Triunfal Gato Montés en Oviedo

Alejandro G. Villalibre Triunfal Gato Montés en Oviedo

El XXVIII Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo cierra temporada con una ambiciosa producción de El Gato Montés de Penella que consiguió salir adelante a pesar de las restricciones impuestas por el COVID.

Un momento de «El Gato Montés» en Oviedo  Foto: © Alfonso Suárez  Triunfal Gato Montés en Oviedo

Raúl Vázquez, director de escena, está consiguiendo hacer de este Gato Montés su mascarón de proa, y no es difícil adivinar por qué. Presentada en Tenerife y Oviedo con gran éxito, y ya anunciado su debut en Sevilla, esta producción impacta visualmente y enmarca la historia a través de conceptos claros y muy efectivos: la habitación opresora para Soleá, el giratorio central como el destino inexorable, el mito del minotauro… Todo ayuda a la comprensión y el avance de la historia. Incluso la corrida, momento difícil de plasmar en escena, está resuelta de una manera inteligente y sin alardes, centrando siempre la atención en la música. Rodeado de un gran equipo (escenografía de Carlos Santos, iluminación de Eduardo Bravo, vestuario de Massimo Carlotto y coreografía de Alberto Ferrero), el debut de Vázquez en ‘su’ teatro fue una noche feliz para el director de escena asturiano.

Un momento de «El Gato Montés» en Oviedo   Foto: © Alfonso Suárez Triunfal Gato Montés en Oviedo

Es complicado programar una ópera de esta magnitud y respetar las restricciones de foso impuestas por la normativa vigente. Desde Oviedo se apostó por encargar una reducción y adaptación orquestal al compositor Israel López Estelche, que consiguió conservar la densidad orquestal a pesar de las condiciones. Sin banda para el pasodoble, y con una evidente falta de efectivos, López Estelche opta por introducir el acordeón en la orquesta, cuyo timbre se revela como ideal para amalgamar el sonido, haciendo que todo gane cuerpo y presencia. A pesar de que se intuyen ciertas marcas de estilo del autor (en el uso de las maderas, o determinadas combinaciones tímbricas), la obra respeta por completo el original, y para un oído no avezado no resultaría extraño escuchar a Penella de esta manera.

Para que esto sucediese la dirección de Lucas Macías, muy cuidada y extrayendo hasta el último recurso sonoro de la mermada Oviedo Filarmonía, fue clave.

Un momento de «El Gato Montés» en Oviedo   Foto: © Alfonso Suárez  Triunfal Gato Montés en Oviedo

 

Vocalmente, Ángel Ódena (Juanillo) fue el gran triunfador de la noche, por presencia escénica y control vocal, mientras que Nicola Beller Carbone (Soleá) demostró que es un repertorio que se ajusta a la perfección a sus capacidades canoras y actorales. Muy bien Sandra Ferrández (Gitana), en un papel corto pero muy exigente. Gillen Munguía fue un Juanillo solvente, aunque con algunos problemas de afinación, mientras que el plantel de secundarios, con Marina Pardo (Frasquita), Francisco Crespo (Padre Antón), Fernando Campero (Hormigón) y María Heres (Loliya) completó una función de muy alta calidad vocal.

Por empaste, potencia sonora y desparpajo escénico, los coros Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo y el infantil Divertimento siguen demostrando ser una garantía para el festival.


Teatro Campoamor (Oviedo), 24 de junio de 2021. EL GATO MONTÉS, de Manuel Penella. Ópera popular española en tres actos y cinco cuadros. Producción del Auditorio de Tenerife.

Dirección musical de LUCAS MACÍAS, dirección de escena de RAÚL VÁZQUEZ. Orquesta OVIEDO FILARMONÍA, coro CAPILLA POLIFÓNICA CIUDAD DE OVIEDO (Dirección: PABLO MORAS), coro infantil de la escuela de música DIVERTIMENTO (Dirección: Cristina Langa). Adaptación orquestal de ISRAEL LÓPEZ ESTELCHE. Reparto: ÁNGEL ÓDENA (Juanillo), NICOLA BELLER CARBONE (Soleá), SANDRA FERRÁNDEZ (Gitana), GILLEN MUNGUÍA (Rafael), MARINA PARDO (Frasquita), FRANCISCO CRESPO (Padre Antón), FERNANDO CAMPERO (Hormigón), MARÍA HERES (Loliya).