Xavier Sabata y Alejandro Magno, protagonistas en Peralada

Xavier Sábata. Foto: J. Castro
Xavier Sábata. Foto: J. Castro

Un recorrido por arias barrocas alrededor de la figura del gran conquistador Alejandro Magno es el eje del concierto que el contratenor de Aviá, Xavier Sabata, regaló a un público entregado en la Iglesia del Carmen de Peralada.

Dentro de la interesante programación dedicada a la lírica de este año en que el Festival de Peralada celebra sus 30 años la música barroca tuvo una muy destacada presencia con un programa Monteverdi y este que ha ofrecido Xavier Sabata.

Lo primero que habría que destacar de dicho concierto es la idea que lo nutre. La figura del gran conquistador Alejandro Magno forma parte del imaginario de héroes que inspiraron muchas obras de teatro y óperas del barroco. Aunque algunas hoy día se han recuperado a través de las grabaciones y representaciones de varias óperas de Haendel nos faltaba un contexto que es lo que el trabajo minucioso y el gran interés del Sabata investigador nos ha ofrecido fructificando en su próximo cd con parte del programa ofrecido en Peralada.

La voz cálida, el timbre oscuro natural y una emisión diáfana del contratenor catalán nos ayudó a viajar a través de partituras desconocidas de G.B.Bononcini, F.Mancini, G.B.Percetti, L.Vinci, L.Leo y por supuesto el maestro sajón, G.F.Haendel.

En esta cita el cantante se acompañó de la formación orquestal con instrumentos originales Capella Cracovienses bajo la dirección al clave de Jan Tomasz Adamus.

Esta formación compuesta por un músico por atril en la sección de cuerda y esporadicamente el añadido de dos oboes no fue lo mejor del concierto aunque se ha de valorar sus intervenciones solistas con partituras también desconocidas de compositores como A.Steffani y C.H.Graun entre otros.

Hace unas semanas pudimos escuchar en Barcelona una serie de conciertos de una formación similar catalana llamada Vespres d’Arnadí y cuyo sonido barroco estaba a las antípodas en positivo de la formación polaca, lo cual demuestra una vez más que no todo lo que viene de fuera es mejor que lo más cercano.

El sonido de la formación instrumental resultó apagado, carente del pathos necesario en cada momento, las partes vibrantes resultaban atropelladas y las lentas carentes de dramatismo, con un resultado muy por debajo de la calidad e intención musical del cantante.

En un arco de poco más de medio siglo (1690-1744) Sabata nos ofreció arias que ilustran el entusiasmo de los compositores por esta figura guerrera, masculina y de inclinación homosexual que ponían en una voz igualmente controvertida, la de los castratis, verdaderos ídolos de la época pero sobre los cuales también pesaban las mayores de las burlas.

Tras dos piezas orquestales Sabata cantó el aria de bravura “Da tuoi lumi” con la típica forma da capo con un predominio del registro grave para pasar a una de las arias más curiosas de la velada “Chiare faci” de la misma ópera L’Euleo festeggiante nel ritorno d’Alessandro Magno dall’Indie de G.B.Bononcini en el que la voz se acompañaba de un solo de violoncelo en un andante cantábile muy expresivo y que fue uno de los momentos más intensos de la primera parte en parte gracias a la gran expresividad del contratenor consiguiendo una gran calidez en el timbre sin perder el dramatismo del texto.

En esta misma línea el aria de G.B.Pescetti “Serbati a grande impresse” de la ópera Alessandro nell’Indie nos mostró la gran capacidad de fraseo y un pulido legato que no oscurecían sino potenciaban los ornamentos, apoyaturas de esta aria da capo en la interpretación de Sabata.

La primera parte acabó con un aria de Francesco Mancini, conocido más por sus sonatas y conciertos para flauta que por sus óperas aunque en este caso “Spirti fieri alla vendetta” nos acerco a su producción teatral con la ópera Alessandro il Grande in Sidone donde nuevamente la velocidad de emisión de notas, los saltos y cascadas de sonidos fue la constante oscurecida únicamente por una no muy afinada cuerda acompañante.

Tras la sinfonía de la ópera Alessandro e Poro del maestro de capilla de Federico II de Prusia, Carl Heinrich Graun, se nos ofreció nuevamente el aria “Serbati a grandi impresse” con el mismo texto de Metastasio pero con música del compositor Leonardo Vinci en su ópera igualmente homónima, Alessandro nell’Indie, pero en este caso con un acompañamiento orquestal y mucho más ornamentado que la partitura citada de Pescetti.

Tras un primer acercamiento a Haendel con la ópera Poro y una parte orquestal de la obertura de la oda Alexander’s Feast único momento donde la Capilla Cracovienses brilló con luz propia nos acercaron al final del concierto con dos arias bien diferentes. “Dirti, ben mio, vorrei” de la ópera Alessandro in Persia de Leonardo Leo, una verdadera declaración de amor de Alessandro a su amante pero que aunque históricamente está probado la nula problemática de esta relación en la época, no era igualmente bien visto en la escena barroca de ahí la frase “…che t’amo, che t’adoro….Ma non lo posso dir” todo ello con una música y una interpretación llena de pasión contenida para acabar el programa nuevamente con los fuegos de artificio vocales del aria “Vano amore” de la ópera haendeliana Alessandro donde Xavier Sabata demostró nuevamente su calidad de cantante ductil con una ´tecnica perfecta en esa serie de metralletas vocales que exige la literatura musical del sajón.

Ante los continuados aplausos del público que llenaba la Iglesia del Carmen se ofrecieron dos arias más de Haendel, un muy sentido “Cedo a te” de la ópera Scippione y nuevamente de Alessandro un aria del personaje de Teseo.

Tal vez la acústica de la Iglesia del Carmen no sea la más idónea para este tipo de conciertos entre otras cosas por los tapices de Bruselas del s.XVII que cubren parte del ábside central pero en este concierto parecían puestos a propósito ya que el de la derecha desde el público nos narra una de las escenas más famosas de la vida de Alejandro Magno, su encuentro con el filósofo Diógenes de Sinope que como vemos en dicho tapiz vivía en una tinaja y cuando Alejandro le dice qué puede hacer por él, Diógenes le responde que se retire porque le está tapando el sol que plácidamente estaba tomando.

Nosotros no diremos eso a Xavier Sabata sino que le agradecemos su programa tan interesante, su interpretación tan cuidada y que esperamos nuevas propuestas en esta misma línea.

 Robert Benito