Andorra con la zarzuela Cançó d’amor i de guerra. Por Federico Figueroa
Andorra, el pequeño estado enclavado en los Pirineos, goza desde hace seis años de una temporada lírica continua gracias a la voluntad y el tesón de la asociación Andorra Lírica, presidida por la soprano Jonaina Salvador, verdadera dinamizadora del sector artístico y cultural. Desde la creación de la asociaciónen las temporadas de la Òpera d’Andorra se han escenificado operetas (Die lustige Witwe, La chatte métamorphosée en femme), óperas (Carmen, La traviata, Don Pasquale, L’elisir d’amore, Il barbiere di Siviglia, Hänsel und Gretel y La fille du règiment) y zarzuelas (Bohemios, La corte de Faraón) y espectáculos al estilo antología (Festa lírica y Tutto Mozart). Andorra con la zarzuela Cançó d’amor i de guerra

Esta sexta temporada de Òpera d’Andorra (2020-2021) está marcada por la pandemia pero no renuncia a poner los tres espectáculos previstos sobre el escenario y con asistencia de público. El pistoletazo de salida fue el Concierto de Navidad (Teatre de les Fontenets) de diciembre de 2020 y ahora ha sido el turno de la zarzuela Cançó d’amor i de guerra del compositor valenciano Rafael Martínez Valls (1897-1946) y de los libretistas Lluís Capdevila (1893-1980) y Víctor Mora (1895-1960), ambos catalanes, el último fallecido en México y el primero en Andorra. Y este detalle es uno de los vínculos evidentes de la programación de esta estupenda zarzuela en este país pirenaico. Otro es la lengua, porque esta sarsuela catalana nació y vive en catalán. Y porque tiene una música de muy inspirada y de estupenda factura. No es gratuito el favor del público desde su estreno, en 1926, en el Teatro Nou de Barcelona.

El aforo permitido (30%) del auditorio Claror, ubicado en Sant Julià de Lòria, estuvo al completo el día del estreno y el público aplaudió a rabiar a todos los artistas, especialmente a la soprano Jonaina Salvador y al tenor mallorquín Antoni Lliteres, intérpretes de Francina y Eloi, la pareja protagonista. El barítono Guillem Forné, convincente como el Abuelo de Eloi, fue el tercer ángulo del terceto lírico. La colaboración con la agrupación La Cobla Catalana dels Sons Essensials como soporte musical y dramatúrgico fue un gran acierto. Este grupo de música oriunda de Cataluña aportó la voz, presencia y arte de Heura Gaya (Catarina), de Marcel Casellas (Ferrán / Narrador) y del resto de los integrantes. La adaptación musical corrió a cargo de Casellas, y el resultado es un acentuado colorido folclorista, mientras que la dramaturgia incluye la figura de un narrador que agiliza el paso en la sucesión de números musicales. Instrumentistas y cantantes estuvieron sonorizados.

El dúo “Per tu Francina, meva” fue bellamente interpretado por Lliteres y Salvador. Ella disfrutó e hizo disfrutar al público con su romanza “En el Vallespir” y el tenor mallorquín encandiló al público con la lucida interpretación de “Pirineu”. El Coro de la Òpera d’Andorra, muy reducido por protocolos sanitarios, estuvo a la altura y el grupo de danza Esbart Laurèdia aportó colorido con vistosas coreografías y un brillante momento solista interpretado por Jaume Torra, coreógrafo de la agrupación. Las proyecciones de Carles Berga y el diseño de vestuario de Anna Mangot sumaron haciendo más redondo el espectáculo, que ya había sido estrenado con éxito, en octubre de 2020, en el Festival Mediterrània de Manresa. La dirección de escena, sencilla pero efectiva y totalmente adecuada a los protocolos sanitarios, lleva la firma de la incansable Jonaina Salvador, sin duda el espíritu y la carne de la Ópera d’Andorra.
