Un estupendo Philippe Jaroussky como Radamisto en el Auditorio Nacional

Philippe Jaroussky como Radamisto en el Auditorio Nacional Por Federico Figueroa

Philippe Jaroussky como Radamisto en el Auditorio Nacional de Madrid 2021                                           (c) Elvira Megías

Guardo la que me parece la cola de acceso más larga de mi vida y, una vez dentro, lo que veo ante mis ojos me confunde: si lo de hacer cola es algo que se puso de moda durante la pandemia, ese Auditorio Nacional de Madrid lleno hasta los topes me retrotrae a los viejos buenos tiempos. Está claro que el reclamo principal de la versión de concierto de Radamisto era el contratenor Philippe Jaroussky como intérprete del personaje epónimo de la ópera de Händel. Y los rumores de su pronta despedida de los escenarios operísticos como cantante para concentrarse en su carrera como director musical no han hecho más que acrecentar el interés de los aficionados al ciclo Universo Barroco del CNDM.

Jaroussky no defraudó a su público; su voz sigue pareciendo fresca y mantiene la capacidad de sorprender en el canto de agilidad sin descuidar ni un solo matiz. Es un artista fuera de serie que ha sabido jugar sus cartas en este medio tan complejo, donde casi todo va acompañado de marketing, hasta convertirse seguramente en el contratenor más reconocido de la actualidad. El color de su voz, por cierto acompañada de una proyección impecable, es de soprano, lo cual, de entrada, no encaja del todo con la idea del héroe protagonista de la ópera. De hecho, supongo que Jaroussky constató, a pesar de las ovaciones dedicadas a él, que la contralto Marie-Nicole Lemieux (Zenobia, esposa de Radamisto) y la soprano Emőke Baráth (Polissena) se convertían en las verdaderas triunfadoras de la noche. La primera posee una voz de timbre oscuro y potentes graves con facilidad para la coloratura. Además, sus dotes histriónicas la hacen conectar muy bien con el público. La segunda es también una fabulosa intérprete del canto ornamentado, con un timbre hermoso y un caudal sonoro grande que nos invita a imaginarla en otro tipo de repertorio más pesado. Como cantante de primera que es, también conecta bien con el público, a pesar de cierta frialdad en sus maneras. El tenor Zachary Wilder se encargó del rol de Tiridate, el “malo de la ópera”, con una voz agradable, bien entrenada para las agilidades, aunque un poco apurada en los agudos. La mezzosoprano Anna Bonitatibus (Tigrane) mostró que está en muy buena forma, con su voz cremosa y suficiente potencia para este repertorio, al igual que lo están la joven soprano Alicia Amo (Fraarte), voz segura y esmaltada, y el convincente bajo-barítono Renato Dolcini (Farasmane).

Emőke Baráth en Radamisto en el Auditorio Nacional de Madrid 2021 (c) Elvira Megías
Emőke Baráth en Radamisto en el Auditorio Nacional de Madrid 2021 (c) Elvira Megías

Francesco Corti, clavecinista y director musical del conjunto Il Pomo d’Oro, hizo una lectura quizá un poco lánguida de la partitura handeliana, pero que sonó estupendamente y dejó espacio para el lucimiento de los instrumentos –maravillosa la concertino, Zefira Valova, al igual que Jean-François Madeuf y Alexandre Zanetta a la trompeta y la trompa–.  Sin duda podemos afirmar que  globalmente el resultado fue magnífico, algo que se constató en lo feliz que el público abandonaba la sala.

Radamisto ya había sido interpretada en este ciclo, en abril de 2018, también de forma magnífica, y personalmente, he tenido la suerte de ver dos versiones escénicas en la última década (una en la Ciudad de México y otra en Fráncfort del Meno), muy diferente la una de la otra. Las notas del programa de mano de la cita que nos ocupa son confusas en cuanto a qué versión escuchamos el pasado día de la Hispanidad. La original, conocida como HWV 12, fue la que se estrenó el 27 de abril de 1720. En ella, el personaje de Radamisto era interpretada por la soprano Margherita Durastanti. El 28 diciembre de 1720 se representó una nueva versión de Radamisto, esta vez con el castrato Senesino en el rol titular. Händel hizo varias y notables modificaciones en la partitura, pues la Durastanti pasó a cantar el rol de Zenobia (en abril la había cantado una contralto). Eliminó ocho arias de la primera versión y añadió diez nuevas, además de un dúo.

El elenco y el director musical de Radamisto en el Auditorio Nacional de Madrid 2021                                           (c) Elvira Megías
El elenco y el director musical de Radamisto en el Auditorio Nacional de Madrid 2021 (c) Elvira Megías

En declaraciones de Philippe Jaroussky a la Agencia EFE con motivo de estas presentaciones que lo van a llevar de gira por varias ciudades de Europa (la primera parada fue en Barcelona), él mismo reconoció que se habían realizado modificaciones para hacer una versión a medio camino entre las dos antes mencionadas “siguiendo la misma idea que tuvo Händel”. La soprano Durastini cantó su parte en la tonalidad de Fa mayor, mientras que el castrato Senesino lo hizo en  Re menor. Por su parte, el contratenor francés lo hace en Mi menor y explica: “yo no soy alto y lo que quiero es adaptar a mi voz la música que canto, para dar el máximo de satisfacción al público en la transmisión de emociones”. Dicho esto, por lo demás, sí, se mantiene fiel a la versión HWV 12 porque, añade, “me parece un poquito más interesante para todos los cantantes, con arias fantásticas en todos los casos que les permiten lucirse”.

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Madrid (Auditorio Nacional), 12 de octubre de 2021. Radamisto de G. F. Händel. Philippe Jaroussky, Marie-Nicole Lemieux, Emőke Baráth, Zachary Wilder,  Renato Dolcini, Anna Bonitatibus, Alicia Amo. Il Pomo d’Oro. Francesco Corti, director. Philippe Jaroussky como Radamisto en el Auditorio Nacional