CD. Bel Canto. Mariola Cantarero y Simón Orfila

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BEL CANTO Mariola Cantarero, Simón Orfila. Real Filharmonia de Galicia dirigida por Óliver Díaz. Obras deMozart, Rossini y Donizetti. DISCMEDI BLAU, 2013. 1 CD.

El sello DISCMEDI publica un compacto con la grabación en directo del concierto que ofrecieron la soprano Mariola Cantarero y el barítono Simón Orfila en septiembre de 2013 en Santiago de Compostela (España), acompañados por la Real Filharmonia de Galicia, y dirigidos por el joven director ovetense Oliver Díaz.

El concierto fue todo un acontecimiento en el que ambos cantantes demostraron sus atributos con un programa dedicado por entero al belcanto, y que incluyó piezas en italiano de Mozart , Rossini y Donizetti.

El resultado, pese a resultar algo deslavazado por lo inconexo de algunas de sus obras, y adolecer de un acompañamiento orquestal sin demasiado relieve, se degusta con facilidad gracias a la enorme seguridad técnica que atesoran ambos cantantes.

Mariola Cantarero aparece en lo más alto de su arte en la interpretación de Bel raggio lusinghier de Semiramide de Rossini, donde se muestra llena de inspiración, con un canto interesante, cuidado y emotivo. También en el dúo de la misma ópera Se la viya ancor, sabe dosificar con eficacia unos adornos que demuestran su control del instrumento. En Soli noi siamo, de Anna Bolena de Donizetti, la Cantarero impresiona por su control del fiato y su manejo inteligente de las modulaciones (con frases de enorme belleza) , cuajando una versión incontestable tanto en lo técnico como en lo dramático.

Simón Orfila le da la réplica con intervenciones que cuidan el estilo en los recitativos y en las arias que canta en solitario. Su voz metálica encaja con la de la Cantarero, y siempre aporta una nota de incertidumbre, como de misterio de castillo antiguo, muy teatral. Orfila consigue llevar siempre al que escucha al filo de una voz siempre emocionante y con personalidad, llena de fuerza expresiva. Acusa, por otro lado, un exceso de vibrato en algunas frases que afean el conjunto, y que no aporta brillantez a algunas intervenciones como en Vieni la mia vendetta de Lucrezia Borgia..

Ambos dan lo mejor de sí en los dúos, donde su arte se combina y aparece, por fin, pleno de sentido, en interpretaciones que demuestran la química existente entre ambos cantantes. Baste como ejemplo, el dúo de Semiramide o Quanto amore, de L’Elixir d’amore, la pieza que cierra el disco, donde el que escucha puede imaginar a ambos personajes en escena.

Pese a que la selección puede parecer, a priori, sin riesgo y poco novedosa, el interés de este compacto está en los pequeños detalles que tanto Mariola Cantarero como Simón Orfila van dosificando poco a poco, y en la gran fuerza expresiva que consiguen al unir sus privilegiadas voces.

Carlos Javier López

@CarlosJavierLS