Norma en el Met Por Carlos Javier López Sánchez
La ópera de Vincenzo Bellini ¨Norma¨ regresa al Met en la poducción de David McVicar. El director de orquesta Maurizio Benini dirige a la orquesta y coro del Met con un elenco encabezado por la prima donna búlgara Sonya Yoncheva, que canta por primera vez en Nueva York el papel de la sacerdotisa gala. Norma en el Met
Ya hablamos en detalle, tras su estreno en 2017, de la puesta en escena de David McVicar. Hoy nos sigue pareciendo funcional y efectiva, pero sin los lujos ni la complejidad de sus trabajos más inspirados. Pensemos en su Agripina o en la más reciente Fedora. No obstante, el montaje se adapta a la perfección a las dimensiones y capacidades técnicas del Met, que require conciliar la grandiosidad de los espacios con la facilidad para su instalación. Tanto el esquemático bosque galo como la cabaña de Norma permiten el desarrollo del drama sin entorpecer el canto ni la actuación, y dejan en manos del coro y los solistas gran parte del contenido de la ópera. La cuidada iluminación de Paule Constable aporta semántica al movimiento de los artistas en escena, con un espléndido tratamiento lumínico del coro. La belleza de la soprano protagonista también se ve subrayada por los cuidados y sencillos figurines de Moritz Junge. Norma en el Met
Maurizio Benini es de los pocos directores de orquesta que consiguen encauzar los bríos de la orquesta del Met, que en esta temporada está mostrando su cara más irregular e indisciplinada. En esta Norma, la orquesta adquiere momentos de enorme belleza belcantista. Con un apoyo al canto sereno y pulcro, el foso arroja un sonido unívoco y ordenado, sin las vacilaciones de otras noches. El coro, preparado por el incombustible Donald Palumbo sigue respondiendo con éxito en la temporada lírica más exigente del mundo, aunque sin la excelencia que solía exhibir en años anteriores.
Para cualquier soprano, cantar con éxito el papel de Norma en el Met de Nueva York supone inscribir su nombre en la historia de la ópera, junto a leyendas como Lotte Lehman, Rosa Ponselle, Maria Callas, Joan Sutherland, Montserrat Caballé o Renata Scotto. Sonya Yoncheva coge el testigo de las más recientes Normas neoyorquinas Sondra Radvanovsky y Angela Meade, en un momento clave para su carrera. La Norma de Sonya Yoncheva se esperaba pues con expectación en Nueva York, tras el apreciable éxito de la soprano en el papel titular de la Fedora de Giordano. La evolución en la anchura y profundidad de su voz en innegable, pero Norma es probablemente el papel más exigente del repertorio belcantista romántico. Y cada noche supone un nuevo reto para Yoncheva.
Desde su primera Norma en Londres en 2016, Sonya Yoncheva ha ido perfeccionando el personaje, que hoy suena más creíble y profundo, con el balance adecuado entre dramatismo y belcanto. Yoncheva ofrece una Norma convincente tanto en lo vocal como en lo actoral. La madurez artística de la cantante es evidente, con un dominio escénico absoluto, naturalidad en el gesto y seguridad sobre las tablas. La voz, de creciente complejidad tímbrica, presenta hoy al menos dos colores. Escuchamos oscuras resonancias abajo, muy dramáticas aunque innecesariamente engoladas; y brillo metálico arriba, en unas notas agudas punzantes y algo apretadas, aunque mejor colocadas que en sus anteriores apariciones en Nueva York. La media voz, suave y controlada, alumbra los mejores momentos de su Norma, que se muestra también flexible para encajarse en los dúos con Adalgisa y Pollione.
El tenor americano Michael Spyres canta con más honestidad que acierto el personaje del procónsul romano Severo Pollione. Su actuación da la parte del apasionado guerrero con fidelidad, aunque con más voluntarismo que naturalidad actoral. Spyres desarrolla un canto ancho y voluminoso en el registro bajo, lo cual no es necesario para su papel, mientras que flaquea, a veces con desastroso resultado, en las notas altas, indispensables en un buen Pollione. Sypres se ve superado en todo momento por sus dos contrapartes femeninas y lo pasa realmente mal en el primer acto. Ahí Spyres falla en su complicada aria de entrada Meco all´altar di Venere, con una voz que va de la volcánica expansión de su registro central al exiguo y desdibujado plano agudo. No obstante, Spyres intenta sacar el mejor partido de su singular instrumento, y deja un vistoso duo final con Norma, el emocionante In mia mano alfin tu sei, más acomodable a sus prestaciones vocales. El Met sigue así con su mala racha de tenores, cuyo final se antoja hoy más lejano que nunca.
Por su parte, la mezzo Ekaterina Gubanova fue una Adalgisa discreta, con momentos de gran brillantez en los dúos con los dos protagonistas. Christian Van Horn convenció como Oroveso, en una actuación de rotunda solidez. Van Horn es el eje entorno al que se organiza el coro de los guerreros galos que, sin el bajo barítono neoyorquino, se habrían visto huérfanos de líder en sus páginas más importantes.
Sonya Yoncheva cosecha pues un triunfo importante en Nueva York. Un milagro de trabajo lírico yn entrega total que ha de revalidar cada noche. La soprano búlgara afronta el reto con humildad y compromiso, lo que revierte en actuaciones de gran profundidad dramática y apreciable valor belcantista, muy celebradas por el público de Nueva York.
Metropolitan Ópera de Nueva York, 11 de marzo de 2023. Norma, ópera en dos actos de Vincenzo Bellini.
Dirección Musical: Maurizio Benini, Producción: David McVicar, Escenografía: Robert Jones, Vestuario: Moritz Junge, Iluminación: Paule Constable, Coreografía: Leah Hausman, Dirección de la reposición: Eric Sean Fogel.
Reparto: Christian Van Horn, Michael Spyres, Yongzhao Yu, Sonya Yoncheva, Ekaterina Gubanova, Brittany Olivia Logan.
