Mystery Sonatas de Biber: simbolismo y espiritualidad

Mystery Sonatas de Biber: simbolismo y espiritualidad
Mystery Sonatas de Biber: simbolismo y espiritualidad

El sello Panclassics nos presenta en un doble C.D. un conjunto de obras llenas de simbolismo y espiritualidad, las Mystery Sonatas (Sonatas del Rosario) del compositor austro-bohemio Heinrich Ignaz Franz Biber.

Estas Mystery Sonatas de Biber consisten en quince sonatas para violín solista y bajo continuo que representan a cada uno de los quince misterios del Rosario que había entonces; además, el C.D. incluye una decimosexta pieza, un Passacaglia dedicado al Ángel guardián. La principal responsable de esta interpretación de las Mystery Sonatas de Biber es la violinista Lina Tur Bonet que, además de su buen hacer en el violín, dirige con buen criterio al conjunto Musica Alchemica, formado por Eugène Michelangeli, Anne Marie Dragosits, Patxi Montero, Reinhild Waldek y Thomas Boysen.

Como dice la propia solista y directora, el primer misterio de las Mystery Sonatas de Biber es la afinación, diferente para cada una de las distintas piezas que las conforman, con un objetivo musical y simbólico, ya que el compositor pretendía describir con los sonidos el contenido de cada uno de los misterios. De esta manera, las Mystery Sonatas de Biber, dividas en tres grupos de cinco, los misterios gozosos, los dolorosos y los gloriosos más el Passacaglia final, nos presentan en un contexto musical puramente Barroco unas piezas descriptivas llenas de simbolismo. El C.D. abre con los misterios gozosos (Anunciación, Visitación, Natividad, Presentación y En el Templo) en los que los contrastes propios del Barroco están presentes con gran claridad incluso dentro de una misma pieza; como es lógico por la temática, estas obras tienen un aire optimista en general, pero la mezcla de solemnidad, alegría y devoción se reflejan musicalmente con continuos cambios de tempo, con secciones contrastantes y con cambios de carácter en las piezas. La ejecución por parte de Lina Tur Bonet y Musica Alchemica es de un alto nivel musical, muy bien la solista, con un sonido limpio, con seguridad en los pasajes más complejos y, fundamentalmente, expresando musicalmente el mensaje de los misterios; de igual forma, el conjunto acompañante realiza una eficaz participación, con una buena coordinación con la solista.

El siguiente grupo de las Mystery Sonatas de Biber lo constituyen los misterios dolorosos (Monte de los Olivos, Flagelación, Corona de Espinas, Subida con la Cruz y Crucifixión), ciclo que cierra el primer C.D. y abre el segundo. De nuevo la preocupación por expresar el mensaje de los misterios es algo muy cuidado por el compositor y, de igual modo, por los intérpretes. En este ciclo podemos escuchar melodías de un enorme lirismo, que crean una atmósfera triste, melancólica, en el que Lina Tur Bonet hace gala de un sonido limpio y delicado; junto a estos fragmentos también podemos escuchar pasajes con ciertas disonancias, que tratan de recrear el ambiente lúgubre propio de la muerte. Otro aspecto de este conjunto de piezas es la agresividad que en algunos momentos nos evoca la música, sin duda para describir situaciones desgarradoras como la flagelación o la crucifixión. De nuevo los cambios de tempo, los bruscos contrastes entre secciones, los cambios dinámicos y de carácter hacen de estas Mystery Sonatas de Biber un ejemplo prototipo de música barroca.

El último ciclo de las Mystery Sonatas de Biber es el de los misterios gloriosos (Resurrección, Ascensión, Pentecostés, Asunción de la Virgen y Coronación de la Virgen), un conjunto de piezas en las que la atmósfera optimista y feliz es fácil de percibir. Los contrastes siguen siendo constantes en el tempo, pero no tanto en el aire de las piezas, quizás con la excepción de Pentecostés, donde probablemente Biber querría evocar la sensación de sorpresa y miedo que luego se vuelve alegría de los apóstoles.   De nuevo muy bueno el trabajo de Lina Tur Bonet, con un sonido limpio y lírico cuando la música lo pide, con algo más de estridencias en otros momentos pero siempre siendo expresiva.   Muy bien en la dinámica, en el fraseo y muy bien acompañada por unos músico que en estas últimas piezas tienen un protagonismo destacado. El C.D. Mysterys Sonatas de Biber se cierra con una pieza fuera de los misterios del rosario, el Passacaglia Ángel guardián, una obra en la que Biber escribe una bonita melodía llena de hermosos adornos que descansa sobre un ostinato de cuatro notas y en la que la violinista demuestra su musicalidad, manejando muy bien la dinámica, tocando con muy buen gusto y con un sonido hermoso y expresivo.

Este doble C.D. con las Mystery Sonatas de Biber es sin duda un trabajo serio, responsable, en el que Lina Tur Bonet interpreta con pasión unas piezas exigentes, no sólo por los requerimientos técnicos y virtuosísticos que pueden conllevar sino también por la expresividad que estas partituras piden a los intérpretes para que no caigan en lo monótono. Junto a la solista, también hay que destacar el eficaz trabajo del conjunto Musica Alchemica, solvente y eficaz en sus intervenciones en este disco con las Mystery Sonatas de Biber.

Emilio Lacárcel Vílchez