Crítica: «Die Meistersinger von Nürnberg» en el Teatro Real de Madrid

Por Daniel Lara Crítica: Meistersinger Teatro Real Madrid

Todo un acontecimiento significó la presentación de la nueva producción de Die Meistersinger von Nürnberg (Los maestros cantores de Núremberg), monumental partitura de Richard Wagner, con la cual el Real reconfirmó su pertenencia a la primera liga de las casas de ópera de la actualidad. En óptima forma, el reparto vocal destacó por su calidad vocal como por su implicación escénica tanto en lo individual como en lo grupal.

Plano general, con el coro titular del Teatro Real, en «Die Meistersinger von Nürnberg» / Foto: Javier del Real

A cargo de la parte de Hans Sachs el experimentado bajo-barítono canadiense Gerald Finley lució todos los pergaminos que hacen de su zapatero unos de los más apreciados del momento: una voz de bellísimo esmalte, flexible, homogénea y de enorme carga expresiva con la que construyó un personaje magnético, pleno de humanidad, de gran profundidad psicológica e inteligencia teatral que concentró toda la atención en cada una de sus intervenciones. Su reflexivo monólogo del tercer acto “Wahn, wahn, überall Wahn…” fue uno de los mejores momentos vocales de la representación. Como el viejo orfebre Veit Pogner, el bajo coreano Jogmin Park dispensó un canto noble y lujoso, con una voz fascinante por color, densidad y potencia. Otro de los grandes triunfadores de la noche resultó el barítono ingles Leigh Melrose quien con muchos recursos histriónicos dio vida a un antipático, maléfico y divertido escribiente Sixtus Beckmesser, muy próximo al ideal con una voz sólida, perfecta emisión y generosa en acentos.

Jongmin Park (Veit Pogner) y Nicole Chevalier (Eva) / Foto: Javier del Real

Muy correctos el resto de los maestros cantores de entre los que destacaron con brillo propio el bajo británico-irlandés Barnaby Rea (Konrad Nachtigal), el barítono valenciano Jose Antonio López (Fritz Kothner) y tenor catalán Albert Casals (Balthasar Zorn). Como el pretendiente de Eva y aspirante a futuro maestro cantor, el tenor alemán Tomislav Mužek retrató un Walther von Stolzing bien plantado, con un canto de rico lirismo, elegante y bien proyectado que, aunque algo carente de efusividad e ímpetu juvenil, fue creciendo en intensidad y emoción a medida que fue avanzando la noche. Espléndida la Eva de la soprano estadounidense Nicole Chevalier, a quien la parte le encajó como un guante, y quien exhibió una voz flexible, redonda y de agudos fáciles y brillantes. Muy solventes en su cometido resultó la otra pareja de enamorados compuesta por la mezzosoprano bielorrusa Anna Lapkovkaja (Magdalene) y tenor alemán Sebastian Kohlhepp (David), ambos poseedores de un espléndido material vocal y expresivo. Un comentario al margen merece la labor del bajo ucraniano Alexander Tsymbalyuk quien interpretó con impresionantes medios las bellísimas melodías que le impuso la partitura a la breve parte del sereno y por lo que bien merecería un ascenso directo a maestro cantor. Impresionante de matices, articulaciones y fraseo al coro titular de la casa se lo escuchó magníficamente preparado bajo la dirección del argentino Jose Luis Basso.

Un escena de «Die Meistersinger von Nürnberg» en el Teatro Real. / Foto: Javier del Real

Desde el foso, el director de orquesta Pablo Heras-Casado, quien no cabe duda conoce al detalle la monumental partitura y disfruta de su labor, hizo una lectura entusiasta, elegante y vivaz, siempre atenta al detalle y cuyo ritmo y control no decayó en las poco más de cinco horas de duración de la ópera. Tanto el final del primer acto, como la concertación del alboroto del segundo y la reflexión de Sachs en el inicio del tercero fueron momentos musicales de memorable hechura que resultara difícil olvidar. Finalmente, no debe pasarse por alto en la labor del director granadino la particular atención y el sostén con el que arropó el trabajo todos y cada uno de los intérpretes. La producción escénica firmada por el talentoso director francés Laurent Pelly, en coproducción con la Ópera Real Danesa y el Teatro Nacional de Brno, situó la acción en un mundo atemporal, destruido, inestable y simbólico de casitas de cartón entre retorcidas callejuelas por donde deambulan los intérpretes y que confirmaría el dicho de “pueblo chico infierno grande”. 

Un escena de «Die Meistersinger von Nürnberg» en el Teatro Real. / Foto: Javier del Real

Si bien la propuesta visual no fue arriesgada, fue muy ingeniosa y entretenida gracias a la desbordante imaginación del director galo, quien dio una lección de teatro delineando de manera aguda y concisa la naturaleza y el carácter de cada personaje, así como las interrelaciones establecidas entre estos. Todos los elementos que componen la escenografía de Caroline Ginet fueron minuciosamente estudiados y tuvieron justificada su existencia en una motivo teatral, siendo enriquecidos por el estudiado diseño lumínico de Urs Schönebaum. El vestuario uniforme de Jean-Jacques Delmotte reforzó la idea de comunidad y de presente común de todos los habitantes de esta ciudad en ruinas que busca reconstruirse a gracias a la herencia cultural y artística de su pasado. Crítica: Meistersinger Teatro Real Madrid 

________________________________________________________________________Madrid (Teatro Real), 24 de abril de 2024. Richard Wagner Die Meistersinger von Nürnberg (Los maestros cantores de Núremberg).

Nueva producción del Teatro Real, en coproducción con la Ópera Real Danesa de Copenhague y el National Theatre de Brno.

Dirección musical: Pablo Heras-Casado.      Dirección del coro: Jose Luis Basso.

Dirección de escena: Laurent Pelly.

Elenco: Gerald Finley, Jongmin Park, Paul Schweinester, Barnaby Rea, Leigh Melrose, José Antonio López, Albert Casals, Kyle von Schoonhoven, Jorge Rodríguez Norton, Bjorn Waag, Valeriano Lanchas, Frederic Jost, Tomislav Muzek, Sebastian Kohlhepp, Nicole Chevalier, Anna Lapkovskaya, Alexander Tsymbalyuk, Pilar Belaval e Irene Garrido.

Orquesta y coro titulares del Teatro Real. OW Crítica: Meistersinger Teatro Real Madrid