Sevillano de nacimiento y valenciano por adopción, debuta mañana en el Teatro de la Zarzuela dirigiendo la zarzuela Luisa Fernanda David Gómez-Ramírez debuta mañana en el Teatro de la Zarzuela
Nos encontramos con David Gómez-Ramírez (Sevilla, 1977) en la cafetería de un hotel cercano al Teatro de la Zarzuela en donde mañana tomará la batuta para dirigir a la Orquesta de la Comunidad de Madrid, la formación titular de teatro, en la primera de las 3 funciones que debe dirigir para sendas representaciones de la nueva producción de Luisa Fernanda, la zarzuela más popular del Federico Moreno Torroba.
Dirigir Luisa Fernanda en el Teatro de la Zarzuela, un buen comienzo para este año de incertidumbre, ¿no lo crees?
Sí, desde luego. ¡Estoy muy emocionado por mi debut en este emblemático teatro y con este título tan querido! Y especialmente porque en los tiempos que nos está tocando vivir, esta pandemia que pone a prueba lo mejor y lo peor del ser humano, soy consciente que estar trabajando en un teatro, con la presencia de público y con tantos artistas, es un privilegio.
¿En los momentos difíciles pueden surgir oportunidades provechosas profesionalmente?
Creo que sí. Cuando la crisis pasada nos golpeó, hablo de aquella económica de 2009, muchos compañeros lo pasaron muy mal pero yo fui afortunado y fue una época en la que tuve trabajo. Pude coordinar y dirigir varios proyectos, como ser director titular de la Orquesta Sinfónica de Sagunto. Con esta formación tuve oportunidad de hacer mucho repertorio sinfónico y coral. Hacíamos misas y también óperas o zarzuelas en versión concierto o semi escenificadas. Luego vinieron invitaciones para dirigir orquestas en países tan dispares como Filipinas, Rusia, Mozambique, Bélgica o el Reino Unido. El repertorio que he interpretado en estos países ha sido muy variado, de Beethoven a Shostakóvich, música española y hasta estrenos de compositores valencianos como Vicente Ortiz o Joan Enric Canet. La crisis de todo tipo causada por la pandemia es diferente. En el año 2020 hemos visto, todos, como se truncaron los proyectos. Ha sido un año en blaco.
¿Tras la Orquesta de Sagunto, al frente de qué otras agrupaciones has estado?
La primera agrupación profesional que dirigí, después de la formación de Sagunto, fue la Orquesta de Valencia y después he sido invitado por, entre otras, la JONDE, la Sinfónica Nacional de Cuba, la Sinfónica de Lubliana, la Sinfónica de San Petersburgo, la Filarmónica Nacional de Filipinas y hace un par de años la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.David Gómez-Ramírez debuta mañana en el Teatro de la Zarzuela
¿Y cómo llegas al repertorio de música para la escena?
Mi interés en el repertorio operístico me empujó a San Petersburgo para estudiar con el maestro Alexander Polyanichkov, de quien fui asistente para unas representaciones de La bohème. Pasado el tiempo y con la experiencia ganada allí, la Ópera Nacional de Vietnam me fichó para ponerme al frente de unas funciones de Die Zauberflöte en los dos bellos teatros de Hanói y Saigón (Ciudad Ho Chi Minh) y después hicimos Carmen y más tarde he llevado música española, de Martín y Soler, escenas de Una cosa rara. También hicimos Nabucco, con medios limitados a nivel escénico pero siempre con mucha ilusión y satisfacción. Para el año pasado teníamos varios proyectos pero la pandemia los ha dejado en suspenso.
También eres musicólogo, ¿qué te movió a ir en este otro camino?
Cuando me planteé continuar con mis estudios superiores de música, en Sevilla, no tenía opción hacerlo en dirección musical. Debía venir a Madrid, Barcelona u otra ciudad. Tuve claro que, por mi vínculo familiar con Valencia, esta era la ciudad en donde debía ir. En el Conservatorio de Valencia empecé estudiando musicología, después composición y más tarde dirección. Me gusta la investigación musical, es algo necesario y que no está suficientemente apoyado en España. Muchos de mis proyectos han ido enfocados a la recuperación de partituras. Un concierto para piano que lleva muchos años sin tocarse de Miguel Asíns Arbó o alguna zarzuela u ópera, como es el caso de Sagunto de Salvador Giner, impulsor de la Reinaxença en la música mediterránea. Tengo muchos vínculos con Sagunto y me propuse rescatarla. Tras más de cuatro años, mi investigación está finalizada y la partitura de esta ópera preparada. Solo falta ponerla en escena para verla en todo su esplendor.
¿La zarzuela ha estado en tu vida profesional?
Mi primer recuerdo con la zarzuela es de cuando tenía como nueve años. Mi padre tocaba la flauta en la Orquesta Bética Filarmónica de Sevilla y mi madre, mis hermanos y yo asistíamos al Teatro Lope de Vega (de Sevilla) a ver zarzuelas. Allí escuché por primera vez Luisa Fernanda, además de otras como La del manojo de rosas, La Gran Vía y muchas otras. Como músico, mi primer contacto con la zarzuela fue siendo trompetista en bandas, con once o doce años. En la banda se tocan muchas “fantasías” de temas de zarzuela y también participé, como trompetista de la banda, en algunas representaciones.
¿Cómo llega a tus manos la oportunidad de dirigir una zarzuela en el Teatro de la Zarzuela?
Hace unos años empecé a colaborar con la Orquesta de Valencia y allí conocí al maestro Ramón Tebar. Me vio trabajar y me invitó a ser director asistente de algunos conciertos. Y más tarde me propuso estar como segundo maestro en esta producción de Luisa Fernanda que estaba programa el año pasado pero llegó la pandemia y la cancelación de aquellas fechas. Afortunadamente se ha podido reprogramar pero el maestro Tebar, por compromisos profesionales suyos en otra parte del mundo, no ha podido estar. El Teatro de la Zarzuela ha respetado el contrato conmigo, como ha hecho con casi todos los artistas. Y aquí estoy, como ya he mencionado antes, muy feliz y muy emocionado, frente a 3 funciones de una gran producción de Luisa Fernanda.
¿Puedes comentarnos desde qué tipo de lectura encontraremos en tus funciones?
Creo que en un proyecto como éste, en el que confluyen tantas cosas para hacer posible la representación, el director debe acompañar al cantante y no que el cantante se amolde a mi. No me inclino a imponer, sino a consensuar. He compartido mucha información de cuestiones musicales con el maestro Chichon y también he estado en todos los ensayos del maestro Livermore.
¿Cómo ves el futuro profesional cercano de David Gómez-Ramírez?
Los proyectos de 2020 afortunadamente no se han cancelado, sino pospuesto. En el futuro cercano y medio plazo, tengo la grabación de un concierto para guitarra de Mauricio Díaz, en Francia. Esperemos que las condiciones sanitarias lo permitan pues la grabación está programada para la tercera semana de febrero. Tengo proyectos en las ciudades mexicanas de Querétaro y Saltillo. En el segundo semestre una invitación para dirigir un concierto de la Orquesta de Valencia y también volver a Vietnam.
Entrevista realizada por Federico Figueroa, 2 de febrero de 2021.