‘La voix humaine’ y ‘Eine florentinische Tragödie’ en ABAO: Cástor y Pólux. Una voz del Olimpo

ABAO voix humaine florentinische Tragödie Por Joaquín Ferro

Este jueves diecisiete de febrero se produjo el estreno en ABAO de La Voz Humana de Poulenc junto con Una tragedia Florentina de Zemlinsky. Son dos obras que muestran lo que cuarenta años de evolución musical arrancando el siglo XX pueden ofrecer, motivo más que suficiente para no perderse esta producción. Hace un par de décadas se hubiese considerado revolucionario llevar a cabo este tipo de montaje, ahora terminando el primer cuarto del siglo XXI estamos preparados para deleitarnos con estas pequeñas alhajas. ABAO voix humaine florentinische Tragödie

Al arrancar esta crítica me siento como cuando mis padres me llevaban a Zuricalday a escoger un pastel; el hecho era extraordinario y las opciones infinitas y deliciosas. La escenografía de Paco Azorín revisada es impecable; las videoproyecciones de Pedro Chamizo, quien tuvo que adecuarlas a los imprevistos de reparto, son perfectas. Hay momentos en los que el lenguaje visual nos lleva a la mítica ‘Danza al Mar’ de Leni Riefenstahl, y que, gracias a la irreprochable interpretación de Nicola Beller Carbone, pasa a un primer plano. Nos da la oportunidad de dejarnos llevar por las imágenes, anclados por su canto a la representación.

ABAO Bilbao Opera. La voix humaine. Febrero 2022 © E. Moreno Esquibel 

A toda esta magia, la iluminación de Pedro Yagüe pone la sensibilidad necesaria para tocar la fibra del público, los sutiles cambios de intensidad nos van preparando a momentos musicales luminosos o nos inquietan haciendo que las sombras de ‘La voz’ sean charcos de sangre escarlata sobre el suelo en los momentos más duros de la representación. Sin duda, un equipo técnico que trabaja con una idea clara: ser un todo con la interpretación.

Una de mis grandes sorpresas ha sido el vestuario de Ana Garay, no solo es perfecto para que los cantantes puedan expresarse con comodidad, sino que viste cada emoción con el corte y tejidos precisos. El arranque en satén líquido como el agua de La voz humana o las casacas dieciochescas del mercader impecablemente lujosas demuestran conocimiento y sensibilidad. Muchas gracias por presentarnos una colección de sentimientos en traje.

Nicola Beller Carbone en La voix humaine © E. Moreno Esquibel – ABAO Bilbao Opera 2022

A veces no me es sencillo poner negro sobre blanco las emociones, pero en este caso solo necesito una palabra para expresar lo que Nicola Beller Carbone nos regaló durante La voz humana: exquisitez. Exquisito canto, exquisita interpretación, exquisita dicción, exquisito deambular en escena. Por seguir con la metáfora, su interpretación es un dulce que vale cada uno de los euros que queramos pagar por él. Trascendiendo lo obvio de decir que está cantando durante toda la obra, con el esfuerzo que ello supone, es imprescindible destacar que no se trata de simple gimnasia vocal, es una carrera de fondo para la que Nicola Beller Carbone lleva entrenando desde que comenzó sus estudios musicales. ABAO voix humaine florentinische Tragödie

Más allá de la voz, escuchamos música; la simbiosis con la batuta de Pedro Halffter es total, él domina a la Orquesta Sinfónica de Bilbao, y ella marca los mil matices de su papel. Consigue que un final tradicionalmente trágico se transforme en una re-afirmación de la tan manoseada ‘resiliencia’. La pérdida de un amor sublime es un tesoro emocional que se llega a apreciar con el tiempo y eso es lo que deja claro la protagonista, queda mucho camino para recorrer dejando atrás la maleta del pasado (otra ‘miguita’ del vestuario).

Nicola Beller Carbone, conteniéndose en momentos que tentarían a otras sopranos de su calidad a epatarnos con su instrumento, hizo un ejercicio de inteligencia vocal. Su técnica es impecable, y le permite regalarnos pianos, staccatos, vibratos, filados (ya me entienden) y todo aquello que lleva una carrera de canto conocer y una carrera artística, dominar. Pero sobre todo, Nicola Beller Cardone es musicalidad; hace mucho tiempo que en un escenario no escuchaba música en la interpretación de un cantante.

ABAO Bilbao Opera. Eine florentinische Tragödie. Febrero 2022 © E. Moreno Esquibel 

En Una tragedia florentina la escena arrancó con una invocación a Eros y Tánatos que resultó ser una premonición. La representación se reanudó a lo Cástor y Pólux, humano y divino. Una primera parte divina y una segunda humana, con sus defectos. Más allá de decir que Nicola está exenta (habla Strauss fluido y sacó sobresaliente en Poulenc), sus compañeros tuvieron peor papel. Carsten Wittmoser, en su rol de Simone, se excede en el vibrato, aunque su voz es hermosa y su interpretación consigue hacer que ciertos acentos sean tan agrios como el papel requiere. Además, la orquesta desde el foso se encargó de matar cualquier delicadeza, frenando otras sutilezas vocales que como espectador estaba deseoso de escuchar.

En esta segunda obra, la orquesta pasa de la escena, en la que tan buen papel hizo durante La voz humana, al foso, donde parecía que se habían desatado los infiernos. Su sonido se tornó ligeramente estridente y su volumen estuvo fuera de control, tapando a los cantantes. No es la dificultad de la música de Zemlisnsky la que pueda inquietar a los músicos, que están acostumbrados a retos mayores, sino quizás la falta de referencia sonora de lo que ocurre en la escena. ABAO voix humaine florentinische Tragödie

(De izq. a der.) Nicola Beller Carbone, Carsten Wittmoser y Giorgio Berrugi en Eine florentinische Tragödie © E. Moreno Esquibel – ABAO Bilbao Opera 2022

Giorgio Berrugi estuvo muy propio en su papel, y eché de menos escuchar más de su voz, con un color que además de bello se adivina dúctil, y que emite limpiamente. Esperemos que venga de nuevo a una de las próximas temporadas de ABAO para escucharle en un rol que le permita desplegar su arte. Todo lo dicho no implica que en esta ‘Tragedia’ el canto de los protagonistas no haya estado al nivel, sino que la ejecución de la orquesta acaba con toda posibilidad de apreciar la labor de los cantantes, que por otra parte, no tienen un papel fácil.

A pesar de las evidentes desigualdades entre las dos obras presentadas, acudir a una cita musical como la que estamos tratando es indispensable. ABAO ha programado una pequeña joya que crea afición: el lenguaje visual es propio, la interpretación impecable y las temáticas agradablemente cercanas a la sensibilidad actual. No tengamos miedo a una música que se puede presumir complicada frente al clasicismo de la tradicional ópera de repertorio, pero que pone música al sentimiento y eso, lo entendemos todos.

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ABAO Bilbao Opera, 17 de febrero de 2022. La voix humaine de F. Poulenc y Eine florentinische Tragödie de A. von Zemlinsky. Paco Azorín, dirección escénica y escenografía. Ana Garay, vestuario. Pedro Yagüe, iluminación. Pedro Chamizo, videoproyecciones. Pedro Halffter, dirección musical. Orquesta Sinfónica de Bilbao. Solistas: Nicola Beller Carbone, Giorgio Berrugi, Carsten Wittmoser. ABAO voix humaine florentinische Tragödie

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