La Traviata (segundo reparto). Verdi. Barcelona

Gran Teatre del Liceu de Barcelona. 21 Octubre 2014.

Estas notas corresponden al segundo reparto, que en esta ocasión no era puramente alternativo, ya que el precio de las localidades era más barato que en el reparto titular. Como ya adelantaba ayer, se ha repetido la historia, es decir éxito de taquilla y mediocridad artística.

En cuanto a la producción de David McVicar tengo que decir que por fin he conseguido verla entera, ya que mi localidad me permitía hacerlo. Por lo demás, sigue siendo un trabajo tradicional y con afán de achicar espacios, lo que hace que la escena se retranque, lo que dificulta mucho la visión de los espectadores situados en los laterales del teatro.

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Escena

Sobre la dirección musical de Evelino Pidó tampoco añadiré nada a lo escrito el día anterior. Corrección y no mucho más. Habiendo estado ayer en una localidad en la que la acústica era notablemente mejor que la del día anterior, me reafirmo en mi impresión de que hubo falta de empaste en el Coro en algunas ocasiones.

En el reparto hemos vuelto a tener una Violeta totalmente alejada de las exigencias vocales del personaje. En esta ocasión era la soprano rumana Elena Mosuc, una de las mejores belcantistas de la actualidad, como lo ha demostrado la temporada pasada en nuestro país cantando Elvira de I Puritani, pero también la Gilda de Rigoletto, aunque no estemos en el puro belcanto en este caso, pero sí en un personaje muy acorde a sus características vocales.

Si Patrizia Ciofi no es adecuada para Violeta, lo mismo se puede decir de Elena Mosuc. No entiendo por qué una y otra se empeñan en cantar un personaje que está fuera de sus posibilidades vocales. La italiana se tapa con su habilidad escénica, lo que no es el caso de la rumana. Elena Mosuc se encuentra cómoda en el primer acto, a diferencia de lo que ocurre con su colega italiana, y no tuvo problemas para atacar el MI bemol, que la Ciofi evitó. En el segundo acto empiezan a surgir los problemas de adecuación, siendo evidente la falta de peso vocal de Elena Mosuc para el enfrentamiento con Germont, por no hablar del Amami, Alfredo. Lo más rechazable de su actuación vino en el último acto. Patrizia Ciofi intentó dar dramatismo a su actuación, mientras que Elena Mosuc ni lo intentó. Alguien tendría que decir a la rumana que en el último acto Violeta tiene que expresar su desesperación y de ahí el dramatismo de la escena. Addio del passato es un canto desesperado, como lo es el Gran Dio, morir si giovine. Pues bien, Elena Mosuc canta todo el último acto en plan no dramático, sino más bien elegíaco, como si fuera un sueño. Cantará bonito para algunos, pero está en las antípodas de lo que Violeta

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Leonardo Capalbo y Elena Mosuc

Elena Mosuc es una excelente soprano en su repertorio. No consigo entender qué se le ha perdido en Violeta y mucho menos en Norma, que tuve ocasión de sufrir hace unos años. ¡Zapatero a tus zapatos!

El tenor americano Leonardo Capalbo fue un Alfredo un tanto irregular. La voz no está sobrada de calidad, aunque su canto es más natural que el de Charles Castronovo. Se desenvuelve bien en escena, pero no hay muchos más aspectos positivos a resaltar. Su afinación deja que desear. Como Castronovo, cantó la cabaletta del segundo acto, aunque con un solo verso, y se escapó del DO que debería siempre cerrarla. Ni este DO ni el SI de La donna è mobile están escritos, pero tan necesarios son el uno como el

Lo más adecuado del reparto fue la presencia de Ángel Ódena como Germont. La voz de este barítono catalán es mucho más verdiana que la de Stoyanov, aunque éste sea muy superior en fraseo. Muchas veces he criticado el afán de Ódena por exhibir la anchura de su voz, cuando no es necesario. No tengo que hacerlo en esta ocasión. Seguramente, ha sido la interpretación vocal más matizada que le recuerdo. Por este camino puede tener mucho más recorrido que con solas exhibiciones de volumen.

Repitieron todos los personajes secundarios.

El Liceu volvió a colgar el cartel de No Hay Billetes y hasta se podía ver a las puertas del teatro gente con letreros buscando entradas. El público se mostró muy frío en el primer acto, donde no hubo un solo aplauso a escena abierta. Luego fue más cálido, dedicando ovaciones y bravos en los saludos finales a Elena Mosuc y a Ángel Ódena.

La representación comenzó puntualmente y tuvo una duración de 2 horas y 56 minutos, incluyendo dos intermedios. Duración musical de 2 horas y 1minuto, es decir 3 minutos menos que el día anterior. Seis minutos de aplausos.

El precio de la localidad más cara era de 199 euros, costando 139 euros la butaca de platea. La entrada más barata con visibilidad costaba 30 euros.

Jose M. Irurzun