‘Madama Butterfly’ Monterrey Por Manuel Yrízar
Hay óperas que escuchamos ya tantas veces en los teatros, cines, televisión, que pareciera que conocemos de memoria. Un cuento y una música articuladas con tal precisión y maestría, que no dejan de hipnotizar nuestra imaginación y exacerbar nuestros sentidos. Madama Butterfly es una de ellas. Desde que muy jóvenes la presenciamos en las Termas de Caracalla, muy cerca de Roma, en 1972, hasta hoy que viajamos a la Sultana del Norte, como se le conoce a Monterry, la capital de Nuevo León, sigue llenando de sentimientos encontrados en nuestro corazón. Otra vez salimos fascinados. El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de Nuevo León (CONARTE) en colaboración con México Ópera Studio (MOS) unieron sus esfuerzos y atinaron en el producto. Cuando música y teatro armonizan hay Ópera. Todos los ingredientes concordaron para ello. Estas son las razones:
Un elenco de cantantes muy jóvenes y entusiastas trabajaron varios meses para concretar la hazaña. En mancuerna contaron con la batuta de Alejandro Miyaki, director concertador, quien nos sorprendió con la sensibilidad, intuición y conocimiento de la partitura, complicada y cargada de melodías de belleza melódica y armónica, que combina en su construcción rasgos de la escuela romántica verista, con ritmos y patrones orientales. La empatía que logra proyectar a la orquesta preparada para la ocasión le permiten transmitir el tejido sonoro pleno de matices y dejarse llevar por esa orquestación plagada de motivos conductores aprendidos del lenguaje wagneriano. Rennier Piñero, director de escena surgido del teatro clásico, con escuela y conocimiento dramatúrgico, trabaja con los espacios de manera rigurosa y dota de armonía visual, bien compuesta siempre, canónica y elegante, contándonos la tragedia con solvencia prístina. Con esas dos columnas sólidas se sostiene el edificio y las velas llevan al barco a su destino.
El joven elenco logra el cometido de emocionar. Bien seleccionadas sus voces y temperamentos adecuados a los personajes que interpretan. Destacan la pareja de enamorados, la jovencita aprendiz de Geisha, Cio Cio San, la soprano nativa de Monterrey, Valeria Vázquez, de bello timbre lírico, que empieza a posicionarse entre las artistas destacadas de su cuerda. Su actuación es conmovedora transformándose de aquella doncella enamorada con ingenuidad desesperante, hasta convertirse en una madre sufrida, trastornada, abandonada y suicida. Manuel Bernal Dávalos, tenor de voz lírica de grato timbre, cálida y poderosa, llega con facilidad al registro agudo. Empieza el camino con herramientas que prometen un claro crecimiento futuro. Dos mezzosopranos dieron vida a la dama de compañía de la protagónica: Itzeli Jáuregui, en la primera función, quien el día anterior ganó el Concurso de Canto Carlo Morelli XXXIX, debuta el papel de la amiga solidaria de la Mariposa. Muy buena actriz, inteligente y conmovedora, crea un gran personaje. Estefanía Cano, mezzosoprano de timbre oscuro, hace un personaje distinto, de fuerza interior, diferente y contrastante, cumpliendo cabalmente en la segunda función. El barítono José Manuel Caro da voz y vida a Sharpless, el Cónsul norteamericano en Nagasaki, creando a un personaje cautivante, mezclado y sufriente en la farsa que se desarrolla. Fue muy bien recibido por el público entusiasta que hizo buenas entradas en las funciones.
Completan el reparto buenos cantantes comprimarios: el tenor Salvador Villanueva como el casamentero Goro; el tenor Kevin Hernández Toledo, como Príncipe Yamadori; el bajo de bella voz oscura Carlos Adrián Hernández cantó y actuó con vívida fuerza al tío Bonzo que acude a maldecir a la renegada Butterfly, la mezzosoprano Daniela Cortés como Kate Pinkerton, Víctor Rodrigo comisario Imperial y Adrián Cerdeña, oficial del Registro. OW
Teatro de la Ciudad, Monterrey. 15 y 17 de julio de 2022. MADAMA BUTTERFLY (G. Puccini). Solistas: Valeria Vázquez, Manuel Bernal Dávalos, Itzeli Jáuregui, Estefanía Cano, José Manuel Caro, Salvador Villanueva, Daniela Cortes, Kevin Hernández, Carlos Adrián Hernández, Víctor Rodrigo, Adrián Cardeña. DIRECCIÓN Y PUESTA EN ESCENA: Rennier Piñero. DIRECTOR CONCERTADOR: Alejandro Miyaki
