Entrevista a Lorenzo Ramos, director de la orquesta de Córdoba.

SU ULTIMO TRABAJO HA SIDO EL DE DIRECTOR MUSICAL DE LA TEMPORADA
LIRICA DEL CERVANTES DE MALAGA.

A sus 44 años, ha considerado que era «el momento» de ponerse al
frente de una orquesta profesional como director titular y está
preparado para coger la batuta de la Orquesta de Córdoba, donde llegó
tras un «novedoso» proceso de selección en el que los músicos también
tuvieron voz. «No abordas de la misma manera el trabajo si no sabes si
te apoyan». Ahora vive en Córdoba, una ciudad que solo tiene un
defecto para él, el calor, aunque ayer se mostraba muy contento de
haber «cogido el paraguas por primera vez» en esta ciudad. El día 11
de octubre comienza la temporada, pero hoy y mañana se subirá al
escenario del Gran Teatro para inaugurar con música el curso
universitario y celebrar los 25 años del Jardín Botánico.

–Además de un nuevo maestro en el atril, ¿con qué otras novedades se
va a encontrar el abonado?

–Con un nuevo director principal invitado, algo que la Orquesta no
había tenido en sus 20 años de historia. Me propusieron a José Luis
Temes y me pareció fantástico porque su carrera, sus méritos, sus
premios, no caben en esta habitación. Y coincidimos en algo esencial,
que es la programación del repertorio español para esta temporada. Me
sorprende que las orquestas españolas no programen esta música más
allá de Albéniz, Falla, Turina y Granados porque hay una gran cantidad
y calidad. Otra novedad es que hay más presencia de batutas y solistas
españoles. Lo que trato de mostrar con esta programación es el rico
patrimonio musical español. Voy a intentar que se sepa que no hay solo
un ABC en música española, sino todo un abecedario.

–En el protagonismo que se le ha dado a la música española esta
temporada cobran importancia los compositores cordobeses, de hecho se
inicia con obras de Martínez Rücker y Lorenzo Palomo.

–Desde el 2004 no se tocaba nada aquí de Palomo, y es el compositor
cordobés con más trayectoria internacional. Voy a tratar de dar cabida
a los compositores locales.

–¿Cómo cree que reaccionará el público de la Orquesta ante esta programación?

–Espero que no se asuste, porque quizá hay mucha música que no
conoce. He hecho una programación consensuada con la comisión
artística y todo es buena música, grandes maestros, obras que llegan
fácilmente al publico, por lo que pienso que la gente se va a
sorprender de la riqueza de nuestro patrimonio musical. También quiero
que en la página web, que habría que dinamizar, haya un buzón del
abonado y que puedan comunicarse con nosotros.

Lorenzo Ramos
Lorenzo Ramos

–Llega en tiempos difíciles y complicados para la Orquesta. ¿Qué
papel puede o debe jugar el director?

–Yo tengo unas limitaciones, hay competencias que van mas allá de mi
labor. Me he encontrado con una reivindicación de 20 años de una sede
propia. Siendo realista, si tenemos que seguir viviendo esta
situación, debemos tratar de que sea la mejor para todos y se trata,
fundamentalmente, de redefinir el convenio con el IMAE, llegar a un
acuerdo económico, porque si no hay dinero hay que buscar la forma de
ahorrar. Se ha llegado a un acuerdo con la Universidad para que nos
ceda unas oficinas a cambio de los conciertos que les ofrecemos
gratuitamente. Hay muchas cuestiones que dependen de otro frente
abierto, que es la gerencia. El gerente es una pieza clave. Yo me he
ofrecido a asesorar y a mediar entre posturas encontradas y creo que
vamos por el buen camino. Podemos aspirar a pequeñas mejoras. Si
estamos todos en el mismo barco, debemos remar en la misma dirección.

–Parece que el nuevo gerente, cuando se elija, tendrá que ponerse las
pilas en buscar patrocinios.

–Es evidente. Es su cometido.

–¿Qué le parece el Teatro Góngora como posible sede de la Orquesta?

–Conseguir el Góngora en exclusividad sería un paso importante, pero
no la solución definitiva. Con las localidades que hay allí, necesitas
hacer tres conciertos o hacer más, en lugar de 12, 24, algo que en el
Gran Teatro es imposible. De todas formas, hemos conseguido pasar del
miércoles al viernes, que es mucho mejor día. Mi objetivo es que si va
bien este año, se repitan los 12 conciertos. Es factible.

–¿Hay buena química con los músicos?

–Por mi parte, sí. Creo que ellos están contentos de que se escuche
su voz, que puedan participar.

–¿Qué vinculación debe tener la orquesta de una ciudad con sus teatros?

–Es esencial que haya más conexión entre el director del teatro y el
de la orquesta. Incluso con los coros. Mi obsesión es tratar de
conseguir una agenda a largo plazo y es muy importante que la orquesta
esté vinculada al teatro y en eso colaboraré todo lo que sea
necesario.

–¿Cuatro orquestas son muchas para una comunidad autónoma?

–Todo depende de en qué año se mire. Yo alabo y elogio que la Junta
esté haciendo lo posible por mantener las cuatro. Ha hecho un gran
esfuerzo en crearlas y mantenerlas. Es la única comunidad que tiene
ese número de formaciones. En Extremadura ha estado a punto de
desaparecer la única que tenían.

–Ha mostrado mucho interés en el proyecto social de la Orquesta, algo
que ya inició Leo Brouwer. ¿Qué queda del espíritu del director cubano
en esta formación?

–Para mí ha sido un referente claro, sobre todo en un punto: que la
orquesta se integre en la ciudad, que la ciudadanía la sienta como
algo suyo, que salgamos de las paredes del teatro y vayamos a otros
marcos. Y en eso estamos. Hemos empezado la pretemporada con tres
conciertos del proyecto social y espero que sea la primera piedra, que
crezca y sea un referente. No hay ninguna orquesta en España que
pretenda un proyecto social tan amplio. Siempre digo que la música es
un arma muy poderosa de integración social y la ciudadanía tiene que
entender que una orquesta no es un lujo.

Carmen Lozano