La discográfica Orpheus nos presenta The Singing Clarinet, un C.D. en el que el clarinetista Luis Fernádez-Castelló y el pianista Carlos Apellániz nos ofrecen un repertorio basado en la primera mitad del siglo XIX en el que el clarinete asume un papel de claro protagonismo, destacando el aspecto casi vocal que puede adquirir, pudiendo casi afirmar que en las obras predomina el canto del clarinete.
La obra que abre el C.D. es el Gran Dúo Concertante en Mi bemol mayor opus 48 de Carl Maria von Weber, una pieza cuya estética está muy próxima al Clasicismo en la que los intérpretes demuestran una muy buena coordinación, tocando con buen gusto tanto los ágiles y alegres movimientos extremos como el delicado y cantábile movimiento central. Muy bien en los fraseos, musicales en la dinámica, ambos músicos demuestran una buena técnica y haber realizado un estudio serio de esta obra.
El efecto cercano al canto del clarinete de la obra de Weber está presente también en la siguiente pieza, la Canción sin palabras opus 109 de Felix Mendelssohn; se trata de un arreglo de Fernández-Castelló de la obra original en la que el lirismo de la melodía es el factor más destacado. En una interpretación muy propia del Romanticismo en el que se compuso la obra, utilizando con muy buen criterio y sensibilidad la agógica, esta bella pieza tripartita totalmente cantábile está ejecutada con mucha musicalidad y acierto.
Cambiando a continuación de zona geográfica, la siguiente obra nos traslada a la Italia del bel canto con la Fantasía de la ópera I Puritani, en la que el clarinetista del siglo XIX Luigi Bassi adapta algunos pasajes de la obra de Bellini para el clarinete y el piano. De nuevo podemos hacer referencia al canto del clarinete pues es lo que literalmente hace Fernández-Castelló junto a Apellániz en esta pieza. Todo el virtuosismo vocal de Bellini es traspasado al clarinete, la intensa ornamentación, las agilidades vocales, perfectamente ejecutadas, el amplio registro, la coloratura… son muy eficazmente interpretadas por Fernández-Castelló, con un Carlos Apellániz excelente en todo momento. Magnífica la coordinación entre ambos músicos en esta obra de grandes exigencias técnicas. En las Piezas de Fantasía opus 73 de Robert Schumann, la siguiente obra que nos presenta el C.D., vuelven a demostrar los intérpretes su gran musicalidad luciendo el clarinete su sonido delicado, dulce, con unas aplicaciones de la dinámica y un fraseo muy acertado por parte de los dos músicos en una perfecta coordinación.
De vuelta al belcantismo italiano, escuchamos el Divertimento sobre motivos de la ópera La Favorita en una nueva adaptación de Luigi Bassi, esta vez sobre fragmentos de la ópera de Donizetti; de nuevo el clarinete ejecuta todos los rasgos propios del belcanto como si fuera una voz humana. A las grandes dificultades técnicas Fernádez-Castelló aporta la dulzura de su sonido y el acertado fraseo en los momentos líricos en un auténtico canto del clarinete, virtuoso y musical. El C.D. se cierra con Introducción, Tema y Variaciones de Gioacchino Rossini, de nuevo una obra con características muy vocales que lleva al clarinete a ejecutar los rasgos propios del virtuosismo vocal rossiniano como los ornamentos y las grandes agilidades, en una hermosa pieza muy exigente para el clarinetista.
El alto nivel técnico y la musicalidad son los principales rasgos de este disco de clara influencia vocal, con la enorme expresividad obtenida por el clarinete y la eficacia del piano. Muy serio el trabajo de Fernández y Apellániz cuyo resultado es más que convincente. Tocando siempre con buen gusto y criterio, ambos intérpretes, con una coordinación perfecta, demuestran una gran valía y calidad. Muy a tener en cuenta por lo tanto este trabajo, con el buen hacer de estos músicos, muy acertados durante el mismo.
Emilio Lacárcel Vílchez