Una espectacular ‘Traviata’ cierra la temporada del Maestranza: Nino Machaidze levanta al público en una prolongada ovación

                                                       Traviata Maestranza Machaidze Por Gonzalo Roldán

El Teatro de la Maestranza cerró su temporada con una espléndida reposición de La Traviata de Giuseppe Verdi, fruto de la coproducción de la Scottish y la Welsh National Opera, el Gran Teatre del Liceu y el Teatro Real. Aquel espectacular montaje prepandémico vuelve a ver la luz en un delicado y profesional trabajo de puesta en escena, y con un elenco excepcional en el que destacó la voz de la soprano Nino Machaidze en el papel principal.

El coro y los protagonistas de ‘La traviata’ al final del famoso ‘Brindis’ (c) Guillermo Mendo / Teatro de la Maestranza 2022

Revisitar La Traviata es siempre un placer  para el público, pero al mismo tiempo un reto para la compañía de ópera, al ser  uno de los títulos más representados de la historia. En este sentido, la puesta en escena de la pasada velada fue todo un deleite para la vista, que conjugó el culto a la tradición y el hábil uso de los medios técnicos actuales. La acción se ambienta en el París decimonónico que describió Alejandro Dumas en su novela La dama de las camelias, matizado por el filtro del libretista de Verdi, Francesco Maria Piave. Ese momento que experimentó el auge de veladas sociales, el diletantismo y las más variadas diversiones de la clase burguesa ha sido maravillosamente recreado por Tanya McCallin, responsable de la escenografía y el vestuario, que no escatimó en detalles de decorado y en un atrezzo de lo más rico y diverso, siempre dentro del rigor histórico.

La dirección de escena de David McVicar, revisada para su reposición por Leo Castaldi, fue así mismo audaz a la vez que práctica, ya que los tres actos se llevaron a cabo en el mismo espacio, si bien éste se transmutaba gracias al juego de telones y la definición de planos por medio de la iluminación. Sobre una losa marmórea que ocupa toda la escena y es en realidad la lápida de la tumba de la protagonista, se yuxtaponen cortinajes laterales blancos y negros, además de un paramento diagonal que hace las veces de pared de fondo; las telas se desplegaban o alzaban para definir transiciones de espacio, y el hábil juego de luces convertía el paramento de pared diagonal en traslúcida, dejando entrever lo que ocurría en otras estancias supuestamente fuera de escena y permitiendo mantener en el plano principal los apartes que requiere el argumento. En este espacio dinámico se distribuyen, según la necesidad, ricas piezas de mobiliario de diseño francés de comienzos del siglo XIX, que definen ya sean los salones de baile, el dormitorio de Violetta o la sala de estar de su casita en las afueras. Traviata Maestranza Machaidze

Nino Machaidze como Violetta (c) Guillermo Mendo / Teatro de la Maestranza 2022

Todo este despliegue de medios y belleza se vio enriquecido en lo musical por un elenco de cantantes eficientes y de enorme expresividad. Sin duda, destaca sobre todos el rol de Violetta, que interpretó  de forma sublime la soprano de origen georgiano Nino Machaidze. Con una voz espléndida, de potencia y belleza en todos los registros y con una coloratura ágil y decidida, la cantante fue mutando en el carácter vocal y actoral de su personaje en cada acto, haciéndolo no solo comprensible sino también emotivo. Sus dotes canoras se completaron con un saber estar que llenaba la escena, con un sentido del movimiento y la mímica muy acertados y con una dicción precisa y clara. Desde el aria ‘Sempre libera’, todo un alegato de reafirmación personal de la protagonista femenina y muestra de independencia en una sociedad cargada de convencionalismos, hasta su canto del cisne final antes del fatal desenlace, Nino Machaidze destacó con su presencia y su voz, siempre oportunas y al más alto nivel interpretativo en todos los sentidos. No en vano, esta ópera está centrada en su personaje, Violetta, eje  en torno al cual giran todos los demás caracteres. Traviata Maestranza Machaidze

