Rattle abandona Berlín

 

Rattle cumple hoy 58 años, pero en lugar de entonar en su honor un “Cumpleaños feliz”, la ciudad de Berlín le canta, entristecida, una canción de despedida. Lleva una década al frente de la Filarmónica de Berlín y podría haber seguido otra más dirigiendo la mayor máquina de precisión de la música clásica si no fuera porque los años no pasan en balde. El director de orquesta británico Simon Rattle ha anunciado públicamente, coincidiendo con su cumpleaños, que dejará la Filarmónica de Berlín en 2018, alegando razones de edad. Para esa fecha habrá cumplido 64 años. Su herencia de música cristalina quedará sin duda empapada en los registros sonoros de la Philharmonie, pero los maestros de la Calle Von Karajan no esperan a que cristalice y, trans enjugarse un par de justificadas lágrimas, han comenzado ya el sutil proceso de selección del que será su nuevo líder. A genio muerto, genio puesto.

El primer nombre en hacerse un hueco entre los futuribles es el del director venezolano Gustavo Dudamel. Uno de los objetivos de Rattle al no renovar su contrato es dar paso al “relevo generacional” y ahí encaja a la perfección la batuta amiga de Dudamel, cuya presencia en la Filharmonie se ha ido intensificando en los últimos años de la mano de su mentor Rattle. Considerado uno de los más destacados representantes dela ola de revitalizadores de las orquestas más clásicas y prestigiosas del mundo, Dudamel termina su propio contrato con la Filarmónica de Los Ángeles precisamente en 2018, así que parece que las piezas del puzle encajan a la perfección.

Ahora bien, si la Filarmónica de Berlín se decide finalmente por Gustavo Dudamel, estará poniéndose por montera ciertos parámetros de corrección política que pueden convertir a la más avanzada de las clásicas en una estrella fuera de órbita. Esta misma semana, Dudamel ha dirigido en Caracas a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar en un concierto en apoyo al presidente Hugo Chavez, que ha tenido lugar en la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño. Las primeras notas que salieron de su batuta fueron las del himno nacional venezolano, ante los mandatarios latinoamericanos y caribeños que horas antes habían participado en una manifestación chavista en los alrededores del Palacio de Miraflores y que fueron agasajados después con la Novena Sinfonía en Re Menor,op.125, de Beethoven. La actitud de palmero de la propaganda estatal no concuerda con la pulcritud de principios de la Filarmónica de Berlín. Las posiciones políticas y sociales de los directores son un factor relevante en la capital alemana. Rattle, sin ir más lejos, ha revitalizado la orquesta con acciones como el “Rhythm is it!”, película dedicada a jóvenes talentos musicales de todo el planeta. Y la orquesta West-Eastern Divan de Barenboim ha dado la vuelta al mundo. ÇAmbas iniciativas han contado con un consenso indiscutible y muy sentido por parte de la comunidad musical berlinesa, pero no podría decirse lo mismo del apoyo chavista de Dudamel.

Rosalía Sánchez