Finalizó la temporada lírica de 14/15 con esta Flauta española en A Coruña. Dos funciones de La Flauta Mágica, de Mozart, correspondiendo esta crítica a la del sábado 27 de junio. Estas funciones estaban dedicadas al bajo Antonio Campó
Ha sido tremendo el salto cualitativo y cuantitativo que ha vivido la lírica en A Coruña este temporada y, ahora que finalizó, nos gustaría destacar la labor del director artístico de la Asociación de Amigos de la Ópera de la ciudad Cesar Wonenburguer. No sólo por la cantidad de grandes figuras del canto que pasaron por A Coruña, sino también por la variedad de las actividades, la calidad de los recitales y de los maravillosos títulos operísticos representados en este ejercicio: La Traviata, Attila, La Fida Ninfa, Ermione o La Flauta Mágica
Es difícil definir este genial singspiel creado por Mozart y por Schikaneder. Lo que si está claro es que el libreto y la música nos ofrecen muchas lecturas y una visión poliédrica de la historia de Tamino, Pamina y el resto de los personajes. Para ello tuvimos la acertadísima dirección escénica de Joan Font (Els Comediants) en esta clásica producción del Liceu y del Festival Mozart que ya pudimos presenciar en la ciudad herculina hace más de 10 años. Es una producción que por su originalidad, simbología, adecuación a la obra y cuidada presentación no pasa de moda. Queremos destacar la escenografía y vestuario de Joan Guillem.
Para poner en pié esta obra, se contó con reparto “nacional”. Felicitamos esta iniciativa. Francisco Corujo dió vida a Tamino. El canario exhibió unos buenos medios, una voz homogéna y una cuidada línea de canto. Muy bella y aplaudida fue su “dies bilnis ist bezaubernd schön …”. Mariola Cantarero (Pamina) estuvo acertada en lo vocal y en lo escénico. Jovial, actoralmente magnífico, mostrándonos un bello centro y timbre baritonal fue Borja Quiza (Papageno). Él se llevó la mayor ovación de la noche. Difícil papeleta tenía la joven Helena Orcoyen (Reina de la Noche), pero pudo con los Fa y con los endiablados tresillos que tiene su partitura. Su intervención. breve pero determinante. Estupendas estuvieron sus Tres Damas: Carmen Subrido, Cristina Alunno y Nuria Lorenzo (muy bien en la escena de la serpiente, cuándo se disputan a Tamino y alternando sus intervenciones vocales con gran acierto). También cumplieron sobradamente los dos bajos, David Sánchez (Sarastro) y Alberto Feria (Orador). Simpático y eficaz fue el Monostatos de Zapata. Mostró su bello timbre es sus escasas intervenciones y nos gustaría volver a verlo (y disfrutarlo) en un rol de mayor enjundia. Patricia Rodriguez Vico (Papagena) estuvo bien vocalmente y muy acertada dando réplica a ese torbellino escénico que fue Borja Quiza. Los habituales Pedro Martínez Tapia y Pablo Carballido dieron vida a los sacerdotes y hombres armados y los tres niños fueron las sopranos María Lueiro y Nuria Lemos y el contralto Alberto Miguélez-Rouco. No sólo los interpretes eran españoles, también debemos destacar -y pensamos que fue un acierto- que la parte hablada del singspiel era en castellano adaptando costumbres locales (¡Papageno bebe Albariño!) lo que constituyó una auténtica flauta española en A Coruña.
Acertada la lectura que de la partitura nos ofreció Josep Pons. Bajo su batuta, volvió a brillar la Orquesta Sinfónica de Galicia, protagonista de toda esta temporada de ópera y un lujo para cualquier festival lírico. No está bien personalizar pero, como no podía ser de otro modo, hacemos mención de la flauta Claudia Walker (en el andantino de Tamino y en su escena de la iniciación) y de su concertino Massimo Spadano
Finalizó la temporada de ópera en A Coruña, en septiembre comienza otra con títulos e intérpretes muy apetecibles para el aficionado lírico.
Daniel Diz