Hay algunos elementos indestructibles en La Bohème de Puccini: la profunda lírica musical, para empezar, por no mencionar la compacta trama sobre amor y pérdida. Pero toda producción de esta incombustible obra también requiere de soplos de aire fresco. La nueva propuesta de la Washington National Opera tiene la suficiente expresividad eléctrica como para mantener las luces del Café Momus encendidas por un par de semanas.
La noche de apertura el pasado sábado 1 de noviembre en el Kennedy Center de Washington, con el primer reparto que la compañía ha conformado, no fue La Bohème mejor cantada de la historia. Muchas de las voces sonaban pequeñas, y eran a menudo acalladas por la ampulosa orquestación de Puccini, algo difícil de ver realmente en un teatro de ópera en nuestros días.
Sin embargo, los jóvenes y atractivos cantantes que pueden parecer jóvenes y atractivos bohemios están especialmente apreciados hoy en día, y la WNO se ha dado cuenta y apuesta fuerte por ello. También hubo una buena ración de buenas interpretaciones, y eso contó muy positivamente para la velada.
Vía | Baltimore Sun