“Un americano en París”, dirigido y coreografiado por Christopher Wheeldon, y protagonizado por el bailarín Robert Fairchild, en cines este jueves 24 de mayo

“Un americano en París”, dirigido y coreografiado por Christopher Wheeldon, y protagonizado por el bailarín Robert Fairchild, en cines este jueves 24 de mayo
“Un americano en París”, dirigido y coreografiado por Christopher Wheeldon, y protagonizado por el bailarín Robert Fairchild, en cines este jueves 24 de mayo

Cristina Marinero

Si lo normal en los dorados tiempos de Hollywood era convertir en películas los musicales que triunfaban en Broadway, el caso del emblemático título de la MGM, Un americano en París (1951), la obra maestra de Vincente Minnelli protagonizada por Gene Kelly, en el papel de Jerry, y Leslie Caron, como Lise, ha sucedido al contrario.

Ideado por el productor más importante de la historia del musical cinematográfico, Arthur Freed, y creado directamente para la pantalla, Un americano en París ha pasado a la historia por llevarse el Oscar a la mejor película (y otros cinco más) y contener un ballet de  17 minutos, verdadero triunfo de un actor-bailarín como Kelly, que siempre quiso dar un paso más allá en cuanto a filmar la danza  y para que tuviera su lugar de honor en el medio cinematográfico. Su base son las composiciones de George Gershwin y, sobre todo, la titulada como la película, compuesta en 1928, cuando el músico fallecido prematuramente en 1937, a los 38 años, vivió en París.

El filme basa su historia en el americano protagonista del título que se ha quedado a vivir en la ciudad del Sena, tras haber combatido allí durante la II Guerra Mundial. Pero en la película se eliminó cualquier trazo referido a la contienda. Para hacerse una idea de lo cerca que se estaba todavía de las consecuencias de los terrribles años vividos en Europa de 1939 a 1945, y sobre todo en Francia, decir que Leslie Caron, la joven bailarina de 17 años descubierta por Kelly en París cuando actuaba con Roland Petit y sus Ballets des Champs Elysées, sufría todavía las consecuencias de la malnutrición y sólo podía rodar en días alternos para no forzar su salud.

En diciembre de 2014, la adaptación al escenario del glorioso título tuvo su estreno absoluto en el Teatro Chatelet de París. La esperadísima versión escénica de la película lleva detrás un libreto adaptado por Craig Nelson, está dirigida y coreografiada por el británico Christopher Wheeldon y protagonizada por el estrella del New York City Ballet, Robert Fairchild, junto a la bailarina Leanne Cope, que dejó el Royal Ballet para implicarse en el proyecto. Wheeldon tuvo como diseñador de producción a su gran colaborador Bob Crowley, quien ha dado al famoso ballet final una estética más moderna e inspirada en los 50 y Alexander Calder, que cercana a los impresionistas,  como sucede en la película. Tras su estreno en el Palace Theatre de Broadway, en abril de 2015 (pudimos verlo allí en junio de ese año), Un americano en París obtuvo cuatro premios Tony (Wheeldon se llevó el de mejor coreógrafo) y tras dos años en Nueva York, llegó a Londres en marzo de 2017, donde se ha mantenido hasta finales de año.

Wheeldon y los productores no tenían como meta llevar al escenario la película secuencia a secuencia, sino crear una obra contemporánea sobre el clásico y profundizar en la historia, para comprender mejor de dónde vienen los protagonistas, cuál es su pasado. Y la simbiosis que hace el reconocido coreógrafo de modos clásicos y contemporáneos, sazonados con el estilo jazzy de la época, proporciona momentos de danza de gran altura, con canciones añadidas de Georges Gershwin que siempre son bienvenidas porque era un genio.

Por eso, la emisión en cines este jueves 24 de mayo (consultar fechas y horas, pues hay cines que tienen otras sesiones) de la grabación realizada en el Dominion Theatre de Londres en 2017, con Fairchild y Cope, se convierte en el camino de retorno del musical a la gran pantalla de forma gloriosa. Intenten no perdérselo.