Vox Luminis en el Auditorio de Oviedo: El sueño de Purcell

                                                              Vox Luminis Oviedo Por Pablo Álvarez Siana

Vox Luminis interpreta ‘The fairy queen’ en el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo

Llevo tiempo diciendo que Oviedo es la Viena española por su variada y amplísima oferta musical, pues además de dos temporadas estables de ópera (la segunda española) y zarzuela (tras Madrid), no faltan las ya veteranas Jornadas de Piano “Luis G. Iberni”, por donde han pasado todas las figuras mundiales a lo largo de 30 años, o los Conciertos del Auditorio, variada programación con solistas, orquestas y directores de lujo, que tienen la capital asturiana como parada obligada en sus giras, cuando no cita única. No podemos olvidarnos tampoco de la “Primavera Barroca”, que comenzó el pasado martes su novena edición, ni de las dos orquestas sinfónicas: la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias –OSPA– igualmente con temporada regular de abono, y Oviedo Filarmonía, versátil tanto en el foso como en su repertorio. Y a todo ello debemos añadir el retorno del ciclo de Jazz, SACO (Semana del Audiovisual Contemporáneo de Oviedo), al que se suma el recién nacido CIMCO (Ciclo Interdisciplinar de Música de Cámara de Oviedo). Hay para todos los públicos; la oferta musical ovetense resulta un verdadero motor económico tanto por los muchos empleos directos que genera, como por su contribución al tejido turístico y cultural de esta tierra que siempre ha sido melómana, hospitalaria y, como suelo decir a menudo, omnívora musicalmente. Vox Luminis Oviedo

Los Conciertos del Auditorio en días concretos resultan una intersección de propuestas, ofreciéndonos tanto recitales líricos como óperas en versión concierto incluso del Barroco, caso del reciente Giulio Cesare in Eggito de Händel a cargo de Forma Antiqva el pasado sábado, un verdadero placer cercano a las cuatro horas, y este jueves nada menos que La reina de las hadas de Purcell, con Lionel Meunier al frente de Vox Luminis en una producción dramatizada, que apuesta por esta “mascarada inglesa” que atrajo al auditorio ovetense un público variado aunque con menor entrada de la que se merecía, tal vez frenado por la larga duración (más allá de las tres horas, con alguna deserción en la pausa) pero que agradece estas óperas no siempre con espacio en la programación del Teatro Campoamor. Vox Luminis Oviedo

Ambiente nocturno, penumbra, leds en los atriles, misterioso como debe ser para recrear este sueño veraniego de hadas, con la actriz catalana Silvia Bel regalándonos unos bellísimos textos escritos ex profeso para la representación e insertos en cada momento preciso. Acordes con la acción en desarrollo, resultó especialmente emotivo el del cuarto acto con las cuatro estaciones lunares de toda mujer declamando con su voz sensual.  Al servicio de la dramaturgia estuvieron la lograda escenografía de Lauwers (cambiando el frontal de su atril) y los vídeos de Melo Costa, que “iluminaron” la música de Purcell para fusionarla con la mágica historia shakesperiana, destacando la sutileza y elegancia con la que se trató cada escena. Por momentos semejaban sombras chinescas, caso de los distintos animales en sus apareamientos, delicadas y tan poéticas como los textos que se tradujeron con sobretítulos. Vox Luminis Oviedo

Toda la dramatización de esta “semiópera” inglesa rebosó elegancia y buen gusto, refinamiento musical en todo y todos. El orgánico instrumental de Vox Luminis (cinco secciones de cuerda, flautas, oboes y trompetas a dos, timbales, percusión más el continuo) vistió de esplendor la época en sus 59 números, brillando en los instrumentales incluso afinando, con dos auténticas hornpipes o un continuo de lujo (laúd y tiorba en alternancia con guitarras barrocas). Comandó desde el órgano y el clave Anthony Romaniuk, verdadero director de orquesta, mientras Meunier, en la cuerda de bajos, también se sumaba como flauta de pico en alguno de ellos, pero sin dejar de “controlar” sus 16 voces en unos coros impecables por empaste, presencia, afinación, escena suficiente (entrando y saliendo o cantando sentados) para mantener esa calidad global. Y para calidad la de los distintos solistas, capaces de hipnotizarnos con distintos roles y variedad tímbrica en cada cuerda.

