Aida Casas Ibáñez Por Federico Figueroa
La Plaza de Toros de Casas Ibáñez (Albacete) acogió el pasado sábado 16 de julio una monumental representación de la ópera Aida, de Giuseppe Verdi, un nuevo hito que se apunta la compañía Producciones Telón en su ya dilatada carrera. Y digo ‘hito’ aunque en mi cabeza pienso ‘proeza’, porque siendo Casas Ibáñez un municipio de 4.500 habitantes, en el graderío y la arena de su plaza hubo casi 1.300 espectadores. Calculen cuántos madrileños o barceloneses tendrían que asistir al Real o al Liceu para lograr una relación semejante de aforo en estos teatros. Aida Casas Ibáñez
Algo así no se consigue sin un ayuntamiento que apuesta por la cultura ni, como ya he apuntado, sin una compañía preparada y dispuesta a recoger el testigo. Telón presentó una versión especial de la producción ideada por Ignacio García y Aurora Cano que lleva tiempo recorriendo los teatros de toda España. La mano de Alejandro Contreras (iluminación y proyecciones) y de la encargada de reponer la escena, Ana Tebar, se hicieron notar muy positivamente en dicha adaptación. Las pirámides de luz de Contreras fueron un recurso ingenioso y sugerente.
Y uno de los momentos de mayor fuerza visual fue la entrada de Radamés con las decenas de cautivos mientras sonaba la famosa ‘Danza triunfal’, gracias -hay que decir- a la colaboración de vecinos y vecinas de la comarca albaceteña. Utilizar teatralmente todos los recursos que un coso taurino puede ofrecer fue la gran labor de Tebar, que se vio correspondida por la realizada por Francisco-Antonio Moya desde el podio. El maestro tuvo que esmerarse a fondo para marcar las entradas de un coro que se encontraba a decenas de metros de él y gracias a su enérgico gesto logró que la Orquesta Filarmónica de La Mancha y los cantantes lucieran un sonido empastado y brillante que hizo vibrar a los asistentes. Aida Casas Ibáñez
El elenco, formado por conocidos y talentosos cantantes españoles, hizo las delicias del público ibañés. Muy aplaudidas fueron las intervenciones de la soprano María Ruiz, a quien nos gustaría ver en más teatros del circuito, el tenor murciano Eduardo Sandoval, de bello y varonil timbre con facilidad para el agudo, y la mezzosoprano Mali Corbacho, de gran magnetismo escénico. La primera fue una Aida espléndida, el tenor nos mostró un Radamés de gran potencia y efectos, mientras que la tercera dio la réplica adecuada como Amneris a ambos. El barítono Manuel Mas se encargó con solvencia del personaje de Amonasro mientras que Jordi Serrano y Antonio Alonso lo hicieron de el Rey de Egipto y Ramfis respectivamente. Los comprimarios María José Carrasco (la sacerdotisa) y José Ángel Treviño (el mensajero) tuvieron un desempeño más discreto.
La función nos regaló un espectáculo redondo, de los que perduran en la memoria colectiva, y el público lo celebró, a modo de apoteosis, puesto en pie. Aportaron su encanto los luceros que decoraban espléndidamente el limpio cielo castellanomanchego y una luna que se dignó a hacer presencia a partir del tercer acto. Algo se está moviendo, culturalmente, en buena dirección. Si la lírica coge fuerza en los pueblos de España, es una buena señal. Aida Casas Ibáñez
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Plaza de toros de Casas Ibánez (Albacete), a 16 de julio de 2022. Aida, música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Antonio Ghislanzoni. Producciones Telón. Dirección escénica: Ignacio García y Aurora Cano. Responsable de la reposición: Ana Tebar. Iluminación y proyecciones: Alejandro Contreras. Dirección musical: Francisco Antonio Moya. Orquesta Filarmónica de La Mancha. Elenco: María Ruiz (Aida), Eduardo Sandoval (Ramsés), Mali Corbacho (Amneris), Manuel Mas (Amonasro), Jordi Serrano (Rey de Egipto), Antonio Alonso (Ramfis), María José Carrasco (la sacerdotisa), José Ángel Treviño (el mensajero).