Los diseños de Alexandre Benois de 1910, en el ballet Giselle que se emite en directo en cines desde la Opera de París, este jueves 6 de febrero

Giselle. Ballet de la Ópera de París. Con diseños de Alexander Benois de 1910
Giselle. Ballet de la Ópera de París. Con diseños de Alexander Benois de 1910

Los bailarines étoiles Dorothée Gilbert y Mathieu Ganio son sus protagonistas. Koen Kessels dirige en el foso a la Orchestre Pasdeloup, la sinfónica más antigua de Francia 

Cristina Marinero

En directo desde el escenario de la Ópera Garnier, la versión que se ofrece de Giselle este jueves 6 de febrero es la realizada por Patrice Bart y Eugène Polyakov, sobre la coreografía original de Jean Coralli y Jules Perrot de 1841, sobre la partitura de Adolphe Adam. La realizaron en 1991, para celebrar el 150º aniversario del estreno del ballet y marcaría el inicio de Bart, exestrella y entonces maestro de la compañía, como coreógrafo en la recuperación de los clásicos y con creaciones originales propias.

Está protagonizada por los etoiles del Ballet de la Ópera de París, Dorothée Gilbert (Giselle) y Mathieu Ganio (Albrecht), además de Valentine Colasante, como Myrtha-Reina de las willis, y Audric Bezard, en el papel de Hilarión. 

Con la dirección musical de Koen Kessels, al frente de la Orquestre Pasdeloup, la sinfónica más antigua de Francia, ya que data de 1861, esta Giselle que se emite en directo en cines de todo el mundo cuenta con la reproducción de los diseños originales de Alexandre Benois de 1910, atesorados en la Biblioteca de la Ópera de París.

Fueron creados para los Ballets Russes de Diaghilev. Porque cuando volvieron a presentarse en la capital francesa, en 1910, después de su estreno absoluto un año antes, bailaron en la Ópera de París e incluyeron Giselle en el programa. 

Pero esta decisión le costó mucho tomarla a Diaghilev, ya que su idea era mostrar nuevas coreografías y encontraba que este ballet romántico, precisamente creado y estrenado en la Ópera en 1841, sería ofrecerles algo que conocían muy bien y habrían visto mucho los parisinos, aunque se hubiese dejado de representarse allí a finales de los años 1860.

Alexandre Benois, a quien Diaghilev consideraba uno de sus principales maestros en el terreno del arte, había insistido en incluir Giselle en esta nueva temporada en la ciudad del Sena y, en ese toma y daca con el director de los Ballets Russes, Benois le ofreció incluso diseñar nuevos decorados para la ocasión, intentando con todas sus “armas” convencer al empresario. Finalmente, Diaghilev accedió a la propuesta, después de que Benois y el regidor de la compañía, Serge Grigoriev, le solucionaran el tener un ballet más, como necesitaba, proponiéndole Le Carnaval, de Michel Fokine, solo bailado una vez en San Petersburgo y, por ello, poder ser presentado en París como estreno.

El éxito del primer programa, compuesto por ese título, Sheherazade y Le Festin, tres de las creaciones que perdurarían en el repertorio de los Ballets Russes durante años, fue unánime, emocionados público y crítica con las obras originales de los exóticos y modernos artistas. Por eso encontraron un tanto anticuada  Giselle, y no triunfó, ofrecida en la versión que bailaban en el Mariinsky, la de 1899 de Marius Petipa, sobre la original de Coralli y Perrot, aunque con algunos cortes que hizo Diaghilev a la partitura de Adam, y otros añadidos. Michel Fokine, como cuenta Grigoriev en sus diarios, no quiso ni dirigir los ensayos de este ballet con los bailarines, al no ser coreografía suya.

Hay que recordar que Diaghilev pudo tener a Nijinsky en exclusiva con sus Ballets Russes también a través de Giselle. Porque el astro vistió inapropiadamente para su papel de Albrecht, en una función del Mariinsky en el inicio de la temporada 1910-1911. Si no le llegan a expulsar de la compañía por este asunto, no hubiese podido abandonarla, ya que habría tenido que permanecer en ella durante cinco años, como «pago» compensatorio al haber estudiado gratuitamente en su prestigiosa escuela de San Petersburgo.

Entre otras salas de cine, esta emisión en directo de Giselle se puede ver en los cines Kinepolis de toda España.