenecen a vídeo juegos bastante famosos puesto que hasta al firmante le suenan los nombres.
El mundo de los vídeo juegos va cobrando cada vez más importancia en cuanto a su producción musical, dejando un legado de piezas que, naturalmente, estando al servicio de la trama de los mismos, pueden tener belleza sonora e interés artístico.
Este trabajo centrado en música escrita para vídeo juegos tiene, en líneas generales, un aire épico, solemne, con una estética muy similar en la mayoría de las piezas, que nos recuerda ambientes entre lo fantasioso y de otras épocas (personalmente no he podido dejar de imaginar escenas similares a historias como El Señor de los Anillos, evocando un mundo imaginario de ambientación medieval ) con un toque algo pesimista si bien hay algunas piezas como Portal que tienen un aire diferente, más alegre y optimista. Esta banda sonora de los vídeo juegos está interpretada por el coro masculino Orphei Drängar, la cantante Myrra Malmberg y un conjunto formado por arpa, trompas, un grupo de percusión y teclados, dirigidos por Cecilia Rydinger Alin que interpretan la orquestación, eficaz y bien realizada, de Peter Nordahl, responsable también de la dirección del coro y de la producción.
Musicalmente, además del aire solemne y épico, es destacable la presencia del coro masculino Orphei Drängar, un conjunto con unas voces muy compactas y eficaces, bien trabajado, que dialoga y respalda continuamente con la solista Myrra Malmberg, una cantante con tesitura de soprano cuya voz, no con mucho cuerpo, posee un timbre dulce y agradable. La musicalidad y sutileza que, en la mayoría de las piezas, proporciona Malmberg, produce un agradable efecto al combinarse con las voces masculinas y el conjunto instrumental, en el que tanto el arpa como la percusión, especialmente el vibráfono, adquieren un protagonismo destacado. De igual manera, la sensación de artificialidad es grande en algunos casos, no muchos, en los que cobran protagonismo el fender rhodes o el Wurlitzer.
Este trabajo de bandas sonoras de vídeo juegos recoge fragmentos de clásicos como Final Fantasy X, World of Warcraft, Skyrim, Dragon Age Inquisition, God of War 3, The Last of Us, Portal, Assesin´s Creed IV o Minecraft y en ellas han trabajado compositores como Nojima, Uematsu, Hamauzu, R. Brower, Soule, Morris, Rona, Santaolalla, Coulton, Morasky, Balfe y Rosenfeld. La banda sonora de vídeo juegos que recoge este C.D. contiene una música agradable y con la duración justa para que no resulte reiterativo y, desde luego, ha conseguido despertar cierta curiosidad en un profano total en materia de vídeo juegos como es el firmante.
Emilio Lacárcel Vílchez