Momentos brillantes y efectistas nos regaló el Eco del segundo acto, con el coro sonando por ambos lados fuera de escena y los instrumentos tan delicados como las voces. Destacables los dúos masculinos del tercer acto con Mopsa (David Feldman) y Corydon (Lorant Najbauer), junto al maravilloso ‘A Thousand, Thousand ways we’ll find’ de Hugo Hymas con Sebastian Myrus (qué gran invierno del acto IV, ‘Next Winter comes’) y el Coro. Vox Luminis Oviedo

En las voces femeninas imponentes las seis sopranos, pero sobre todo Zsuzsi Töth en sus tres roles: perfecta, intensa ‘O let me weep!’ e inmensa, destacando también en el quinto acto con el trío de las dos mujeres, junto a Anabela Baric, y el Hymen del bajo Marcus Farnsworth, otra voz de las que brillaron con luz propia en esta noche mágica.

Trabajo impecable de Meunier y Vox Luminis por el equilibrio vocal e instrumental, con una sabia elección para formar este coro de solistas, auténtica exquisitez con diferente y variado colorido de cada cuerda en sus intervenciones solistas, distintas arias que cada uno interpretó en el amplio sentido de la palabra, desde los números cómicos a los plenamente oníricos, muy sentidos, y que la orquesta subrayó en todo momento.

Una escapada musical cual tránsito del bullicio urbano a la oscuridad del bosque en la necesaria conexión con la madre naturaleza, de la mano de Purcell y de estos intérpretes especiales y especializados. Alternar en esta gira King Arthur y The Fairy Queen con todo este elenco es buena prueba del enorme trabajo previo, evidenciado por el encaje al detalle de partituras tan complejas como esta, en edición de Clifford Bartlett, aunque para muchos el rey de la ópera barroca inglesa siga siendo Haendel. Vox Luminis Oviedo

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Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, jueves 17 de marzo de 2022, 20:00 horas. Conciertos de Auditorio: La reina de las hadas (The Fairy Queen), Z. 629. Semiópera con prólogo y cinco actos, versión dramatizada. Música: Henry Purcell. Libreto anónimo basado en “El Sueño de una noche de verano” de W. Shakespeare. Nueva producción de Vox Luminis, coproducción Concertgebouw Brugge. Vox Luminis (cantantes y orquesta); director artístico: Lionel Meunier; narradora: Silvia Bel; dramaturgia y textos: Isaline Claeys; escenografía: Emilie Lauwers; video: Mário Melo Costa; diseño e iluminación: David Carney; técnico en escena: Stefaan Deldaele; concertino: Tuomo Suni. Traducción textos de la narración: Valeria Gaillard, Joan Sellent Arus y Agustín García Calvo.

Sopranos: Anabela Baric (“Come let us leave” / “Ye gentle spirits of the air” / Juno / 2ª mujer);  Zsuzsi Tóth (Ninfa / “The plaint” / 1ª mujer); Caroline Weynants (Misterio / “If love’s a sweet passion” / “Thus Happy and Free”); Viola Blache (2ª hada / Noche / Primavera); Amelia Berridge (1ª hada / Asistente). Altos: Alexander Chance (Verano / Secreto / “Let the fife and the clarions”); Jan Kullman (“May the God of wit inspire” / “Let the fife and the clarions”); David Feldmann (Mopsa) / Helene Erben. Tenores: Hugo Hymas (“Come all ye songsters of the sky” / “A thousand ways we’ll find” / Autumn); Jacob Lawrence (“May the God of wit inspire” / Phoebus); Florian Sievers (“Thus the gloomy world at first began to shine” / “Yes, Xansi”); Olivier Berten. Bajos: Marcus Farnsworth (“Come let us leave” / Sueño / Hymen); Sebastian Myrus (“May the God of wit inspire” / “A thousand ways we’ll find” / Invierno); Lorant Najbauer (Poeta borracho / Corydon); Lionel Meunier.

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