Un Otello sin el moro de Venecia en el Liceu

Krassimira Stoyanova y Gregory Kunde como Desdémona y Otello. ©David Ruano
Krassimira Stoyanova y Gregory Kunde como Desdémona y Otello  ©David Ruano  Un Otello sin el moro de Venecia en el Liceu

Este Otello en el Liceu es un reclamo al público hacia la batuta de Gustavo Dudamel, que sustituye al maestro Ricardo Frizza por avatares publicitarios sobradamente repercutidos en el precio de las localidades, en un montaje de Amélie Niermeyer también sustituto, esta vez por avatares de la pandemia, de la producción londinense de Keith Warner. No por ello hay demérito en el espectáculo, que cuenta con los grandes exponentes de este título, Gregory Kunde en el rol principal y Carlos Álvarez en el de Yago. Un Otello sin el moro de Venecia en el Liceu

Si bien en las primeras funciones se ha criticado que la brillantez de Dudamel en ocasiones avasallaba el volumen de los cantantes, hay que decir que en esta quinta función ese avieso exceso de volumen ha cumplido su penitencia y no se llegó a percibir claramente por encima del rango vocal. Las atmósferas, los acompañamientos y las ágiles fricciones resultaron embaucadoras en su conjunto.

En el rol protagonista Gregory Kunde imbuye de su imponente carácter vocal a Otello, tirando en ocasiones de unas tablas magistrales donde se pudiera acusar la veteranía vocal, y demostrando por qué ha sido uno de los referentes contemporáneos de este papel. Por su parte, el ovacionado Carlos Álvarez asegura sobre el escenario la versatilidad interpretativa que requiere Yago, a cuyo oportunismo y savoir faire característicos se suma, además, bajo la dirección de Niemeyer, una suerte de inteligencia convulsa obsesionada por controlar la situación, que llega a rayar la estridencia al vestirse de mujer para dirigir al séquito de Desdémona en su desfile floral. Airam Hernández hace una buena interpretación de ese soso respeto hacia Otello que caracteriza a Cassio, en su persistente incomprensión bonachona de la trampa que lo va atrapando.

Finalmente, Krassimira Stoyanova dota de una voz luminosa y suntuosa a esa enamorada aceptación que caracteriza a Desdémona. Niermeyer enfatiza además el protagonismo de su visión femenina de los acontecimientos desde el mismo comienzo con un coro invisible y la visión de Desdémona sufriendo en la soledad de su habitación tormentosa. Si bien se ha optado por colocar así el foco temático en la violencia sufrida por la mujer que acabará en la muerte a manos de su marido, extraña que se omita otro tema capital del libreto y vigente como nunca en nuestra sociedad al obviarse el color de la piel del protagonista, que luce unas blanquísimas facciones. No solo se silencia un tema consustancial de la obra sino una de las claves de la complejidad psicológica del personaje.

En una ópera que se llama Otello no hay sitio, curiosamente para el moro de Venecia. Un Otello sin el moro de Venecia en el Liceu

Félix de la Fuente

Ficha artísitca: Otello, de Giuseppe Verdi. Otello: Gregory Kunde. Desdemona: Krassimira Stoyanova Jago: Carlos Álvarez. Cassio: Airam Hernández. Roderigo: Francisco Vas. Lodovico: Felipe Bou. Montano: Fernando Latorre. Emilia: Mireia Pintó. Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu. Cor del Liceu (Dirección: Conxita Garcia). Dirección: Gustavo Dudamel. Dirección de escena: Amélie Niermeyer. 6 de abril de 2021.