Dúos de ópera de VIllazón y Abdrazakov: Los Tres Mosqueteros

 

Dúos de ópera de VIllazón y Abdrazakov
Dúos de ópera de VIllazón y Abdrazakov

El famoso lema “Todos para uno, y uno para todos” que encabeza la célebre novela de Alexandre Dumas padre bien podría servir para los tres caballeros que se han reunido para este interesantísimo proyecto: el tenor mexicano Rolando Villazón, una de las estrellas del canto más mediáticas de los últimos años; el bajo ruso Ildar Abdrazakov, que se ha convertido en uno de los artistas más sólidos de su cuerda, y ‘last but not least’, el director canadiense Yannick Nézet-Séguin, uno de los nombres más solventes y prometedores de la nueva generación, próximo director musical del Met de Nueva York, quien, al frente de la Orquesta Metropolitana de Montreal -de la que es su máximo responsable-, deja muy claros su elocuencia y su gran sentido teatral. Encontramos así fragmentos que no podían faltar, como el dúo de Zurga y Nadir de “Los Pescadores de Perlas”, pero también otros de “Mefistofele”, “Simon Boccanegra”, “Carmen” o “Faust”, en los que el azteca puede lucir ese canto directo y expansivo que lo han hecho célebre. Por su parte, a su colega le es permitido desplegar su amplia capacidad de recursos vocales y expresivos, junto a su timbre rotundo y sonoro. Hay que señalar que se le nota especialmente juguetón en los divertidos diablos que tiene que encarnar (como los de Boito o Gounod). En los fragmentos de esas dos joyas del repertorio bufo donizettiano que son “Don Pasquale” y “L’elisir d’amore” podemos encontrar ese sentido histriónico que a veces hallamos en las creaciones del tenor, y que aquí está plenamente justificado. Sobre la excelente labor de acompañamiento ya hemos hablado: es mucho más que eso, y consigue erigirse en el tercer pilar de este disco, por la capacidad de la batuta para crear atmósferas y dotarlas de impulso dramático. Como simpático final se han incluido dos versiones, también a dúo, de “Granada” de Agustín Lara y la conocida “Ojos negros”, como guiños a los respectivos orígenes de ambos artistas. Un álbum, en suma, de contenido y relización mucho más serios que lo que podría pensarse al ver el vídeo de promoción, en el que los dos cantantes intentar remedar, de manera muy hilarante, por cierto, a dos legendarias estrellas de la danza como Václav Nijinsky y Rudolf Nureyev.

Rafael Banús Irusta