Junto a la soprano desempeñó muy acertadamente el papel del amoroso Alfredo el tenor Arturo Chacón-Cruz, con una voz bella y potente que supo dar réplica a su partenaire, si bien por momentos estuvo falta de brillo en los agudos, como en el ‘Brindis’ del primer acto. Su determinación y prestancia vocal fueron creciendo conforme avanzaba la acción, siendo conmovedoras sus intervenciones como hombre despechado al final del segundo acto y de compungido amante en la última escena, por la cual recibió una calurosa ovación. Junto a él brilló por su elegancia el barítono Dalibor Jenis como el padre de Alfredo. De ricos armónicos y un fondo vocal muy interesante, particularmente en el registro grave y medio, defendió el personaje eficazmente, con potencia y carácter en cada una de sus intervenciones.

En primer plano, trío protagonista de ‘La Traviata’: Dalibor Jenis (Giorgio Germont), Nino Machaidze (Violetta) y Arturo Chacón-Cruz (Alfredo) (c) Guillermo Mendo / Teatro de la Maestranza 2022

Aparte de los tres cantantes ya citados, la producción de la Maestranza contó con un reparto de papeles secundarios de gran calidad, si bien el escaso peso de sus partes apenas permitió apreciarlos con el regocijo deseado. Anna Tobella como Flora y Megan  Barrera como la fiel doncella Annina estuvieron perfectas en su desarrollo interpretativo y en las necesarias réplicas a los cantantes principales. Por su parte, en el lado de voces masculinas, cabría citar por su oportunas intervenciones de fuerza y belleza contenida las de Carlos Daza como el Barón Douphol, Manuel de Diego como Gastone y Cristian Díaz en el rol del doctor Grenvil. Cabe destacar igualmente las apariciones del cuerpo de baile, particularmente en la pantomima del segundo acto.

Por ultimo, la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Coro del Teatro de la Maestranza completaron el rico entramado musical ideado en su día por Verdi. Si antes decíamos que esta ópera está centrada sobre todo en Violetta, no es menos cierto que en cada momento, cada parlamento o diálogo y cada desplazamiento por escena la acompaña fiel la orquesta, así como cuenta con el calor y exaltación de los coros en las soirées festivas. El buen hacer que ambas formaciones suelen desplegar se vio en esta ocasión acentuado por la precisa y acertada dirección de Pedro Halffter desde el foso; el director, buen conocedor de estos efectivos, supo sacarle el máximo partido y hacerlos siempre presentes, completando de este modo un cuadro musical sumamente preciosista y de la mayor delicadeza. Traviata Maestranza Machaidze

En primer plano, de izq. a der. Andrés Merino (marqués d’Obigny), Cristian Díaz (dr. Grenvil), Anna Tobella (Flora), Nicho Machaidze (Viletta) y Carlos Daza (barón Douphol) en otro momento de ‘La traviata’ (c) Guillermo Mendo

El Teatro de la Maestranza puede sentirse orgulloso de este cierre de temporada, con la certeza de haber emocionado al público asistente y dejar un delicioso buen sabor de boca que ya nos hace desear el comienzo de la próxima programación.

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Teatro de la Maestranza de Sevilla, 24 de julio de 2022. La Traviata, ópera en tres actos de Giuseppe Verdi (1853) con libreto de Francesco Maria Piave. Dirección Musical: Pedro Halffter. Dirección Escénica: David McVicar. Responsable de puesta en escena: Leo Castaldi. Diseño de escenografía y vestuario: Tanya McCallin/John Liddell. Iluminación: Jennifer Tipton/Nicolas Fischtel. Coreografía: Andrew George/Claudia Agüero Mariño. Reparto: Nino Machaidze (Violetta Valéry), Arturo Chacón-Cruz (Alfredo Germomt), Dalibor Jenis (Giorgio Germont), Anna Tobella (Flora), Megan Barrera (Annina), Manuel de Diego (Gastone), Carlos Daza (Barón Douphol), Cristian Díaz (Doctor Grenvil). Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y Coro Teatro de la Maestranza. Opera World