Un actualísimo ‘Don Giovanni’ sacude la Scala

                                                           Don Giovanni Scala Por Bernardo Gaitán

No hay un título en el repertorio mozartiano que intrigue y fascine más que Don Giovanni. Este dramma giocoso está cargado de dobles mensajes, intenciones y señales que despiertan tanto en los intérpretes como en los creativos la curiosidad de buscar continuamente hasta encontrar nuevos significados en la inmortal historia. El caso del connotado director escénico Robert Carsen no fue la excepción; el regista canadiense se dio a la tarea de desarrollar un muy ingenioso concepto para la prima della Scala de 2011. Y tan buena fue su acogida que tanto en 2017 como en 2022 el teatro lombardo retomó la producción. Don Giovanni Scala

‘Don Giovanni’ en la versión de Carsen. Obertura con Christopher Maltman en el rol titular (c) Brescia e Amisano – Teatro alla Scala 2022

La trama –en palabras del propio Carsen– está situada en la actualidad, pero no en una actualidad generalizada: la escena no acontece en la Sevilla del siglo XVI que señala el libreto de Lorenzo Da Ponte, sino en el escenario del Teatro alla Scala el mismo día de la función. La propuesta, cargada de semiótica, explora la idea del ‘teatro dentro del teatro’ con la premisa que la vida de Don Giovanni bien puede ser la de cualquiera de los asistentes y muestra al  personaje como el ‘director de escena de la vida’. Al inicio de la obertura un inmenso espejo refleja tanto el recinto como a los asistentes, potenciando la idea que el público también es parte de la puesta en escena. Al final, un colpo di scena: tras la aparente muerte de don Juan y su descenso al inferno, el seductor aparece nuevamente para ser él quien envía a todos los personajes al inframundo, dejando claro que siempre tuvo el control de lo que sucedía tanto en su vida como en la de sus compañeros. Don Giovanni Scala

‘Última escena de Don Giovanni’ según la propuesta de R. Carsen  (c) Brescia e Amisano – Teatro alla Scala 2022

Los coloridos vestuarios de Brigitte Reiffenstuel les van como un guante a los característicos personajes; un Don Giovanni en traje de gala o frac y un Leporello vestido como técnico del teatro. La escenografía de Michael Levine y el diseño de iluminación de Peter Van Praet muestran diferentes puntos de vista del teatro. Todos ellos son elementos clave para entender el concepto de realidad vs. ficción propuesto por el team creativo. Don Giovanni Scala

Desde el foso, la Orquesta del Teatro alla Scala fue dirigida por Pablo Heras-Casado, en lo que es su debut en el teatro. El director granadino hizo un extraordinario trabajo concertador cuidando siempre el volumen de la orquesta, respetando con extrema fidelidad los tempi del manuscrito original y ejecutando las casi tres horas de música en un correcto estilo mozartiano. Don Giovanni Scala

El protagonista homónimo fue interpretado por Christopher Maltman, el barítono británico cuenta con un gran número de funciones en este rol a las espaldas, y eso se nota en escena. La seguridad y el conocimiento del personaje es abrumador y la pronunciación del italiano, perfecta, lo cual aunado a su portentosa voz lo convierten en uno de los Don Giovanni por excelencia en la actualidad. Su melancólica interpretación en ‘Deh, vieni alla finestra’ o su vivacidad en ‘Fin ch’han dal vino’ evidencian un artista muy completo.

Christopher Maltman (Don Giovanni) y Alex Esposito (Leporello)  (c) Brescia e Amisano – Teatro alla Scala 2022

Por su parte, Alex Esposito encarnó un simpático y sobresaliente Leporello. El bajo-barítono bergamasco, además de poseer una técnica vocal envidiable, consigue con su talento actoral meterse al público en el bolsillo desde su ingeniosa entrada vestido como uno de los técnicos del teatro. Mientras empuja la escenografía, se lamenta en el ‘Notte e giorno faticar’. Mención aparte requiere la escena final, donde su personaje se enfrenta a la marmórea estatua del comendador gracias a su innata gran vis cómica.

Igualmente talentosa fue la dupla femenina. La Donna Anna de la soprano alemana Hanna-Elisabeth Müller fue brillante tanto por el color de su voz como por su interpretación mientras que la soprano canadiense Emily DAngelo ofreció una Donna Elvira efervescente y llena de pasión. Ambas cantantes cuentan con una frescura vocal –por su evidente juventud– y un estilo mozartiano acertado, que hacen de ambos personajes una delicia tanto visual como auditiva. Don Giovanni Scala

Bernard Richter (Don Ottavio) y Hanna-Elisabeth Müller (Donna Anna) (c) Brescia e Amisano – Teatro alla Scala 2022

Además, el Don Ottavio del tenor suizo Bernard Richter, quien cuenta con una voz perfecta para interpretar Mozart, estuvo sobresaliente. Las inmaculadas coloraturas y su pulcro registro agudo duranteIl mio tesoro’, así como el abrumador control del fiato en ‘Dalla sua pace’ hicieron que fuera merecidamente aplaudido.

La jovial pareja Masetto Zerlina fue igualmente extraordinaria; el elegante y sedoso timbre del barítono lacio Fabio Capitanucci aunado a la frescura y picardía de la soprano estadounidense Andrea Carroll provocaron que el público detuviera la función para agradecer con sendos aplausos tanto el ‘Batti, batti’ o el ‘Vedrai carino’ de ella como el ‘Ho capito, signor sì’ de él. Don Giovanni Scala

Fabio Capitanucci (Masetto) y Andrea Carroll (Zerlina) (c) Brescia e Amisano – Teatro alla Scala 2022

Sin lugar a dudas, este Don Giovanni es una de las producciones más completas que ha presentado la Scala últimamente. Tras un aspecto musical perfecto uno sale del teatro complacido, aunque tras varios días de la función el público continúa reflexionando y tratando de comprender los significantes propuestos por Carsen para este particular espejo de la realidad.

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Teatro alla Scala de Milán, 31 marzo 2022. Don Giovanni, de W. A. Mozart (música) y L. Da Ponte (libreto). Don Giovanni: Christopher Maltman. Commendatore: Günther Groissböck. Donna Anna: Hanna-Elisabeth Müller. Don Ottavio: Bernard Richter. Donna Elvira. Emily D’Angelo. Leporello: Alex Esposito. Zerlina: Andrea Carroll. Masetto: Fabio Capitanucci. Orquesta y Coro del Teatro alla Scala. Director: Pablo Heras-Casado. Maestro del coro Alberto Malazzi. Dirección escénica: Robert Carsen. Escenografía: Michael Levine. Vestuarios: Brigitte Reiffenstuel. Iluminación: Robert Carsen y Peter Van Praet. Coreografía: Philippe Giraudeau. Producción: Teatro alla Scala 2011.

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