«Zelle» Les Arts Por Pedro Valbuena
El teatro de cámara Martín i Soler del palau de Les arts ha ofrecido esta tarde la ópera de cámara Zelle, una rareza contemporánea, de factura funesta e inquietante, con la que se ha clausurado el Festival Ensems de Valencia en su cuadragésimo cuarta edición.
Simultáneamente, Zelle aparecía en la página web como la primera ópera de la programación, matando de esta manera dos pájaros de un tiro. La coproducción ha implicado a varios teatros europeos, integrados en el proyecto ENOA, que da soporte a nuevas y arriesgadas creaciones. La música y parte de la concepción escénica se deben a la joven compositora británica Jamie Man, que estrenó la obra en Amberes hace apenas un año. «Zelle» Les Arts
A medio camino entre la ópera, el video clip y la performance, en mi opinión se trata de algo mas próximo al teatro experimental que otra cosa, ya que los pasajes de texto recitado eran abundantes y fundamentales en la obra, mientras que el canto servía de contexto, por no decir de fondo. La música consistió esencialmente en una serie de sonidos distorsionados y amplificados, que resultaron a veces enervantes, pero que proporcionaron el contexto adecuado a la intensa prosa de Peter Stamm. El texto original, declamado en alemán y japonés con robótica monotonía, sólo podía seguirse a través de la traducción en valenciano, lo que debió de poner en aprietos a más de uno.
La escenografía diseñada por Ezra Veldhuis, contribuyó a generar un ambiente opresivo y desesperanzado, mediante un fondo negro por el que se diseminaba una cantidad ingente de hielo carbónico, un efecto algo manido que se utilizó en demasía. He de decir que, sin embargo, me conmovió la escena previa al final, en la que una gran nube amenazante generada sobre el escenario avanzaba inexorablemente hacia la platea, potente imagen de la finitud del tiempo y del espacio. Después, un hermoso juego de luces, muy bien dirigido, compensaba con un amago de serenidad, que pronto se vio nuevamente interrumpido por el estruendo que caracterizó toda la obra. La parte vocal, que no fue más allá de unas sencillas frases con aire arcaizante, parecían grabadas sobre el montaje general, de forma que, debido a la amplificación, uno no sabia si estaba ante un canto emitido en la sala o editado en un estudio londinense. Fuera como fuese, lo cierto es que el contratenor Steve Katona tiene un timbre especialmente luminoso, y fue la única concesión a la tonalidad de toda la obra. La artista Nōh Ryoko Aoki y la Throat singer Olesya Zdorovetska cerraron con sus particulares intervenciones el elenco de solistas, cuya conjunción no siempre me sonó afinada, pero claro, quizá sean efectos buscados que a un servidor se le escapan.
Tampoco se podía encontrar refugio en el programa de mano, porque los textos explicativos decían cosas como: “Invitación a ir más allá de nuestras tendencias oculocentristas para que nos impliquemos con los oídos de nuestra piel en el mundo preverbal…” A pesar de la brevedad de la pieza, un número considerable de personas no pudo hacer frente a tanta adversidad y abandonó la sala antes del final.
Particularmente me gustó asistir a la representación, porque tuve la sensación de estar ante un espectáculo rompedor que, a pesar de estar limitado en sus medios, (al final se trata de una producción bastante modesta), ofrece suficientes argumentos, tanto sonoros como visuales, como para mantener la atención durante una hora. Para más, no sé si da.
Valencia, Teatro Martín i Soler. Les Arts. 16 de septiembre de 2022. Música y dirección de escena, Jamie Man. Texto, Peter Stamm, Escenografía, Ezra Veldhuis. Vestuario, Fredrik Tjaerandsen. Dramaturgia, Tomas Serrien. Contratenor, Steve Katona. Nöh, Ryoko Aoki. Throat singer, Olesya Zdorovetska. «Zelle» Les Arts OW