Los recortes han afectado a la cantidad pero no a la calidad de la temporada Lírica en A Coruña. Dos títulos operísticos como Falstaff e Il Barbiere di Siviglia, unos fantásticos recitales y la presencia de figuras de la lírica mundial como Terfel, Nucci, Arteta, J.J. Rodríguez, Kunde o Nucci configuran la oferta lírica en la ciudad herculina este año.
El pasado día 28 de agosto, se abría la temporada con un recital a cargo de Gregory Kunde y Marianne Cornetti acompañados, al piano, por José Ramón Martín que llevaba por título De Verdi a Broadway. Tanto los artistas, como los Amigos de la Ópera de A Coruña, quisieron dedicar el evento a las víctimas del terremoto en Italia como a la recientemente fallecida Daniela Dessi. En la primera parte del mismo interpretaron arias y dúos de Wagner, Verdi, Gounod o Saint-Saëns, dejando para la segunda (y bises) un repaso a los más conocidos números del género musical norteamericano.
Es evidente que poco se puede decir de ya Gregory Kunde. Mostró su bello timbre, su rutilante ascensión a unos agudos bien colocados y proyectados, su técnica y su capacidad interpretativa vocal. Fantásticos su “Quando le seré al placido …” de Luisa Miller dónde, como anécdota, tuvo un pequeño error en la letra del aria que no supone mácula a su interpretación vocal y que resolvió magníficamente, y el soberbio Celeste Aida. También brilló en su “Ah, lêve toi, soleil!”, del Romeo et Juliette de Gounod, pieza ajena a su estilo (algo difícil de definir en un brillante todoterreno como Kunde) y en los dúos de Aida e Il Tovatore y dándole la réplica a Cornetti en el “Mon coeur s´ouvre à ta voix” del Samson et Dalilah.
Fantástica Marianne Cornetti. La mezzosoprano estadounidense es un prodigio vocal. Timbre auténtico de mezzo, unos graves naturales rotundos, una voz ancha, rica en matices y armónicos, unos magníficos y squillantes agudos y una voz completamente homogénea en todos los registros, son las señas de identidad de esta cantante. Abrió el recital con el “Dich teulle Halle”, el aria de Elisabeth del acto II de Tannhäuser y exhibió los graves que citaba anteriormente en “Re dell´abisso afrettati” de Un ballo in Maschera. Estuvo colosal vocalmente en como Azucena (ya la conocíamos del Trovador del año pasado), Dalilah o Amneris en los dúos con Kunde. Pocas mezzos tan cualificadas, vocal y técnicamente, hay en la actualidad como esta cantante norteamericana.
La segunda parte del recital fue un homenaje a los principales musicales de Broadway, con protagonismo a los principales números de obras como Love is here to Stay, West Side Story, Cats, Showboat, Carousel o Sound o Music de autores como Gershwin, Bernstein, Hammerstein o Webber. Fantástica, una vez más, Cornetti en esta parte (incluso en piezas pensadas para una tesitura distinta a la suya como “Tonight”) tal y como acreditó con un emotivo “Climb Every Mountain”. En los bises, números de The Phantom of the Opera, My fair Lady y Oklahoma para cerrar la fántastica velada, Gregory Kunde, con un insultante “Nessun dorma” por los poderosos medios vocales que exhibió el tenor.
Debo destacar el buen hacer de José Ramón Martín acompañando magistralmente a los cantantes, sacando sonido al piano y brillando en la segunda parte del recital en un terreno difícil, el musical de Broadway, y que entiendo que le es ajeno. El público supo reconocer su excelente labor.
En definitiva, unos grandísimos intérpretes y un programa variado que iba de Verdi a Broadway que pudo disfrutar el público en el Palacio de la Ópera coruñés como inicio de esta interesante temporada operística.
Daniel Diz