Brillante inauguración de la temporada de la OCNE con este monumento musical del War Rwquiem de Benjamin Britten.
Dirigido por el ruso Semyon Bychkov quedará para el recuerdo como uno de los conciertos más bellos y profundos de la OCNE.
Con una intensidad y rotundidad extraordinarias, manteniendo las tensiones, diferenciando claramente los planos sonoros, permitiendo que se escuchasen de forma diferenciada tos los elementos orquestales, con una cuerda que sonaba a gloria y equilibrando la sonoridad sin tapar nunca a los solistas vocales, el maestro obtuvo un gran éxito.
Intervenía también el coro de RTVE y la Escolanía de Segovia de la Fundación Don Juan de Borbón más una orquesta de cámara.
De un expresivo pesimismo en busca del equilibrio y el sentimiento de pacificación, esta óbra es comparable a la 8ª sinfonía de Mahler.
La soprano Sabina Cvilak, situada enn la parte superior de órgano canto con gusto aunque faltó expresividad y rotundidad en su canto. Timothy Robinson, tenor, fue el más flojo por debilidad sonora y plana expresión. Magnífico el barítono David Wilson-Jhonson.
Francisco García-Rosado
